Recomendaciones para la comunidad universitaria ante la aparición de cuadros de Varicela en la ciudad.



Tomado fragmentos de wikipedia, también se puede consultar en:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001592.htm

La varicela es una enfermedad contagiosa producida por el virus varicela-zoster, un virus de la familia de los herpesvirus que también es el causante del herpes zoster. Es una de las enfermedades clásicas de la infancia, que en los niños suele ser leve pero en adolescentes y adultos tiene mayor riesgo de complicaciones. La enfermedad dura alrededor de 7 a 10 días. Las personas adquieren la infección 15 días antes de la aparición de las lesiones.

Síntomas y signos clínicos Prodromos
El signo más característico de la varicela es una erupción en la piel que aparece en forma de pequeños granos que en poco tiempo se convierten en vesículas (ampollas llenas de líquido). Las vesículas suelen aparecer primero por la cara, el tronco y el cuero cabelludo, extendiéndose después por todo el cuerpo. Las ampollas puede afectar a la boca y a la vulva. Uno o dos días después las vesículas transforman en costras. Durante los primeros días aparecen varias oleadas de vesículas, por lo que pueden verse a la vez lesiones en varias fases evolutivas (lo que se conoce como patrón "en cielo estrellado").

Las lesiones de la piel suelen picar.
Nos referimos al periodo Prodrómico, al espacio de tiempo que transcurre antes de que aparezca la erupción (generalmente uno o días antes) y suelen presentarse otros síntomas como fiebre, dolor de cabeza, malestar general, pérdida de apetito y/o vómitos. Estos síntomas suelen persistir durante los primeros días de la enfermedad.

Complicaciones
Aunque la varicela es generalmente una enfermedad benigna, a veces aparecen complicaciones, especialmente en adolescentes, adultos y personas con las defensas bajas. Las más frecuentes son las infecciones de la piel y del tejido subcutáneo, favorecidas por el rascado de las lesiones. Otra complicación típica es la infección de los "pulmones" neumonía, que puede ser causada por el propio virus de la varicela o por bacterias. También son típicas las complicaciones neurológicas (alteración del equilibrio y marcha inestable, que suele desaparecer por sí sola). Excepcionalmente se ven complicaciones más graves como la encefalitis o la fascitis necrotizante.

Las embarazadas que no han pasado la varicela son especialmente sensibles dado que, además de tener más riesgo de presentar complicaciones, pueden transmitir la varicela al feto. Cuando la varicela se contrae en los dos primeros trimestres de la gestación puede causar una varicela congénita en el 1-2% de los casos, con alteraciones neurológicas, cicatrices en la piel y alteraciones oculares y esqueléticas. Si la varicela aparece entre 5 días antes y 2 días después del parto, puede aparecer en el recién nacido una varicela neonatal muy grave.

Generalmente la varicela se diagnostica por sus signos clínicos típicos, sin precisar de ningún tipo de análisis. La erupción vesiculosa y pruriginosa en oleadas, especialmente si hay antecedente reciente de contacto con un enfermo de varicela, es suficiente para establecer el diagnóstico.

Tratamiento
Reposo y tratamiento según las indicaciones facultativas con los medicamentos prescritos.

Medida general
En niños sanos suele ser suficiente con una serie de medidas para aliviar los síntomas. Para la fiebre se emplea el paracetamol, SE DEBEN EVITAR SIEMPRE, EL IBUPROFENO YA QUE HA ESTADO ASOCIADO CON INFECCIONES SECUNDARIAS SEVERAS, Y LA ASPIRINA (ÁCIDO ACETILSALICÍLICO), CUYO EMPLEO PARA LA VARICELA SE ASOCIA AL SÍNDROME DE REYE. El picor puede aliviarse mediante lociones antipruriginosas o con antihistamínicos orales, talcos de coloides, o loción de calamina. Otras medidas que ayudan a evitar lesiones por rascado e infecciones de la piel son cortar las uñas y un baño diario con un jabón suave. (El baño debe ser corto para no favorecer la aparición de más ampollas).

Es IMPORTANTE AISLAR AL ENFERMO DURANTE LA FASE CONTAGIOSA de aquellas personas que no han pasado la enfermedad, en especial de las de mayor riesgo (adultos, adolescentes, embarazadas o inmunodeprimidos). Aunque tradicionalmente en muchos sitios se recomienda facilitar el contagio de los niños para evitar que la contraigan cuando sean mayores, no hay que olvidar que la varicela, aunque generalmente benigna, puede dar lugar a complicaciones graves. Hoy se dispone de vacunas que no evitarán que el niño se enferme pero sí harán que las lesiones sean menos graves.