La historia de Laura Vanessa Guapacha en la Universidad Tecnológica de Pereira comenzó en agosto de 2020, cuando decidió apostarle a una carrera que unía su amor por la naturaleza con el compromiso social: Administración de Turismo Sostenible, programa de la Facultad de Ciencias Ambientales. 

Hoy, cinco años después, Laura recibe su título profesional con la convicción de que el turismo puede ser una herramienta para conservar, proteger y transformar los territorios. Bajo el lema institucional Mi futuro, mi talento, mi pasión, celebra no solo un logro académico, sino el inicio de una vida dedicada al servicio de la comunidad.

Desde el primer semestre, Laura entendió que el turismo sostenible no se trata solo de viajar, sino de cuidar lo propio. Su formación comenzó con la tecnología y continuó con el ciclo profesional, donde el trabajo con comunidades fue clave. En Viterbo, lideró procesos de diagnóstico territorial, planificación turística y articulación con prestadores de servicios. “Fue hermoso”, recuerda. “No conocía el municipio, y terminé enamorada de su gente y su paisaje”.

Su trabajo de grado se centró en las buenas prácticas de turismo en Arabia, específicamente en el área protegida de Barbas Bremen. Allí, Laura se conectó con el sendero, los monos aulladores, los prestadores de servicios y la comunidad. “Una cosa es que te hablen del lugar, otra es estar allí, observar, conocer. Eso lo cambia todo”. Su aporte como estudiante fue generar conciencia sobre la importancia de preservar el entorno y fortalecer el vínculo entre turismo y conservación.

Laura vive con su madre, quien ha sido su principal apoyo durante todo el proceso. “Mi mamá es quien más me ha apoyado, y hoy está conmigo en este momento tan especial”, dice con emoción.

Ahora que recibe su título, Laura proyecta un futuro lleno de posibilidades. Quiere seguir estudiando, fortalecer su inglés, crecer profesionalmente y continuar trabajando por los territorios. “Más que disfrutar, se trata de cuidar”, afirma. Su paso por la UTP ha sido, como ella misma lo define, una experiencia magnífica, de crecimiento personal y profesional.

Hoy, Laura se despide del pregrado con gratitud y alegría. Su historia es testimonio de que el turismo que transforma comienza con el respeto por el entorno y el compromiso con la comunidad. Porque su futuro, su talento y su pasión están al servicio de quienes habitan y protegen los territorios.