Desde la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad Tecnológica de Pereira, se desarrolla el Coloquio Internacional “Paisajes que hablan: memoria, territorio y futuro”, un espacio de diálogo académico y comunitario que entrelaza historia, arqueología, medio ambiente y memoria colectiva en torno al Salado de Consotá, un territorio emblemático de la región que hoy se proyecta como símbolo de identidad pereirana.

Durante el evento, la investigadora Diana Cárdenas Landines compartió los avances de su tesis de maestría, realizada en Argentina, en el programa Paisaje, ambiente y ciudad, un trabajo que busca condensar décadas de investigaciones sobre este lugar y ofrecer herramientas concretas para su planificación y protección.

“Esta tesis del Salado de Consolata es un trabajo que buscaba informar a la gente de qué era realmente el Salado, porque existen muchas hipótesis, historias y fragmentos dispersos. Lo que hicimos fue reunir todo en un solo cuerpo, articulando arqueología, historia, cultura y la vida misma del territorio”, explicó Cárdenas.

El proyecto revela que en el Salado existió ocupación humana hace más de 10.300 años, evidenciada en hallazgos arqueológicos, documentos históricos, mapas antiguos y testimonios de vida. A ello se suman huellas de la época colonial, como una carta de libertad de esclavos fechada en 1833, y una acuarela de 1852 que muestra la importancia del sitio en la historia local.

Cárdenas subraya que el paisaje no solo se compone de lo visible, sino también de lo que permanece en la memoria y en las relaciones que las comunidades tejen con su entorno. En ese sentido, destaca el papel de los vigías del patrimonio, un grupo de voluntarios que desde hace más de 12 años trabaja de forma constante para cuidar, limpiar y divulgar el valor del Salado de Consotá.

“El paisaje es lo que se ve y lo que no se ve. Es identidad, historia y memoria. En Pereira muchas veces nos preguntamos qué hay aquí para contar, y resulta que tenemos un territorio con más de diez mil años de historia, un río vivo y una comunidad que ha cuidado ese patrimonio de manera voluntaria”, señaló la investigadora.

El coloquio también busca fortalecer las alianzas entre la universidad, la alcaldía y la comunidad, en la búsqueda de una gestión integral del territorio. Según Diana Cárdenas, es fundamental que las instituciones asuman su papel activo en la conservación del sitio, ya que el Salado, siendo un predio público, requiere acciones coordinadas y voluntad política para garantizar su preservación.

“La universidad ha aportado desde la investigación; la comunidad ha sostenido el trabajo desde el voluntariado. Ahora necesitamos que la institucionalidad se vincule con la misma fuerza. Solo con esa unión podremos garantizar el futuro del Salado”, afirmó.

El Coloquio Internacional “Paisajes que hablan: memoria, territorio y futuro” se consolida así como un espacio que da voz a los territorios, visibiliza el valor de la investigación académica aplicada y reafirma el compromiso de la UTP con la construcción de memoria y la protección del patrimonio ambiental y cultural de Pereira.