En el marco de las actividades de corto circuito se presenta en el Centro Colombo Americano la Serie Pictórica del maestro Carlos Alberto Hoyos, Reencarnación, de la serie Carnal Compuesta por 11 pinturas de gran formato y que estará abierta al público durante el mes de julio de 2008.
Reencarnación: de la serie carnal
Acercamiento conceptual del proceso de la obra pictórica de Carlos Alberto Hoyos Morales Dentro del proceso contemporáneo sufrido por las artes visuales, la evolución de la pintura ha estado marcada por la búsqueda de una supervivencia, pues como lenguaje formal, ya padecía de un agotamiento de contenidos y posibilidades técnicas, desde la década de 1970.
La pintura matérica consagrada por Carl Greenberg, se constituye paulatinamente en una expresión tardía de la modernidad y ha sido sustituida por construcciones relacionales, donde de acuerdo con Bourriaud, el artista construye "un modelo de sociedad que transpone el ámbito de lo real, o podría traducirse en él".
La obra de Carlos A. Hoyos M, plantea una reflexión visual sobre el valor de la imagen, a través de un proceso personal paulatino que debe ser demostrado mediante un acto dialógico con el público y el autor consigo mismo.
Carnal hace alusión tanto a la parte interior, intima, blanda o dura como a la dimensión metafísica del espíritu, nos encontramos con una paradoja más del manejo de los significados, pues el proceso parece nutrido por diferentes elementos texturales, algunas de carácter apropiacionista, (cabellos, piel de animales, plumas), pero siempre reinventadas con la multiplicidad simbólica que poseen los meta-relatos contemporáneos y las técnicas derivadas del grabado y del trabajo de repetición de elementos variables en el espacio de representación.
Su lenguaje se desplaza dentro de la mirada cultural y social, reclamando presencias urbanas y enviando a través de grafismos y gestuales desplazamientos humanos, una afinidad instintiva con lo animal y lo orgánico.
Hoyos construye poco a poco un palimpsesto cultural que se impone transformar contenidos o imágenes de origen biomórfico en elementos estéticos, los cuales desde la simulación nos conducen hacia una lectura múltiple y expandida del arte contemporáneo.
Así lo visceral logra un decantamiento mediante simulaciones, que en principio aparecen como elementos reales, mediatizados por un ritmo de existencias antropológicas, surgidas de la escritura y de ambigua presencia de un texto que se renueva, según los ritmos temporales del artista y la sociedad que el interpreta.
En este entorno cultural múltiple, pueden adivinarse experiencia locales y universales, en algunos casos nutridos con miradas colectivas, haciendo que esta propuesta produzca relaciones diversas con el mundo y convocando la transformación de los objetos en signos formas y gestos polivalentes.
Beatriz Amelia Mejía de Millán
Mayo 27 de 2008