Cuando se habla de interdisciplina en la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad Tecnológica de Pereira, el nombre de Diana María Rodríguez Herrera, aparece como referente académico y humano. Administradora Ambiental de formación, egresada de la UTP, docente desde sus primeros años de carrera y hoy directora del Departamento de Estudios Interdisciplinarios, ha consolidado un camino donde el cruce de saberes, el enfoque territorial y el compromiso institucional son pilares fundamentales.

“El Departamento de Estudios Interdisciplinarios es responsable del área sociocultural en la Facultad de Ciencias Ambientales. Busca proponer, acompañar y sistematizar estrategias interdisciplinarias a nivel de pregrado, postgrado, investigación y extensión”, explica con convicción.
Desde su creación en la década de 1990, esta unidad académica ha promovido un enfoque en el que lo natural y lo social no se separan, sino que dialogan desde perspectivas múltiples: saberes científicos, indígenas, campesinos, epistemologías críticas y experiencias comunitarias.
Diana ha estado vinculada desde diferentes roles. Comenzó como asistente de investigación cuando era estudiante en un proyecto llamado “Cambios Ambientales en Perspectiva Histórica” y luego ayudando a construir memorias institucionales y acompañando al rector de la época.

“Mi área de interés siempre fue la cultura, la historia y la memoria aplicada al campo ambiental y del desarrollo”, comentó. Su trayectoria la llevó a colaborar en el expediente para nominar el Paisaje Cultural Cafetero a la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco y a contribuir en la escritura de un libro sobre la vida del rector fundador, Jorge Roa Martínez, profundizando en las raíces filosóficas que dieron origen a la universidad.
Con estudios de maestría en Investigación Social Aplicada al Medio Ambiente y de doctorado en Ciencias Sociales, realizados en España, su énfasis académico se centra en los procesos de patrimonialización del paisaje. Más recientemente, finalizó un proyecto posdoctoral sobre iniciativas de transformación en comunidades rurales andinas, en alianza con universidades de Perú, Bolivia, Colombia y Polonia, manteniendo una mirada internacional sin perder el vínculo local.
Hoy, desde la dirección del Departamento, coordina la estrategia curricular denominada “Práctica ambiental interdisciplinaria”, una propuesta pedagógica emblemática que lleva más de 20 años fortaleciendo la identidad del programa de Administración Ambiental. Asimismo, con el equipo del Departamento, brindan soporte a otros programas académicos como Administración de Turismo Sostenible, Ingeniería en Procesos Sostenibles de la Madera, Maestría en Ciencias Ambientales, Maestría en Gestión del Riesgo, Doctorado en Ciencias Ambientales. “La interdisciplina debe tener un enfoque práctico. Los estudiantes y profesores debemos acercarnos a los territorios y comprometernos con su transformación”, afirma.
También colabora con el Grupo de Investigación en Gestión de Cultura y Educación Ambiental y el Laboratorio de Ecología Histórica y Patrimonio Cultural. “Lo que hacemos permite conocer cómo las personas interactúan con su entorno, sus valores, representaciones, prácticas y expectativas de cambio. Esto es clave para el diseño y realización de proyectos ambientales respetuosos e incluyentes”. Nuestra reflexión sobre la interacción entre saberes, ciencias e ideologías en torno a lo ambiental busca facilitar una ciudadanía activa respecto a desafíos contemporáneos.
Lo sociocultural no es accesorio: es esencial para leer y transformar situaciones ambientales. Diana representa una mirada integradora en la academia, que apuesta por formar profesionales con sentido crítico, histórico y territorial. Su trayectoria profesional reafirma que los cambios estructurales, cuando se gestan desde la convicción y el conocimiento compartido, pueden transformar facultades, regiones y comunidades enteras.