En agosto de 1984, la Universidad Tecnológica de Pereira vio nacer una facultad que se convertiría en  un pilar fundamental para su desarrollo académico: la Facultad de Ciencias Básicas. Lo que comenzó como el Departamento de Estudios Básicos en 1961, con áreas del conocimiento que incluían física, matemáticas, química, dibujo, inglés, topografía, humanidades y deportes, evolucionó hasta convertirse en una facultad de gran importancia para la UTP. 

Laura Sandoval
Laura Sandoval

Es importante resaltar que el Departamento de Estudios Básicos fue, durante años, el cimiento para la ingeniería regional, logró contar con 37 docentes y 19 administrativos en 1968, posicionándose como la unidad académica con el mayor número de docentes en la universidad. Sin embargo, en 1970, las áreas de química y humanidades fueron trasladadas a otras secciones.

La creación oficial de la Facultad de Ciencias Básicas en 1984 fue el resultado de la aplicación del Decreto Ley 80 de 1980, que aprobó una nueva estructura orgánica para la universidad. Esta estructura, implementada en 1984, dio origen a la facultad tal como la conocemos hoy. Ahora, al cumplir 40 años, esta facultad no solo celebra su aniversario, sino también un legado de conocimiento, investigación y compromiso con la excelencia académica.

Actualmente, la facultad ofrece tres programas de pregrado: Física, enfocado en Ciencias de la Información Cuántica; Matemáticas, enfocado en Ciencias de los Datos; y la Licenciatura en Matemáticas y Física, este último ya está cerrando su ciclo de formación. En cuanto a posgrados, la facultad cuenta con seis programas: la Especialización en Enseñanza de la Física, la Maestría en Enseñanza de la Física, la Maestría en Instrumentación Física, la Maestría en Enseñanza de la Matemática, la Maestría en Matemática y el Doctorado en Ciencias.

De Departamento a Facultad: una transición histórica

El camino hacia la consolidación de la Facultad de Ciencias Básicas estuvo lleno de momentos e historias que marcaron esta transición. Carlos Arturo Holguín Tabares, quien fue decano en los años 1999 y 2000, recuerda con emoción aquellos tiempos, “la transición de departamento a facultad fue un proceso lleno de desafíos, pero también de oportunidades. Tuvimos que reestructurar no solo la administración, sino también el enfoque académico, para responder a las crecientes demandas del país y de la academia”, comenta Holguín. Uno de los hitos más significativos durante su gestión fue la contribución a la creación de programas académicos como Ingeniería de Sistemas y la Especialización en Instrumentación Física, que posteriormente se convirtió en una maestría, “es gratificante ver cómo esos programas no solo sobreviven, sino que han crecido y se han consolidado como referentes en sus áreas”, añade.

Por su parte, José del Carmen Gómez Espíndola, quien fue decano de la facultad por casi 10 años, del 2000 al 2009, también vivió de cerca esta transformación, “cuando yo llegué a la universidad en 1977, existía el Departamento de Estudios Básicos. La creación de la facultad surgió de un análisis en Bogotá sobre la enseñanza de las matemáticas en las carreras de ingeniería. Se vio la importancia de tener una facultad donde se integrarán las matemáticas, la física, la biología y la química en todas las universidades públicas del país», explica. La evolución de este departamento hacia una facultad, según Gómez Espíndola, fue impulsada por profesores comprometidos que tomaron las riendas de este proceso, consolidando lo que hoy conocemos como la Facultad de Ciencias Básicas.

Retos y logros a lo largo de los años

La Facultad de Ciencias Básicas ha sido testigo de innumerables historias y vivencias que han marcado su trayectoria. Gloria Argenis, auxiliar administrativa que ha estado en la facultad desde 1984, es decir, 35 años al servicio de estudiantes, profesores y la comunidad académica en general, es testigo de los cambios y desafíos que han enfrentado, “una de las cosas más difíciles fue cuando se llevaron los programas de Ingeniería Física e Ingeniería de Sistemas, que nacieron y fueron creados por la facultad. Fue un momento duro, pero supimos adaptarnos y seguir adelante”, recuerda con nostalgia.

