Juan Camilo Gutiérrez Calvo, es estudiante de noveno semestre del programa de Administración Ambiental de la Facultad de Ciencias Ambientales de la UTP, es una persona que vive entre el arte, el deporte y su pasión por el medio ambiente. Con 27 años, este joven pereirano ha sabido balancear sus intereses con gran disciplina y dedicación, desarrollándose no solo como un talentoso dibujante y deportista, sino también como un futuro administrador ambiental comprometido.
Desde muy pequeño Juan Camilo mostró interés en el dibujo, algo que comenzó como una forma de expresión y que más tarde se convirtió en una pasión “yo creo que todo comenzó cuando era un niño y lo primero que veía en el televisor eran caricaturas y anime,” cuenta, resaltando esos primeros dibujos animados, junto a las obras de artistas como Van Gogh y Picasso, que lo inspiraron a explorar el dibujo como medio de expresión. Lo que comenzó como simples trazos en hojas de cuaderno, hoy representa para él una forma de regalar sonrisas y conectar con otras personas, “es gratificante el sentir que un buen acto puede cambiar el día de las personas. Dibujar me permite eso, es como un regalo que le doy al mundo,” afirma.
Esta vocación autodidacta y constante, ha hecho del dibujo una actividad indispensable en su vida. Ha desarrollado un interés particular en los retratos, en especial en plasmar las miradas de las personas, algo que considera profundamente honesto y revelador, “la mirada transmite nuestro sentir más profundo. A veces las palabras no alcanzan, pero una mirada puede ser el reflejo de quiénes somos”. Cada trazo y cada línea en sus obras intentan capturar la esencia de quiénes dibuja, logrando que esa persona se sienta comprendida y vista de una manera única.
Paralelamente, Juan Camilo también ha encontrado en el deporte, especialmente en el boxeo, una vía para liberar energías y alimentar su disciplina. Su amor por el boxeo nació de un encuentro casual en un parque con un entrenador de la liga de boxeo, quien le enseñó los movimientos básicos. Desde entonces, descubrió en esta práctica una pasión que lo ayuda a crecer y a conectarse consigo mismo, “el deporte es como soltarse, ser libre, encontrar esa pasión en algo que te exige y te hace crecer día a día. Es algo constante, tanto que se convierte en un hábito «, menciona
Aunque inicialmente no tenía claro qué camino académico seguir, la vida lo llevó a la carrera de Administración Ambiental de forma espontánea. Juan Camilo recuerda con gratitud su paso por el SENA, donde comenzó con un técnico en Manejo Ambiental que lo impulsó a estudiar a fondo el tema en la UTP. Desde el momento en que ingresó a la facultad, ha encontrado en cada semestre un sinfín de aprendizajes que lo sorprenden y lo motivan a seguir adelante, “cada día es una oportunidad para aprender algo nuevo. La experiencia y la convivencia en la universidad son algo fuera de este mundo; he aprendido mucho de mí mismo, de cosas que antes no conocía,” comenta.
Para él, uno de los aspectos más enriquecedores de su carrera es el enfoque interdisciplinar que le brinda conocimientos en áreas tan diversas como la gerencia, la geología, la biología y la gestión del riesgo, “es impresionante cómo estas bases teóricas nos dan herramientas para proyectar y hacer realidad proyectos que contribuyen al equilibrio del ecosistema”, asegura. El aprendizaje adquirido en la UTP le ha enseñado la importancia de un rol activo en la preservación ambiental, y hoy se visualiza como un gestor ambiental enfocado en la educación y el manejo de residuos en la industria.
A medida que avanza en sus estudios y se acerca a la meta de graduarse, Juan Camilo reflexiona sobre cómo cada una de sus pasiones se complementa con la otra. El dibujo, el deporte y la administración ambiental son partes esenciales de su identidad, y busca formas de integrarlas en su vida profesional, “me visualizo como un gran administrador ambiental, un gestor que también pueda transmitir la importancia del arte en la educación ambiental. Creo que podría generar algo nuevo, algo que llegue a las personas y les haga ver la belleza y la necesidad de cuidar nuestro entorno,” expresa.
Finalmente, Juan Camilo invita a sus compañeros y a todos los estudiantes a explorar sus intereses y a no temer combinar distintas pasiones, ya que considera que la universidad es un espacio idóneo para el desarrollo integral, “es una oportunidad para explorar quién eres, qué te apasiona. Aquí encuentras un espacio donde eres aceptado, escuchado y respetado. Siento que la facultad crea mejores profesionales para el país”, menciona, sabiendo que en la diversidad de talentos y disciplinas está la verdadera fortaleza de una comunidad universitaria.