En el marco de la Semana Santa, y desde una perspectiva académica y humanista, la Universidad Tecnológica de Pereira, a través de la Facultad de Ciencias Ambientales y el Semillero de Investigación en Gestión Ambiental Cultural, llevó a cabo la conferencia “Hallazgos arqueológicos y desafíos de la gestión ambiental cultural en la Catedral de Pereira”. El evento se realizó en el Auditorio Gladys Rodríguez y reunió a estudiantes, docentes y miembros de la comunidad universitaria comprometidos con la memoria histórica y cultural de la ciudad.





Más que una charla académica, la actividad se consolidó como un espacio de diálogo interdisciplinar entre la historia, la arqueología, la ecología y la gestión del patrimonio, con énfasis en la participación ciudadana y el reconocimiento del pasado como parte del presente.
Un pasado que no se entierra
El docente Carlos Eduardo López Castaño, profesor de planta de la Facultad de Ciencias Ambientales y coordinador del Laboratorio de Ecología Histórica y Patrimonio Cultural, destacó la importancia de socializar el conocimiento arqueológico más allá del aula, con el fin de fortalecer la apropiación social del patrimonio.
“Lo que queremos es que estas investigaciones no se queden solo en las aulas. Que los estudiantes, y también la ciudadanía, comprendan que estos hallazgos arqueológicos siguen teniendo un valor enorme”, señaló.
El origen de estas investigaciones se remonta al sismo de 1999, cuando, durante el proceso de fortalecimiento estructural de la Catedral de Nuestra Señora de la Pobreza, se descubrieron restos óseos humanos. Esto motivó una intervención arqueológica que reveló información clave sobre la historia del territorio.
“Encontramos restos que pertenecían a diferentes momentos: ocupaciones indígenas prehispánicas, colonización española del siglo XVI y evidencias de la república del siglo XIX”, explicó el profesor López.
Estos hallazgos cuestionaron las narrativas tradicionales que sostenían que, tras el traslado de Cartago al Valle del Cauca, la zona donde hoy se encuentra Pereira permaneció deshabitada por más de 150 años.
Memorias vivas bajo la catedral
La investigación permitió confirmar la continuidad histórica de la ocupación del territorio, revelando una superposición de capas culturales que abarcan desde las poblaciones indígenas milenarias hasta los procesos republicanos y de colonización antioqueña.
“La Catedral es un espacio para repensar la ciudad a través de las diferentes épocas que ha tenido”, afirmó el docente.
Durante el evento también participaron las investigadoras Luz Marina Mora y Marta Cecilia Cano, integrantes del laboratorio, quienes resaltaron la necesidad de articular el conocimiento técnico con la participación comunitaria y la memoria colectiva para una gestión patrimonial más inclusiva.
Un patrimonio en permanente construcción
El valor de las colecciones patrimoniales, biológicas y culturales no se limita al momento de su descubrimiento. Por el contrario, como lo destacó el profesor López, siguen siendo fuente de estudio y reinterpretación:
“Estos contextos se pueden observar desde nuevos enfoques, aplicar otros métodos y generar nuevas lecturas”.
En las últimas dos décadas, diversos trabajos de grado, artículos académicos y procesos investigativos realizados por estudiantes de la UTP y de otras universidades han contribuido a enriquecer la comprensión del papel que la Catedral juega en la historia ambiental y cultural de Pereira.
Compromiso institucional con el territorio
Este tipo de iniciativas reflejan el compromiso de la Universidad Tecnológica de Pereira con la protección del patrimonio, la formación integral de sus estudiantes y la promoción de un pensamiento crítico que conecte pasado, presente y futuro.
Desde la gestión ambiental cultural, la Universidad amplía el concepto de sostenibilidad más allá del ámbito natural, integrando la preservación de la memoria y el reconocimiento del patrimonio como componentes esenciales del desarrollo territorial.
“Queremos que nuestros estudiantes no solo sepan que esto existe, sino que comprendan por qué es valioso, cómo nos conecta con nuestra historia y cómo puede transformarse en herramienta para el futuro”, concluyó el profesor López.
Este ejercicio académico, pensado desde el aula y proyectado hacia la ciudad, se convierte en un modelo de apropiación social del conocimiento, en el que la universidad pública reafirma su papel como agente activo en la construcción de ciudadanía, identidad y sostenibilidad cultural.