Comunicado enviado por Santiago Gómez Rivera a la comunidad docente y administrativa asociada a la cooperativa de empleados FAVI –UTP.



¿Por qué fui relevado del cargo de tesorero del FAVI luego de 10 años desempeñando esta labor?

Ya varios compañeros me han preguntado sobre esta decisión tomada por el gerente, y no han faltado las suspicacias, que si ello fue por no ponernos de acuerdo en la partición de…( ), si era que le estaba haciendo el cajón, que paso si eran tan amigos y compinches, que si hubo deslealtad, etc..., etc...,

Por este motivo, y presentándoles disculpas por enterarlos de estos sucesos desagradables, he decidido hacer este comunicado, ya que debido a versiones que han circulado por parte de conocedores de la situación, con su concepto personal, no voy a permitir que se enlode mi nombre, que se manche mi historial transparente y correcto, pleno de responsabilidad y profesionalismo con que me desempeñe, no solo en la universidad como profesor titular durante 36 años, representante de los profesores ante el Consejo Académico durante 10 años, como miembro de la Junta Directiva de ASPU Risaralda donde fui su presidente, sino también como miembro del Consejo de Administración del FAVI, presidente del mismo y desde 10 años atrás como tesorero.

Aprovecho la carta u oficio que me envió el gerente comunicándome la remoción del cargo, para hacerle un recorrido y plantear algunas de las situaciones que yo considero motivaron tal oficio.

“Como fue de su conocimiento, la misiva que me enviara al día 14 de diciembre, por cuanto contenía una serie de quejas y conceptos personales que evidencian su inconformidad con los criterios de manejo administrativo que tiene la gerencia, fue oportunamente estudiada por el consejo de administración, sin consecuencia ninguna para nuestra organización.”

No fue solo por la misiva del 14-12-2006, han sido varias por escrito y otras intervenciones personales y orales las que he hecho conocer, no solo del gerente, sino del consejo de administración y de la junta de vigilancia.

Sobre esta última, no podría decir que conozco resultados, ya que luego de asistir a una reunión del consejo para tratar este asunto de la misiva en mención, no conozco los resultados a pesar de haber dejado constancias en el acta, reafirmando lo escrito, - después de haber dejado una denuncia sobre un hecho bochornoso y por demás atentatorio de la integridad personal de los implicados, en la cual están comprometidos la revisora fiscal y el consejo o alguno o algunos miembros del consejo; -a la fecha como no me llegó ninguna respuesta oficial y no se si el acta existe o fue, por alguna orden anulada o simplemente ignorada, considero que esta misiva fue el detonante para tomar la decisión de mi retiro y entonces esa debe ser la respuesta por mi esperada.

Dejo constancia de que esta confabulación para acallar al tesorero, en sus quejas y reclamos comentarios de trabajo y desacuerdos por actuaciones administrativas del gerente y el consejo de administración, “para eliminar a esta piedra en el zapato que nos esta tallando”, no viene desde esta “misiva” viene de mas atrás y orquestada por las mismas tres o cuatro personas que se pusieron de acuerdo para cambiarle el sentido al cargo de tesorero en cabeza de un asociado y a lo mejor suprimirlo.

- Pareciera que lo que ha venido pasando y lo que finalmente pasó respaldado por el consejo y la junta de vigilancia, me permite pensar que se convirtieron en entes administrativos y vigilantes, del bolsillo del gerente, ya que no tuve en ningún momento un juicio, o fui sujeto de investigación de lo que he venido denunciando y manifestando desde años atrás.

¿Será que todos los miembros del consejo y la junta de vigilancia piensan igual?
- Acá no se trató únicamente de sacar a Santiago que ha venido desempeñando un cargo de control y de seguridad para los asociados como se los manifesté por escrito y verbalmente y como es del conocimiento de los asociados, no era solo de firmón, era de control, y sucedió algo mas grave que mi destitución; se nombro un reemplazo de afuera, que no fuera asociado, que no le doliera la institución y acabar así con lo que hicimos cuando fundamos el FAVI; controlar nosotros nuestra propia empresa.

- Ya me pronuncié por escrito, preguntando porque no se ha querido nombrar – un auditor interno – ya que en la cooperativa no hay quien ejerza esa función de ley, y cuando algo se trata de hacer entonces sucede lo que a mí me sucedió. ¿Será que si se nombra es meterle otra piedra al zapato?

- Que peligro con estos gobiernos autocráticos, yo aun sigo pensando en los procesos plenos de democracia, por eso yo no cambio mi forma de pensar y actuar dependiendo del escenario.

