Palabras del Dr. Samuel Ospina Marín en el acto de posesión como Vicerrector de Investigaciones, Innovación y Extensión de la UTP realizado el jueves 13 de septiembre de 2007.



PALABRAS DE POSESIÓN

Señor Rector, Ingeniero Luis Enrique Arango Jiménez;
Señores Vicerrectores Académico y Administrativo, Ingenieros José Germán López Quintero y Luis Fernando Noreña Jaramillo;
Señor Secretario General, doctor Carlos Alfonso Zuluaga Arango;
Ingeniero William Ardila Urueña, Miembro del Honorable Consejo Superior;
Padre Nelson Giraldo Mejía, Capellán de la Universidad;
Señores Decanos y demás directivos; señores docentes; personal administrativo;
Amigos; señoras y señores.


Hace dos años, las Directivas de mi Universidad me condecoraron con el Botón de los 35 años de servicios. En esos momentos, pasó por mi cabeza todo ese cúmulo experiencial obtenido en los diversos cargos, asumidos con la mayor entereza y responsabilidad y, desde luego, extraído de mi Alma Mater. Cuántos han sido mis compañeros de labores; cuántos logros obtenidos; cuántas dificultades; pero también cuántos aciertos. Ha sido toda una vida: de sudor y lágrimas; de emociones y sentimientos; aspiraciones, anhelos y esperanzas. Podría afirmar, sin rodeo alguno, que mi Universidad ha sido mi piel, mis nervios, mi sangre.

De ello, exceptuando al doctor Jorge Roa, han sido testigos los Rectores que han regido los destinos y horizontes de la Universidad.
En esta Universidad aprendí a leer, porque como dice George Stitner: “Las universidades son casas para aprender a leer”. Me forjé, me formé, me eduqué y me realicé como ciudadano de bien. Aquí encontré, afortunadamente, a la que sería mi esposa, Virginia, mi compañera y madre de mis amadas hijas Ana Victoria y Lina María.

Aquí, ensanché mis horizontes académicos, administrativos y espirituales y comprendí que sin tregua y con tesón se puede construir y consolidar proyectos como el que hace 46 años años avizorara el señor Jorge Roa Martínez y continuaran, sin desmayo, hombres sabios como Guillermo Angel Ramirez Q.E.P.D.; Pablo Oliveros Marmolejo Q.E.P.D.; Bernardo Trejos Arcila; Juan Guillermo Angel Mejía; Samuel Eduardo Salazar; Guillermo Guzmán Londoño Q.E.P.D.; Gabriel Jaime Cardona Orozco; Javier Arroyave Ochoa; Ricardo Orozco Restrepo; Carlos Alberto Ossa Ossa; y el Ingeniero Luis Enrique Arango Jiménez.

Recuerdo que por allá en 1971, contábamos con pocos estudiantes y, hoy, aún joven la universidad, contamos con una cobertura de 12 mil estudiantes. Evoco también que había 43 docentes y hoy tenemos casi un millar; tres Facultades: Ingenierías mecánica, industrial y eléctrica y muy pronto se creó el Instituto Politécnico del cual orgullosamente soy egresado; y ahora hay un total de 9 Facultades; 33 programas de pregrado; 14 especializaciones; 13 Maestrías y un doctorado que es el que le otorga a las universidades su mayoría de edad. ¡Cómo ha crecido mi Universidad! ¡cómo nos ha cambiado la vida!

Debo admitir, que en mi formación académica interdisciplinaria, jugaron papel protagónico académicos como los ingenieros Mario de Jesús Hoyos Mesa; Carlos Alberto Ossa Ossa; Luis Ernesto Ospina Camargo y los profesores de “Cuerpos de Paz” y otros que no cito por lo extenso que se haría mencionarlos, a quienes les brindo excusas. Ellos fueron mis mentores para interpretar y enfrentar con dignidad, bajo la premisa del más alto conocimiento, las realidades de la vida universitaria que vivimos en las décadas de los 70´s y 80´s.

También quiero citar a don Julio Marulanda Buitrago, de quien me considero su hijo putativo por sus sabias y oportunas enseñanzas sobre el manejo acertivo de los obstáculos, contingencias y soluciones académico-administrativas y quien a su vez moldeara mi indefinible carácter.
Sé que para el ejercicio eficaz de esta dignidad, es pertinente parafrasear la postura de nuestro actual Presidente: estudiar, estudiar, estudiar y trabajar, trabajar y trabajar…

En consecuencia, ya posesionado, y cumpliendo la directiva presidencial de que las comunidades institucionales y la sociedad civil conozcan a sus servidores públicos, vinculados por libre nombramiento y remoción, colocaré desde hoy, mi Hoja de Vida en el sitio virtual de nuestra universidad, para que propios y foráneos exploren mi formación académica y tengan la oportunidad de juzgar, con imparcialidad, mis competencias laborales y académicas, las que sabré poner, sin límites, a disposición de los diversos estamentos que componen nuestra universidad y nuestra sociedad.