A su vez el ex decano José Gómez, destacó los desafíos que enfrentó durante su gestión, “el reto más grande que tuve fue el problema de la mortalidad académica en matemáticas. Cuando llegué, era costumbre que muchos estudiantes perdieran las materias. Tuvimos que trabajar mucho en la pedagogía de los profesores para mejorar esta situación”, comenta. Además, enfrentó la difícil decisión de cancelar el programa de Licenciatura en Matemáticas y Física debido a la falta de empleo para los egresados, “a pesar de eso, el programa se reabrió cuando se vio la necesidad de profesores en la región, lo que muestra lo maltratada que ha sido la educación en Colombia», añade.

A lo largo de estos 40 años, la facultad no solo ha crecido en número de estudiantes y docentes, sino también en infraestructura y calidad académica, “ver cómo la facultad ha pasado de ser un pequeño departamento a una facultad consolidada, con nuevos espacios y mayores recursos, es motivo de orgullo. Ahora, contamos con laboratorios modernos y programas que compiten a nivel nacional e internacional”, agrega Gloria Argenis.

Voces que construyeron la historia 

Cada decano que ha pasado por la Facultad de Ciencias Básicas ha dejado su huella. Hoover Orozco Gallego, decano entre 2019 y 2022, destacó la importancia de liderar una facultad que maneja un gran flujo de estudiantes de la UTP, “fue un reto diario. La interacción con los estudiantes y docentes, la resolución de conflictos y la gestión de recursos fueron algunas de las responsabilidades que asumí con gran compromiso. Lo más gratificante fue ver cómo la facultad avanzaba y lograba sus objetivos, siempre con la colaboración de todos los miembros de la comunidad académica”, afirma.

Además, «a lo largo de estos 40 años, he visto cómo la Facultad ha crecido y se ha adaptado a los nuevos desafíos. Uno de los aspectos más destacados es el sentido de camaradería entre colegas, que ha sido crucial para nuestro desarrollo como institución. Recuerdo un proyecto en el que colaboramos estrechamente con colegas de diferentes áreas; esa experiencia no solo enriqueció nuestro trabajo, sino que también fortaleció los lazos entre nosotros», reflexiona el ex decano Orozco.

Por su parte, Juan Pablo Trujillo Lemus, actual decano desde 2022, ha continuado con este legado, “la facultad es muy importante, no solo para sus programas internos, sino para toda la universidad porque es el fundamento para el resto de facultades y programas académicos en lo que tiene que ver con las ciencias básicas», comenta. Durante su gestión, ha enfrentado retos significativos, como el crecimiento de la facultad y la aprobación de dos nuevos programas de pregrado: Matemáticas, enfocado en ciencias de los datos, y Física, enfocado en ciencias de la información cuántica, “estos son dos programas pioneros a nivel nacional y esperamos que tengan muchos frutos de ahora en adelante», señala. Además, el decano destaca la importancia de la internacionalización, seguir construyendo calidad académica con el fortalecimiento de los tres pregrados y los seis posgrados.

Así mismo, Hugo Armando Gallego, quien se desempeñó como decano de la facultad entre 2009 y 2019, recuerda con especial cariño su tiempo al frente de la facultad y el esfuerzo colectivo por fortalecer la institución, “la Facultad de Ciencias Básicas es una facultad que considero que es de las que más docentes tiene en la institución, un aproximado de 172 profesores y casi 10 mil estudiantes, lo cual hace que el proceso como decano sea retante… Durante mi gestión, uno de los principales objetivos fue consolidar la facultad como un referente en la formación de profesionales en ciencias básicas. Implementamos nuevas estrategias y programas académicos con el fin de adaptarnos a los cambios y demandas del entorno académico y profesional. Fue un desafío constante, pero también un período de grandes logros, donde obtuvimos el Doctorado en Ciencias, así como los programas de Física y Matemáticas», comenta Gallego.

