Comunicado enviado por el Profesor titular jubilado de la UTP, José Tomás Jiménez Arévalo, a los asociados del FAVI UTP.
Pereira, 22 de junio de 2007
Compañeros Asociados del FAVI-UTP:
Llegué en el año de 1979 a lo que teníamos los Profesores de la UTP como el Fondo de Ahorro y vivienda de la Universidad Tecnológica de Pereira. Sí bien era una organización de ayuda mutua no tenía las bases, a mi juicio, de lo que era el movimiento Cooperativo; había nacido como una conquista sindical que propendía por construir vivienda de calidad para los Profesores de la época y facilitar algunas líneas de crédito para el consumo. Eran los tiempos donde la lucha por conseguir mejores salarios y prestaciones sociales convocaba a las grandes mayorías del Profesorado.
En julio de 1984 fui nombrado Gerente en una situación bastante delicada para el fondo; el plan de vivienda No.1 se encontraba prácticamente estancado y urgía una refinanciación que no solamente lo reactivara sino que también le diera estabilidad económica al fondo. Trabajamos en equipo con el consejo de Administración y las organizaciones de segundo grado del Cooperativismo de aquel entonces y logramos superar esa difícil situación, entregándole a un grupo de socios (así se denominaba a los afiliados) uno de los mejores proyectos de vivienda (34 aptos.) que se ha construido en Pereira. Hoy día todavía compite con los de su estrato en calidad y presentación; 20 años después rescatamos su verdadero nombre -FAVI U.T.P.- a pesar de quienes habiéndose lucrado de la ayuda mutua y la solidaridad se negaban a aceptarlo.
Me di cuenta desde un comienzo que era necesario entrar a engrosar el movimiento Cooperativo, pues había comenzado en Inglaterra con unos principios básicos que todavía hoy día son vigentes, resaltando el de la ayuda mutua y la solidaridad sin ánimo de lucro. Además, políticamente tiene independencia de los patronos a diferencia de un grueso porcentaje de Fondos. Con el consejo de la época logramos convencer a la Asamblea General para que diera su respaldo y nos transformamos en la Cooperativa de Profesores de la U. Tecnológica de Pereira en el año de 1988.
En el año 1988 terminamos el plan de vivienda #2 (16 casas) que le dio la oportunidad a otro grupo de Profesores, entre ellos a mi persona, para mejorar la vivienda que teníamos o para tener su primera casa. A la par seguíamos con la actividad del crédito, pero haciendo intermediación con los Bancos Cooperativos de los cuales fuimos Asociados y que lamentablemente con la crisis de la década del noventa se acabaron. Nos propusimos hacer el plan de vivienda #3, pero la recesión de los noventa nos lo impidió.
Abrimos el vínculo a todos los empleados de la UTP, a pesar de la fuerte resistencia que durante muchos años mantuvo un grupo de Asociados de la Cooperativa, para llenar el vacío que les había dejado la liquidación de la Cooperativa de Empleados y empezar a crecer.
La falta de Bancos Cooperativos nos llevó a tener que intermediar la colocación de nuestros créditos con los Bancos del Estado (públicos, hoy en vías de extinción) lo que encareció el crédito y durante varios años nos propusimos la tarea de conseguir la autorización de la actividad financiera de la naciente Superintendencia de la Economía Solidaria, previo concepto del también naciente Fondo de Garantías Cooperativas-FOGACOOP- y lo ¡logramos! A partir de este momento dejamos de trabajar para los Bancos y empezamos a fomentar un grupo de ahorradores que gracias a la confianza que hemos generado reciben mejores rendimientos que los de cualquier Banco, y colocamos los créditos por debajo de la tasa del mercado financiero. Hemos ganado todos, la prueba de ello es la revalorización de los aportes, hasta donde lo permite la ley, que hemos aprobado cada año desde que empezamos con esta actividad.
Hemos estado en todos los escenarios de la actividad cooperativa, representé la región de Caldas, Quindío, Risaralda y norte del valle durante mucho tiempo. Actualmente sigo representando la región en la Asamblea de delegados de Coopdesarrollo, y estamos demandando del Gobierno su reactivación para que la volvamos a fundar.
Ante la arremetida de la Banca privada transformamos nuevamente nuestra Cooperativa en una especializada de ahorro y crédito, estamos a la espera de su autorización por parte de la Superintendencia; esto representa un futuro sólido para la entidad y le permite seguir reduciendo el costo de sus colocaciones y aumentando el de sus captaciones.
Podría seguir enumerando una gran cantidad de actividades que 3 generaciones de Profesores y una de empleados vivieron o están viviendo como Asociados de la Cooperativa, pero no quiero alargar este resumen para no convertirlo en un ladrillo.
Mucho trecho hemos recorrido desde el año 1984 cuando teníamos 245 socios a 600 Asociados del año 2007 y de unos activos de $102.609.268,oo a $6.709.160.271,oo hoy día.
Al retirarme de la Gerencia de la Cooperativa me queda la satisfacción del deber cumplido, todas mis decisiones las tomé basado en la ley y el Estatuto, a pesar de correr el riesgo de ser calificado de autoritario como efectivamente ocurrió con algunos Asociados y empleados, pero si tuviera que volver a tomar las mismas decisiones lo volvería a hacer por el bien de la Cooperativa. No es fácil manejar lo más sensible de los empleados de la UTP como son su salario y ahorros y a la vez practicar la ayuda mutua y la solidaridad sin ánimo de lucro. Puede ser posible que me haya equivocado en algunas decisiones, no soy infalible ni pretendo serlo, pero siempre pensé en primer lugar en el bien de la Entidad.
Veo muy difícil la consolidación del movimiento Cooperativo si no hay capacitación y actualización de su dirigencia en los principios y valores del Cooperativismo y en la Administración, la Cooperativa es una Empresa con una filosofía muy distinta de las empresas del sector privado.
La aplicación de las políticas Neoliberales ha llevado, entre otras consecuencias, a perder la estabilidad laboral y el deterioro del salario. Nuestros Empleados se encuentran, en su mayoría, con preocupantes niveles de endeudamiento. Hoy es necesario reflexionar en que por el mismo bien de la Universidad para mejorar la calidad de la Educación que ofrece es necesaria la lucha por rescatar la estabilidad y las mejoras salariales y prestacionales. No es la Cooperativa la que ahoga a sus Asociados, son las políticas de flexibilización laboral.
Siento nostalgia de retirarme de la Cooperativa, espero un futuro mejor para ella, les deseo lo mejor de la vida y les agradezco a todos los Asociados que me respaldaron y que fueron transparentes conmigo.
Cooperativo saludo,
José Tomás Jiménez Arévalo
Profesor titular jubilado UTP.