Al asumir este nuevo rol académico-administrativo, me siento muy cómodo y orgulloso porque mi coordinador inmediato, el Ingeniero Luis Enrique Arango Jiménez, es el mejor Rector de las universidades públicas de Colombia.
Prueba de ello, es que el pasado 24 de agosto de este año, el Consejo Educación Superior –CESU-, le ofreció un sentido homenaje de reconocimiento, como representante de los Rectores del sector Universitario Estatal –SUE-
El Ingeniero Luis Enrique Arango, fue miembro del CESU durante varios períodos. Este organismo, asesora a la señora Ministra de Educación en asuntos de carácter técnico y administrativo y aporta saber y experiencia específica al proceso de diseño de programas, que contribuyan al desarrollo y fortalecimiento de la educación superior.

El Ingeniero Arango, con su innata inteligencia y reconocidas competencias de liderazgo, ha transformado, en corto tiempo, el devenir no sólo de nuestra institución y del sistema de ciencia, tecnología e innovación, en la región del Eje Cafetero; sino también del Sistema Educativo Superior Colombiano.

Para ello, ha contado con el invaluable apoyo de la Fundación “Alma Mater”.

Señor Rector: desde hoy, como siempre ha sido, pondré todo mi empeño, dedicación y capacidad al cumplimiento de mis deberes cotidianos y especialmente lo relacionado con los resultados generados en la mesa que he coordinado en materia de investigación, innovación y extensión.

Es sabido que esos resultados, se incluirán en esa Gran Carta de Navegación, construida por la comunidad universitaria, y los diversos actores externos y que, dicho sea de paso, se ha convertido en un privilegiado ejercicio democrático.

Me refiero al mayor y más completo instrumento de planificación que haya generado, en toda su historia, la Universidad: EL FUTURO PLAN DE DESARROLLO coordinado por el señor Director de Planeación, Ingeniero Carlos Arturo Caro Isaza.

Aprovecho la oportunidad, para invitar a los señores Vicerrectores Académico y Administrativo, Ingenieros José Germán López Quintero y Luis Fernando Noreña; para que en un ambiente de armonía, fraternidad, solidaridad, tolerancia y colaboración mutuas, continuemos laborando sin desmayo, como siempre lo hemos hecho, en procura de alcanzar las metas y objetivos establecidos en la Visión, la Misión y especialmente en el Plan de Desarrollo institucional.

Desde ya, les digo, cuenten conmigo de manera incondicional.

Así mismo, agradezco mucho a todos los Miembros del Honorable Consejo Superior, quienes hicieron posible que esta designación fuera una realidad.

A mis compañeras y compañeros de la nueva Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Extensión, quiero alentarlos para que continúen con ese mismo espíritu de colaboración, de intenso y eficaz trabajo que siempre han demostrado, pues en mí hallarán siempre un servidor para que, en equipo, alcancemos los objetivos propuestos en esta nueva dependencia que fortalecerá aún más a nuestra querida universidad.

Desde aquí, invito a los estudiantes y docentes de todas las facultades; a los integrantes de los diversos y prolíficos semilleros; a los investigadores; a los innovadores, emprendedores y extensionistas; a continuar fortaleciendo los procesos de producción de conocimiento útil a la sociedad a la cual nos debemos.

También a ustedes, los presentes, les digo que las puertas de la nueva Vicerrectoría, estarán siempre abiertas y que allí encontrarán funcionarios dispuestos a brindarles asesoría, recomendación y soluciones a las piedras que vayamos encontrando en el camino, tanto a nivel local, nacional e internacional.

A Michael Tistl un Dios le pague, por haberme acompañado, durante un buen trayecto de mi vida académico-administrativa, al frente de la Facultad de Ciencias Ambientales, de la cual fui su Decano por espacio de 8 años; a sus profesores y estudiantes les agradezco profundamente las enseñanzas allí adquiridas.

Al doctor Luis Fernando Gaviria Trujillo, Co-fundador e inigualable promotor de la Facultad de Ciencias Ambientales, le agradezco su indeclinable sentido de la amistad, pero ante todo su carismático liderazgo, de quien he aprendido la práctica de la humildad en los asuntos públicos y privados.

A todos los presentes en este sencillo pero solemne acto, les digo que mi juramento de posesión ya ha surtido con la bendición de Dios, por medio de mi hermano del alma, Capellán de la Universidad y Presidente del Club Rotario, Padre Nelson Giraldo Mejía.

Miles de Gracias,


SAMUEL OSPINA MARÍN
Vicerrector de Investigaciones, Innovación y Extensión