Además, destacó el compromiso de la facultad con la investigación y la calidad académica, “un aspecto fundamental de nuestra gestión fue fomentar la investigación y la innovación. Promovimos la creación de grupos de investigación y fortalecimos los programas de posgrado”, lo que permitió a la facultad ser un centro de excelencia en la producción de conocimiento científico.

Historias que construyen un legado

La historia de esta facultad no solo está escrita por decanos y docentes, sino también por sus estudiantes, sus egresados y las auxiliares administrativas que han acompañado su crecimiento. Gloria Argenis, con 35 años en la facultad, comparte con emoción cómo ha sido testigo de momentos inolvidables. “He visto pasar muchos decanos y docentes, pero siempre hemos trabajado como una gran familia. Uno de los momentos más especiales fue cuando fui madrina de matrimonio de un docente. Son esos lazos de amistad y camaradería los que realmente construyen el alma de la facultad”, comenta.

A su vez, Rosa Hortensia Mejía Baena, quien ha dedicado 24 años al Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Básicas, comparte su profundo aprecio por la evolución del departamento y la facultad, “recuerdo cuando llegué en el 2000, el departamento estaba en plena expansión. Hubo un trabajo constante para mejorar los programas y ofrecer nuevas oportunidades a nuestros estudiantes,” comenta Rosa, quien ha sido testigo del crecimiento y la diversificación del área de matemáticas. Su pasión por la enseñanza y su compromiso con la formación académica han sido fundamentales para el desarrollo de la facultad.

Rosa además de ser auxiliar administrativa es docente y recuerda con orgullo “cómo muchos de mis antiguos alumnos han seguido sus estudios y ahora son docentes y colegas en el ámbito académico”. Ella destaca que varios de sus estudiantes han pasado a convertirse en profesores en diferentes instituciones, “ver a mis estudiantes crecer y aportar al campo como docentes es una de las mayores satisfacciones” añade con emoción, subrayando el círculo virtuoso de enseñanza y aprendizaje que caracteriza a la Facultad de Ciencias Básicas.

Un futuro prometedor

Al cumplir 40 años, la Facultad de Ciencias Básicas de la UTP no solo celebra su pasado, sino que mira hacia el futuro con esperanza y determinación. Carlos Arturo Holguín Tabares, al reflexionar sobre este aniversario, comparte un deseo para la facultad: “me gustaría que se ampliara el espectro de la investigación y que la universidad siga apoyando de manera firme los proyectos que aquí se desarrollan. Que podamos seguir generando conocimiento que no solo enorgullezca a la facultad, sino a toda la universidad y la región”.

José del Carmen Gómez Espíndola también tiene una visión optimista para el futuro: “veo una facultad que progresa a nivel de las otras universidades. Para mí, en este momento, es la mejor facultad que tenemos en el occidente colombiano en lo relacionado a Matemáticas, Física, Biología y Química. Espero que en el futuro se integren aún más con las ciencias básicas de la medicina, para desarrollar un pilar fundamental que impulse el desarrollo tecnológico del país”.

“Sueño con ver a nuestra Facultad consolidada como un referente internacional en el campo de las ciencias básicas” expresa Juan Pablo Trujillo Lemus, “queremos seguir innovando en nuestros programas, fomentando la investigación de vanguardia y estableciendo alianzas estratégicas con instituciones globales, para fortalecer la calidad académica que benefiará a nuestros estudiantes y egresados”. Además, enfatiza su compromiso con el desarrollo de una educación que integre las nuevas tecnologías y métodos pedagógicos. 

La Facultad de Ciencias Básicas ha recorrido un largo camino desde su creación, y aunque los desafíos han sido numerosos, también lo han sido los logros. Con un equipo comprometido y una comunidad académica unida, esta facultad está preparada para enfrentar los próximos 40 años con la misma pasión y dedicación que la han caracterizado desde su nacimiento.