“Mucho valoramos su decidido empeño en procurar, a ultranza, la defensa de los intereses de los asociados pero desafortunados, por cuanto tienen fundamento en criterios exegéticos de interpretación a la normatividad de la entidad, que distan mucho del análisis sistemático que permite el funcionamiento institucional de manera equilibrada.”

Si compañeros, si me comprometo cumplo, defiendo, procuro a como de lugar “a ultranza” (a todo trance, resueltamente a costa de mis intereses personales como sucedió). Cumplir con mis compromisos de manera clara y transparente sin distingos ni preferencias sin que me tengan que hacer antesala para lograr lo que el asociado requiere como un derecho que le asiste.

- Yo no voy a medias, no voy en blanco o abstención voy por el si o el no y si me equivoco reconozco el error y lo corrijo, pero acá no me equivoque, no ataqué a nadie, no intente hacerle el cajón al gerente y mucho menos entorpecí labor alguna, cumplí con lo comprometido cuando acepté el cargo de tesorero que yo mismo busqué.

- Al profesor Jiménez y a otros como lo manifiesta, les ha dolido mucho cuando he defendido no solo a los asociados, sino también a las compañeras de trabajo en la oficina FAVI.

- Les escribí que a mi no me gustan las preferencias “todos en la cama o todos en el suelo” y mas aún, tratándose de una empresa de todos nosotros los asociados.

- Me atreví a solicitar en varias oportunidades el pago de una prima adicional para dos empleadas que no la tenían por llevar poco tiempo de vinculación a la cooperativa igual a las que todos teníamos y me atreví a criticar al gerente por tener además de estas primas, una especial para él, consistente en dos días de salario por año de antigüedad, y lo que recibí aparte del regaño fue el aumento de la animadversión por atrevido, esto para mi no era justo pero para ellos sí.

- En todas las veces que hable de dinero siempre escuche lo mismo no hay plata y eso nos puede llevar a la quiebra, yo se que no era así.

- Me atreví a defender a los asociados al solicitar que yo pudiera ordenar la entrega de los cheques en ausencia del gerente - por estar lejos de la ciudad o acá mismo, -bajo mi responsabilidad de tesorero y luego de exhaustivas revisiones – con el fin de evitar que los asociados como ocurre con mucha frecuencia, tengan que esperar como si fuera una limosna la que van a recibir, a que el gerente llegue a firmar los cheques fuera de horario bancario. Y pasó lo mismo y peor aun porque en un par de ocasiones en que autoricé la entrega de cheques se sancionó a las funcionarias que habían atendido mi decisión.

- Me atreví a defender a una profesora que se ganó la rifa del pro-bono solidario porque luego de yo haberle firmado el cheque por el valor establecido por el consejo de administración, el gerente de manera autoritaria y a titulo personal, lo hizo anular y sacar otro sin el valor correspondiente al 20% de solidaridad aprobado, aduciendo que no había plata, no había nada que hacer ya que ello podría llevarnos a la quiebra.

- Por supuesto que yo no lo quise firmar por cuanto era una violación gerencial al reglamento correspondiente y me convertía en cómplice si lo hacia, de una decisión que yo estaba censurando.
- nuevamente y ya con mas consecuencias como lo ven, al decir del gerente, no tenía por que meterme en lo que no me importaba, debía dejar que la profesora reclamara si se sentía lesionada y yo debía firmar porque era orden del gerente.

- Esta pregunta ya se las hice al gerente y al consejo de administración “y si el consejo o el gerente ordenan un acto doloso por que son los que mandan ¿“que pasa”? ¿ Hay que agachar la cabeza y cumplir? ¡ yo no!

- Me atreví a criticar a un comité por violar el reglamento al autorizar un auxilio que no era permitido por el mismo, y sucedió igual, tremendo enojo, para luego con el respaldo de los entes administrativo y de control y amparados en otra figura, finalmente autorizarlo.

- Este mismo tipo de solicitudes ya habían sido negadas a otros asociados conforme a reglamentos.

- Solicité en mis misivas, que en vez de negar solicitudes, de mantenernos en carteos y reclamos, mas bien se trabajara en la modificación de los reglamentos de tal forma que sin llegar a situaciones económicamente peligrosas a los intereses del FAVI, se pudieran atender casos de solidaridad y calamidad para todos los asociados que lo requirieran sin violar estatutos y reglamentos, sin que quedaran dudas. No se que habrá pasado.

