El proyecto «Desarrollo e Implementación de Acciones Estratégicas de Mitigación, Adaptación y Resiliencia en el Marco del Plan Integral de Gestión del Cambio Climático Territorial (PIGCCT) de Risaralda» es una de las iniciativas más importantes que se están ejecutando desde la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad Tecnológica de Pereira. Liderado por el docente e investigador Tito Morales Pinzón, este proyecto, financiado por el Sistema General de Regalías, busca fortalecer la capacidad del departamento para enfrentar los desafíos del cambio climático.

Laura Sandoval
Laura Sandoval

Esta fue una iniciativa que nació como respuesta a la necesidad de fortalecer la resiliencia del departamento ante los desafíos crecientes del cambio climático. Fue impulsada por la visión de un equipo interdisciplinario liderado por Tito Morales Pinzón, docente de la facultad y director del grupo de investigación en Gestión Ambiental Territorial, quienes, al observar el impacto de las variaciones climáticas en sectores clave como la biodiversidad, la infraestructura y la salud ambiental, identificaron la oportunidad de utilizar la ciencia y la academia como motores de soluciones innovadoras.

El proyecto cuenta con cinco objetivos clave:

  1. Fortalecer la red de custodios de semillas: buscando preservar la biodiversidad agrícola del departamento mediante el uso sostenible de semillas locales.
  2. Desarrollar sistemas constructivos resilientes: crear infraestructuras adaptadas al cambio climático tanto para entornos urbanos como rurales.
  3. Fortalecer la gestión en salud ambiental: identificar los impactos del cambio climático sobre la salud y proponer estrategias preventivas.
  4. Evaluar servicios ecosistémicos: medir la capacidad de agroecosistemas como el café y cacao en la captura de carbono y mitigación de gases de efecto invernadero.
  5. Optimizar el abastecimiento hídrico en cabeceras municipales: modelar escenarios climáticos para prever la disponibilidad futura de agua y apoyar la planificación territorial.

La idea del proyecto surgió hace más de cinco años como un esfuerzo conjunto entre la UTP y la Gobernación de Risaralda, que buscaban acciones concretas frente al cambio climático. A través de un riguroso proceso de planificación y la colaboración de diversos grupos de investigación, este fue formulado y aprobado, “trabajar en equipo ha sido fundamental, sumando las fortalezas de diferentes disciplinas y logrando avances significativos en áreas claves para el futuro de la región”, afirmó el docente Morales.

Así mismo, el docente mencionó que el proyecto está en su segundo y último año de ejecución, y ha avanzado satisfactoriamente en todos sus objetivos, “hemos logrado caracterizar más de 200 variedades de productos locales, muchas de las cuales no son comunes en los mercados, y fortalecer las casas de semillas para su preservación», señaló. Esta labor ha sido fundamental para la creación de redes de conocimiento entre los custodios de semillas, lo que fomenta el uso sostenible de la biodiversidad local.

En cuanto a la construcción de infraestructuras resilientes, Morales explicó que el equipo ha trabajado en conjunto con comunidades y expertos en arquitectura vernácula para diseñar prototipos que respondan a las condiciones climáticas más extremas de la región, “se realizó un análisis desde una perspectiva de género, incorporando un enfoque diferencial en los diseños de los espacios, lo cual es una de las contribuciones más importantes del proyecto… A partir de diagnósticos realizados en 50 hogares del departamento, logramos seleccionar dos diseños que actualmente están en fase de cálculo estructural e ingeniería», indicó el investigador. Estos prototipos estarán en exhibición en el Jardín Botánico de la UTP y podrán ser trasladados a diferentes municipios para su presentación.

A pesar de los desafíos administrativos y de planificación propios de un proyecto de esta magnitud, Morales destaca la capacidad de adaptación del equipo, “Este es uno de los primeros proyectos de regalías enfocados en investigación en nuestra institución, y hemos aprendido mucho a lo largo del camino. Hemos logrado cumplir con los requisitos y adaptar el proyecto a las necesidades del Sistema General de Regalías». Además, subrayó la importancia de trabajar de manera interdisciplinaria y en equipo, un sello distintivo de la Facultad de Ciencias Ambientales “el trabajo en equipo y la confianza en las capacidades técnicas de los grupos de investigación han sido clave. Cada grupo tiene dinámicas propias, pero hemos logrado sumar fortalezas para sacar adelante el proyecto», afirmó.

El impacto de este proyecto trasciende las fronteras académicas, pues instituciones como la Gobernación de Risaralda y la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, CARDER, han calificado esta iniciativa como «el proyecto más importante en cambio climático que se ha desarrollado en el departamento», según el docente. El proyecto no solo ha abierto espacios de diálogo entre la academia y los tomadores de decisiones, sino que también ha impulsado soluciones prácticas para mitigar los efectos del cambio climático en Risaralda.

«Creo que el mayor logro es que hemos demostrado que la Universidad no sólo investiga, sino que propone soluciones concretas para la sociedad», concluyó Morales, destacando el papel fundamental de la UTP en este proceso de adaptación y resiliencia climática.