Quiero presentar a toda la comunidad universitaria mis apreciaciones respecto al Acuerdo del Consejo Superior que permite que los profesores catedráticos tomen hasta 20 horas, y las actuaciones del profesor William Ardila Urueña como Representante de los Directivos Académicos ante el Consejo Superior.



Para no incurrir en el mismo error de algunos de mis colegas, quiero ambientar mi posición citando una declaración hecha a los medios radiales por el Ministro de Trabajo del anterior Gobierno con la que me identifico en su totalidad.

“Cuando dos contradictores se mueven en distintos escenarios, en cada uno de ellos se construye una verdad, lo importante es entonces que en la sana discusión de la verdad de cada uno de ellos se acerque a la verdad del otro, y a través de las coincidencias construyan una única verdad”.

Angelino Garzón
Gobernador del Valle del Cauca

Los siguientes son entonces mis apreciaciones:

I. Sobre el Acuerdo en mención

• Es indefendible el argumento que sostienen algunos colegas, diciendo que habrá detrimento en la calidad de los cursos. Lo anterior, lo afirmo porque en la actualidad gran cantidad de los docentes de planta, y profesores transitorios de tiempo completo toman hasta ocho horas de sobrecarga, lo que hace que el número de horas clase que dictan esté cerca de las 20 horas y en algunos casos las supere. A pesar de esto la calidad o nivel de los cursos que se ofrecen no ha sido inferior.

• El docente catedrático tiene básicamente las obligaciones inherentes al desarrollo de cada curso que oriente, hecho que no cambia si se dictan más cursos, no es así con los profesores Ocasionales de Tiempo Completo, quienes además de esto deben desarrollar actividades complementarias de extensión e investigación, siendo nosotros los Jefes Inmediatos quienes velen por que así sea.

• Un Acuerdo del Consejo Superior como este no debe ser calificado y desdeñado a la ligera, pues está demostrado que en este caso somos nosotros los Directivos Académicos los responsables de aplicarlo en busca de la favorabilidad académica, como por ejemplo, entregar a lo sumo dos asignaturas diferentes al profesor catedrático cuando su carga este por encima de 14 horas.

II. Sobre las actuaciones del profesor William Ardila Urueña

• Considero que quienes estamos al frente de estos cargos Directivos somos capaces de controvertir y hacer críticas constructivas que ayuden al crecimiento académico y científico de la Universidad, en particular el profesor William Ardila ha sido respetuoso de las diferencias que este Directivo ha tenido con él, y aunque para algunas personas el manejo de un lenguaje coloquial es manipulación e irrespeto, de ninguna manera en mi caso lo he sentido así, y creo exagerada y malintencionada tal interpretación.

• En cuanto al conocimiento que tengo sobre las intervenciones del profesor Ardila en el Consejo Superior, y en particular en lo que toca con este último Acuerdo, manifiesto que el pasado mes de diciembre de 2005, el profesor me compartió su preocupación por las glosas que estaba recibiendo la Universidad por parte de la Contraloría a raíz de las dificultades que se estaban presentando en la contratación de profesores catedráticos, en particular en la Facultad de Ciencias Básicas, donde se maneja el mayor volumen de contratación y me manifestó un posible Acuerdo que estaba preparando la Administración. Entonces le expresé en su momento las razones por las cuales consideraba que sería muy positivo para los catedráticos y para la Universidad. Igualmente, puedo dar fe que se nos han consultado otros temas tan importante como la elección del Rector, en donde con hoja en mano el profesor Ardila tomó nota sobre nuestra posición y luego la hizo manifiesta ante el Consejo Superior.

• No todas las actuaciones de un miembro del Consejo Superior nos han dejado conformes o satisfechos, y sería ideal que en una comunidad universitaria como la nuestra, cada decisión e intervención de algún miembro que nos represente sea aquella que nos de total satisfacción, pero una mente consciente entiende que esto no siempre ocurre y habrán caras y voces de inconformismo.

• Finalmente, considero que la Representación del profesor William Ardila Urueña en el Consejo Superior es en nombre de las Directivas Académicas y como tal invito a que sean entonces las Directivas Académicas quienes se pronuncien en lo que toca a las intervenciones de su Representante.


FERNANDO MESA
Director Departamento de Matemáticas

Pereira, 8 de marzo de 2006