En un campus donde convergen las voces de la ciencia, el arte y la tecnología, la historia de Diego Alejandro Montoya Martínez emerge como un testimonio vibrante de cómo la literatura puede ser mucho más que un objeto de estudio: puede convertirse en una brújula vital, una forma de interpretar el mundo y una herramienta para transformarlo.
Categorías: Facultad de Bellas Artes y Humanidades