Como una iniciativa innovadora que permitió a más de 50 estudiantes explorar y aprender de manera diferente a través de salidas de campo, se desarrolló la práctica ambiental interdisciplinaria 1 de la Facultad de Ciencias Ambientales de la UTP, una experiencia que fue posible gracias a la colaboración de varios profesores de la facultad, quienes unieron esfuerzos para ofrecer una experiencia educativa integral y práctica. 

En esta actividad participaron cinco docentes de la Facultad de Ciencias Ambientales, entre los cuales están Miguel Angel Dossman Gil, Juliana Muñoz López, Deliana Cardozo Peláez, Santiago Restrepo Calle, Juan Mauricio Castaño Rojas y Juan Camilo Berrio. Esta colaboración permitió a los estudiantes beneficiarse de una perspectiva multidisciplinaria durante las salidas de campo, enriqueciendo su comprensión y aplicación de los conceptos aprendidos en clase. 

Juan Camilo Berrío, docente catedrático de hidroclimatología de la facultad, destacó la importancia de estas salidas “el tema de la salida de campo se ha vuelto en los últimos semestres de gran importancia para profes y estudiantes. Tiempo atrás, las salidas se hacían de manera individual por materias, y no podían trascender más allá del enfoque específico de cada profesor. Ahora, con la integración de las salidas de campo por semestre con varios docentes, hemos logrado una experiencia más enriquecedora para todos». 

Este semestre, la práctica interdisciplinaria 1 incluyó a profesores de geología, hidroclimatología y sistemas de información geográfica. «Este es el semestre en que más profesores han participado en la salida, y fue muy enriquecedor tanto para nosotros como docentes como para los estudiantes», comentó Berrío. «Pudimos aprender unos de otros, y los estudiantes tuvieron múltiples puntos de vista en cada parada que realizábamos, pues se podía contar con cada percepción de los docentes». 

El recorrido de 4 días incluyó visitas a lugares significativos, comenzando en el páramo de Letras, donde los estudiantes pudieron interactuar directamente con los profesores, haciendo preguntas y observaciones sobre el entorno y las temáticas relacionadas con sus materias. Después, el grupo se dirigió a Mariquita y Honda, donde pudieron explorar el río Magdalena y aprender sobre su importancia histórica, además visitaron el Museo del Río Magdalena. Posteriormente, se desplazaron al municipio de Armero, lo que permitió a los estudiantes comprender mejor los impactos ambientales y sociales de los desastres naturales.  

El viaje también incluyó una capacitación en CORTOLIMA sobre gestión del recurso hídrico y zonas de protección, seguida de un recorrido por la cuenca del río Combeima. «Los estudiantes pudieron caminar la cuenca, hacer observaciones y estaciones con cada docente para aproximarse a los temas vistos en clase desde una perspectiva práctica», añadió Berrío. «Finalmente, visitamos el Alto de la Línea y regresamos a la universidad tras cuatro días completos de actividades». 

Por su parte, Kevin Ángel Valencia Rincón, estudiante del programa de administración ambiental, compartió su perspectiva sobre la experiencia, “las salidas de campo se han dado gracias a asignaturas como administración ambiental, geología, hidroclimatología, sistemas de información geográfica, ecología aplicada, química ambiental y cultura ambiental. También visitamos lugares como la granja de Mamá Lulú en Armenia, la laguna de Sonso y el bosque de Yotoco en el Valle del Cauca, entre otros». 

Valencia destacó la importancia de estas salidas resaltando que son “intercambios culturales y profesionales que desarrollan nuestras habilidades humanas y profesionales. Siento que lo que está escrito en el papel se aplica mejor a la realidad a través de estas salidas. La idea de aplicar lo que se enseña en las aulas a situaciones reales y generar interdisciplina entre materias es invaluable», destacó. 

Tanto docentes como estudiantes coinciden en que las salidas de campo son fundamentales para la formación de los estudiantes. Estas salidas de campo demuestran ser un éxito, pues permiten integrar conocimientos teóricos con experiencias prácticas y resaltan la importancia de estos espacios educativos.