Desde las aulas de la Universidad Tecnológica de Pereira, Miguel Ángel Salazar Manzano comparte con entusiasmo el camino que lo llevó a graduarse como magíster en Enseñanza de la Física. “Hoy cierro un capítulo muy especial en mi vida académica”, comenta. Ingeniero físico de profesión, este nuevo logro no solo representa un avance personal, sino también un compromiso renovado con la educación en ciencias básicas.

Un trayecto lleno de aprendizajes

Miguel recuerda cómo empezó su maestría hace dos años y medio, un período que describe como intenso, pero lleno de oportunidades. “Tomé un poco más de tiempo del que esperaba, especialmente por la tesis, que debía compaginar con mi jornada laboral. Pero la flexibilidad y el diseño de la maestría lo hicieron posible”, explica, refiriéndose al enfoque pensado para profesionales activos que caracteriza a este programa.

Para Miguel, la maestría no solo ofreció una formación académica rigurosa, sino también herramientas prácticas que ahora aplica en su labor docente. “Pude fortalecer mis capacidades para promover habilidades en los estudiantes. La maestría me enseñó a adaptar mi enseñanza a las necesidades actuales y a los jóvenes de hoy”.

Astronomía como puente para el aprendizaje

Uno de los momentos clave de su trayectoria fue el desarrollo de su tesis, que aborda una problemática recurrente en los estudiantes de primer semestre: las dificultades en física y matemáticas. “Muchos llegan a la universidad enfrentándose a materias que les parecen demasiado complejas, y esto se refleja en tasas de deserción preocupantes”, detalla.

Su propuesta utiliza la astronomía como herramienta pedagógica para facilitar el aprendizaje. “La astronomía despierta curiosidad y conecta a los estudiantes con la ciencia de una manera más cercana. A través de esta disciplina, buscamos reducir esa barrera inicial que muchas veces encuentran en las matemáticas y la física”, explica.

Ciencias básicas como eje central

El rol de la Facultad de Ciencias Básicas fue crucial para el éxito de Miguel en la maestría. Destaca cómo los docentes y el enfoque de la facultad lo ayudaron a consolidar su visión interdisciplinaria. “Aquí entendí que la enseñanza de las ciencias básicas no se limita a transmitir conocimiento, sino a encontrar formas de hacerlo significativo y accesible para los estudiantes”, comenta.

Un docente con múltiples facetas

Más allá del aula, Miguel se describe como un apasionado por la ciencia y el emprendimiento. “Siempre me ha gustado aprender cosas nuevas. Por eso creé una marca que combina la ciencia y el diseño. Camisetas, buzos y otros productos con ecuaciones, conceptos o personajes científicos que reflejan ese amor por las ciencias básicas”, cuenta orgulloso.

Este proyecto, ganador del concurso Barranqueros, ha tenido una excelente acogida. “Es una manera de acercar la ciencia a más personas, no solo desde lo académico, sino desde lo cultural. Creo que todo suma para promover el conocimiento científico”, afirma.

Lo que viene: enseñar, emprender y seguir aprendiendo

Aunque considera la posibilidad de un doctorado, Miguel sabe que ahora es el momento de aplicar todo lo aprendido en su maestría. “Quiero enfocarme en mis estudiantes y en mi emprendimiento. La enseñanza es mi pasión, y mi objetivo es transmitir ese amor por las ciencias básicas, que es esencial para formar futuros profesionales”.

Miguel también hace un llamado a quienes tienen la oportunidad de seguir estudiando. “Nunca dejamos de aprender, y más en un campo como este. La formación académica no solo mejora nuestras competencias, sino que nos hace mejores personas y nos abre puertas para colaborar y compartir con otros”.

Con una sonrisa, Miguel cierra la entrevista agradeciendo a la Facultad de Ciencias Básicas y a la maestría en Enseñanza de la Física por ser parte de su camino. “Es un espacio que recomiendo a ojos cerrados. Aquí no solo aprendí, sino que construí relaciones y experiencias que me acompañarán siempre”.

En cada paso, Miguel Ángel Salazar Manzano demuestra que las ciencias básicas no solo son la base de la educación, sino también una oportunidad para innovar, enseñar y transformar vidas.