- Me atreví a criticar los pagos onerosos que mensualmente se hacen por concepto de las comilonas acompañadas de licor para los asistentes al consejo, a tal punto que el presupuesto de diciembre y otros arrojaron bajas considerables, básicamente por todo lo gastado en viajes de miembros del consejo a eventos y el pago de facturas por comida.

Aun hay asociados preguntando ¿por que en diciembre no se dio regalo a los asociados como ha sido costumbre?

“Es innegable que su persistencia y tozudez generan, por decir lo menos, desconfianza en el manejo administrativo que se le viene dando a la cooperativa de tiempo atrás, a pesar de la aceptación que el mismo ha tenido por parte de los órganos directivos y de control de la entidad, lo que se ha traducido en permanente obstáculo al desarrollo de las ordinarias y normales actividades administrativas que nos son propias”.

Podría yo preguntarle al gerente si mi tozudez (porfía obstinación o terquedad) no es la misma en la que el incurre para presentar un panorama acomodado de lo que sucede al interior de la planta administrativa que el controla y poder así convencerlos para que todo pase a su gusto como amo y dueño de la cooperativa y finalmente al que se oponga destituirlo?

- Aclaro que mis quejas son administrativas, y no son la primera vez que las presento, en varias ocasiones lo he hecho y por escrito, por ejemplo presenté al consejo de administración un acta con el resumen de lo acontecido en una reunión de empleados presidida por el gerente de la cooperativa, la cual con sorpresa vi que fue presentada por él en reunión de consejo y comités en los viñedos, como una carta de santiago, donde narraba una serie de problemas de su propia cosecha, los cuales fueron desvirtuados en esa reunión haciéndome quedar mal frente a toda esa reunión. Posteriormente demostré que no eran inventos míos lo que allí se denunciaba. Que era cierto lo allí planteado, como por ejemplo y entre otras, la concesión por parte del gerente a la revisora fiscal de prevendas que la ley le prohibía, y nada paso distinto a aumentar mi prontuario para hacer meritos conducentes a la destitución.

- Por qué desconfianza si todo lo esta haciendo bien ¿cual es el obstáculo al desarrollo de actividades cooperativas que el tesorero sistemáticamente viene desarrollando? ¿Qué hechos concretos tiene el gerente para denunciar, que hayan llevado a la cooperativa a un fracaso? O llevado a un asociado a perjudicarse por un obstáculo puesto por el tesorero?

Puede algún asociado sustentar una acción violadora y entorpecedora de sus derechos cooperativos por parte del tesorero, que corrobore lo que el gerente manifiesta en su justificación para la destitución?

“no podría "pasar por alto, que sus funciones corresponden a la de un subalterno de confianza de la administración, cuyos lineamientos si de manera alguna no comparte, no pueden obstaculizar su desarrollo….”

- para mí, la cooperativa no es una empresa del estado, ni es privada de alguien en particular, es de todos los asociados vinculados a la universidad, es de nosotros, somos nosotros los tesoreros, fiscales etc.. .los que estamos velando porque nuestra empresa marche bajo la orientación de unos delegados que nombramos en asamblea, y si en algún momento no cumplí con mis obligaciones, el gerente debió haberme sancionado, pero demostrando hechos concretos en contra de la institución.

- Eso nunca sucedió, creo que el gerente esta aprovechando esa normatividad para confundir la confianza laboral, la amistad, la confianza personal con el amiguismo, el avasallamiento, el doblegaje y cualquier otra figura que implique mantener la cabeza agachada, so- pena de que le paseal que no este con él, lo que me pasó por atreverme a no compartir manejos que considero lesionan los intereses de la colectividad y los empleados a su cargo.

No comparto aquel dicho de que “el que no está conmigo, está en contra mía” parece que eso fue lo que analizó el gerente y el consejo, autorizados por la junta de vigilancia para decirle adiós al tesorero y ahí sí, iniciar un proceso peligroso de desinstitucionalización del FAVI. Mañana será el gerente y quedamos en manos de personas ajenas a la institución.

“Así las cosas, y en aras del buen servicio, que constituye nuestra principal preocupación en el campo administrativo, estoy ordenando su relevo del cargo,….”

¿ Qué es el buen servicio? ¿A qué se refiere?
Acá nuevamente hago alusión a mi desempeño durante 10 años y muy respetuosamente convoco a los asociados a manifestarme, si en algún momento por entorpecimiento del tesorero a la labor del gerente o del consejo de administración o de la junta de vigilancia o en general al funcionamiento de la oficina, se vieron perjudicados en sus derechos cooperativos cuando requirieron de algún servicio.


Santiago Gómez Rivera

Pereira, febrero de 2007