En el marco de la emotiva ceremonia de grados celebrada el pasado 10 de abril, la Universidad Tecnológica de Pereira rindió homenaje a una nueva generación de profesionales. Bajo el lema “Todo que ver contigo”, la jornada no solo celebró la entrega de títulos, sino también las historias de vida, los sueños y las convicciones que han acompañado a cada estudiante en su paso por la institución.

Entre quienes recibieron su diploma se destacó Pammela Caicedo, quien culminó dos programas de pregrado: Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental y Administración Ambiental En su trayectoria académica, Pammela no eligió entre dos pasiones: decidió abrazarlas a ambas y unirlas en un proyecto de vida profundamente comprometido con el cuidado del entorno y la formación de nuevas generaciones.

“Lo que más me gustó de ambas carreras fue el enfoque ambiental. En una aprendo cómo enseñar sobre el ambiente, y en la otra, cómo administrarlo y habitarlo de forma responsable. Aunque los enfoques son distintos, el fin es el mismo: comprender nuestra relación con la naturaleza y transformar nuestra forma de vivir en ella”, explicó con serenidad y claridad.

Formar para cuidar

La historia de Pammela no es una línea recta, sino un camino de búsqueda y sentido. En ella se cruzan la curiosidad científica y la vocación docente, la necesidad de proteger el medioambiente y la urgencia de educar sobre él. Para esta doble egresada, lo ambiental no fue solo un contenido académico, sino el hilo conductor de su formación: la razón detrás de cada clase, cada lectura y cada proyecto.

En su discurso, compartido con entusiasmo y profunda honestidad, dejó ver que su paso por la Universidad estuvo guiado por un propósito claro: construir una vida profesional coherente con sus valores, donde enseñar y preservar fueran una misma causa.

“Las dos carreras me han mostrado que el conocimiento cobra sentido cuando se pone al servicio de la sociedad y del planeta. No se trata solo de aprender, sino de transformar”, señaló.

Un comienzo con propósito

Más allá de los aplausos y los abrazos propios de la jornada, la historia de Pammela Caicedo resonó por su autenticidad y su compromiso ambiental. Su doble titulación no fue una meta aislada, sino el reflejo de una decisión de vida: unir el saber pedagógico con la gestión ambiental para construir nuevas formas de habitar y enseñar el mundo.

La ceremonia se transformó así en algo más que una entrega de diplomas: fue la celebración de sueños construidos con coherencia, esfuerzo y sentido social. En medio de flores, fotografías y palabras de gratitud, Pammela cerró un capítulo y abrió otro, con la firme intención de continuar trabajando por el equilibrio entre la sociedad y la naturaleza.

Porque en la Universidad Tecnológica de Pereira, las historias como la de Pammela confirman que la educación tiene todo que ver con formar, cuidar y transformar.