Información enviada a toda la comunidad universitaria por el Tesorero de ASPU Risaralda, profesor Fabio Cardona Muñoz.
A la Comunidad Universitaria de la UTP
Miedo, Simpatía o Igual Estilo
No logro comprender cómo un gran número de directivos académicos son capaces de soportar
el acoso permanente que ejerce el señor William Ardila contra ellos, además de sus actuaciones
direccionadas al detrimento de las condiciones laborables y académicas de los docentes.
Es común y frecuente ver a esta persona con algún directivo arrinconado en los pasillos, en las oficinas o bajo los árboles del sector del parqueadero central de la Universidad diciéndoles, entre otras cosas, “que necesita negrito?”, o “yo le arreglo eso”, para de esta forma comprometerlo a que acepte sus orientaciones so pena de entrabar cualquier gestión que pretenda emprender.
El Señor Ardila se destaca por ser el patinador, ante los miembros del Consejo Superior, de las políticas perversas que la Administración de la Universidad ha venido impulsando a través de este organismo, como son entre otras, la eliminación del Período Sabático cada siete años, supresión del derecho de los empleados, trabajadores y docentes de competir con sus hijos por cinco cupos en cada uno de los programas académicos de la Universidad; el requisito de tener como mínimo maestría para aspirar a los cargos de docente de planta; la autorización para los catedráticos de dictar hasta veinte horas de clase sin el reconocimiento de tiempo para la preparación de clases, la atención a estudiantes, la asistencia a reuniones y en la práctica negarle a los profesores ocasionales las condiciones para su formación en estudios de postgrado.
Luego de mi comunicado del pasado día 31 de enero, en mi oficina he tenido la visita de varios profesores que dicen estar cansados del maltrato recibido del señor Ardila, pero que en el momento no me autorizan dar a conocer sus nombres y que pronto se pronunciarán públicamente denunciando algunos de los atropellos de los que han sido víctimas; manifiestan además que están de acuerdo con lo expresado en mi comunicación, reconociendo que están en mora de hacer las respectivas denuncias públicas.
Una de las personas que entró en serias contradicciones con el señor Ardila fue el Director de la Maestría en Instrumentación en Física, Profesor Luis Enrique Llamosa, quien al cuestionarlo por su gestión, recibió un contundente insulto cuando soezmente le recordó a su progenitora, como consta en la comunicación que el profesor Llamosa remitió al Decano de la Facultad de Ciencias Básicas con copia a nuestra organización Sindical, ASPU. Este es tan solo un ejemplo de la manera como trata Ardila a quien de alguna manera lo cuestiona. Por esto me pregunto: ¿tienen miedo los Directivos Académicos a ser tratados de esta forma y por eso su silencio?, o aunque me resisto a creer, simpatizan con este estilo de gestión?; o, peor aún, ¿será este el estilo que algunos de ellos aplican con el personal a su cargo?.
¿Miedo, simpatía, estilo?
La dignidad no se puede perder por el riesgo de perder un cargo o por no recibir un favor.
Invito a los directivos académicos a que con una acción de valor civil impulsemos, con la ayuda de la comunidad universitaria, la revocatoria de su representación ante el Consejo Superior.
Fabio Cardona Muñoz
Tesorero ASPU Risaralda
Pereira, 1 de marzo de 2006