Reflexión enviado por el profesor Yuri Alexander Poveda Quiñones, Candidato a la Representación Profesoral en el Consejo Superior.



El Voto Amarrado

La comunidad se proyecta a través de sus sueños, y estos se concretan en diseños de escenarios posibles. Elegir el escenario más conveniente y desarrollarlo, requiere técnicas administrativas de alto perfil.

Los representantes y demás líderes son responsables y garantes del rumbo trazado desde los más finos niveles de la sociedad; la independencia y la libertad para votar son el mecanismo básico para que la comunidad sea la que decida a dónde quiere ir. Un voto comprometido sin razón, un voto por amistad o un voto a cambio de prebendas es un cáncer.

El voto amarrado parte de una contradicción: se vota para fijar colectivamente un rumbo y cuando se compromete sin libertad el voto se autoriza a cumplir los sueños individuales del candidato de turno a costa de los sueños comunitarios. El voto amarrado es un cáncer y como tal conlleva heridas sociales de muerte que a mediano plazo afectan a toda la comunidad y especialmente al votante no independiente que cada vez será menos libre y más manipulable.

El poder se divide por sectores e intereses según las tareas, las circunstancias y la organización. Esta división hace surgir de manera natural fuerzas que se constituyen, consolidan y concretan en la conformación de Consejos que las representan.

Es natural que el poder mida sus fuerzas en todo momento y que en una prolongación de poder unas fuerzas subyuguen otras. De ahí la importancia de la renovación en la representación y la trascendencia de la votación independiente, libre y responsable.

No estamos hablando de las personas, estamos hablando del futuro de la Universidad Tecnológica de Pereira.

Si se anula el voto independiente la institución habrá llegado a las puertas de una dictadura con su consecuente parálisis generalizada de alienados.

Yuri Alexander Poveda Quiñones