Discurso del Rector encargado con motivo de las Condecoraciones a Docentes y Entrega de Escudos a Funcionarios de la Universidad.



CONDECORACIONES A DOCENTES Y ENTREGA DE ESCUDOS A FUNCIONARIOS DE LA UNIVERSIDAD

Señores miembros del Consejo Superior…..
Señores directivos……
Señores decanos…..
Señora Jefa de la División de Personal
Señora Jefa de la Sección de Bienestar Universitario
Señores profesor distinguidos….

Sea lo primero ofrecer a los presentes un caluroso saludo de felicitación y reconocimiento del señor rector de la Universidad, ingeniero LUIS ENRIQUE ARANGO JIMENEZ, quien por compromisos oficiales en la ciudad de Bogotá no pudo presidir este acto como era su deseo, el señor rector se encuentra en diligencias en la Presidencia de la República y en el Ministerio de Educación Nacional.

Cada año en la Universidad celebramos el reconocimiento de los años de servicios de todos los miembros de esta comunidad de servidores que han hecho de nuestra causa, la fuente de sus realizaciones personales y sueños y utopías. Hoy, fieles a ese compromiso y deber y satisfacción, nos reunimos para dar público testimonio de la gratitud institucional con nuestros servidores que han cumplido diez, quince, veinte, veinticinco y treinta años de servicios y para exaltar, con la honradez y serenidad del merecimiento a los docentes distinguidos por el H. Consejo Superior con las preseas que resumen tantas ejecutorias virtuosas a favor de los intereses superiores de la academia.

Nada simboliza tan cumplidamente la lealtad como el acto de evocación de las entregas y denuedos de todos quienes comparten visiones y propósitos en el ejercicio de la responsabilidad formadora. La universidad, esencialmente constituye espacio para el conocimiento y con él es fuente de oportunidad para el cambio de la sociedad en su conjunto. Todos los presentes, a quienes hoy rendimos tributo de gratitud y de reconocimiento, dan muestras cotidianas y eviternas de su compromiso y entusiasmo por el cumplimiento del deber que se nos ha confiado. Sin duda, cada quien hace lo suyo y en tal cometido, mal podemos descontar alegrías y realizaciones y aciertos que nos pertenecen por igual a todos. Muchas gracias, en nombre de la dirección de la universidad por su profesionalismo y mística y por su alto sentido de pertenencia con la Tecnológica de Pereira que es y será su casa y patrimonio y el sagrado altar de sus tareas.

Obreros y Auxiliares y Asistentes de Servicios Generales, Empleados Administrativos, Profesores y Directivos Académicos, todos corean a una la Visión y la Misión de esta casa de estudios que se reconoce a sí misma en los seres perfectibles que en ella habitan y con los cuales le apostamos a las transformaciones sociales de nuestra sociedad.

Es que cumplir varios lustros no sólo constituye una sumatoria importante de días y fatigas, de dificultades y tropiezos, de aciertos y yerros, de alegrías y denuedos sino que también es fuente retrospectiva en la que se confirman nuestros propios cambios y ejecutorias. Es momento propicio para encontrar todo aquello en cuanto nos destacamos en el día a día de nuestra entrega. Siempre, con el norte del crecimiento inacabado y de las oportunidades de mejoramiento que nos dinamizan en la comprensión de nuestro trabajo.

Muchas gracias a todos por ser dignos personeros de nuestros documentos superiores en los que declaramos las responsabilidades que nos son propias. Con este escudo refrendatorio que hoy les imponemos, asistimos a un sacramento adicional de confirmación de su sentido de pertenencia y de gozo en la satisfacción de sentirnos reconocidos por el deber cumplido. Esperamos que sean muchos más los lustros que nos premien con sus generosidades y capacidades de servicio a los demás, esencia primaria de un buen servidor público y tiara suprema que corona las mentes iluminadas de quienes coquetean al conocimiento y hacen de él proyecto de vida y fuente de realización.

Qué enorme satisfacción poder comprobar que las divisas de nuestros emblemas se cumplen en la práctica cuotidiana, poder decir, a voz clara, que somos una comunidad que interactúa buscando el bien común. Permanezcan fieles y atentos a defender esos fueros que son los principales baluartes a entregarle a la sociedad confundida en sus afanes y desmayos. Sean heraldos y dignos servidores de una universidad orgullosa de ser pública, esto es, de ser patrimonio de todos, plural, abierta y libre y dispuesta a repensarse y a avanzar en la búsqueda de honrar siempre al bien común, que ha de ser divisa y fuente inspiradora de nuestras energías.

Estamos ciertos que quienes aquí comparten con nosotros estos minutos, guardan tesoros apreciables de su paso y su contribución para con la causa universitaria de nuestra Universidad.

Estamos aquí también para saldar cuentas de afecto: en la pasada celebración del I Congreso Nacional de Hábitat y Ambiente, celebrado en nuestra Universidad el pasado mes de septiembre, el señor rector profirió acto administrativo de pública gratitud al profesor SAMUEL OSPINA MARIN por sus constantes empeños en engrandecer el trabajo de su Facultad y nuestra Universidad en estas temáticas de tanta urgencia para el mundo. Hoy, reafirmamos esa declaración y hacemos entrega en nota estilo de dicho acto administrativo para saldar la cuenta afectiva que nos ata a un hombre que ha entregado sus mejores años a la causa académica de nuestra universidad. Enhorabuena, declaramos saldada la acreencia.

Hoy, es una ceremonia muy especial porque también reconocemos y honramos con nuestras mejores preseas afectivas a los profesores que se han ganado nuestro respeto y admiración y el estímulo estatutario que testimonia la recordación de entre sus pares. Rendimos merecida exaltación a los profesores MARIO HOYOS MESA, SEGUNDO CESAREO LARA ALVAREZ Y CARLOS ALBERTO ISAZA MEJIA, a quienes el H. Consejo Superior a petición de los Consejos de Facultad y por recomendación del H. Consejo Académico, les confirió las distinciones EXCELENCIA DOCENTE y PROFESOR HONORARIO.

Concédanme el privilegio de apartar para estos profesores una breve semblanza que apenas sí intenta reunir, en humilde tentativa, sus rasgos y enseñas:

MARIO HOYOS MESA, quien no lo conoce, es un hombre cuya plenitud académica resalta a la vista unánime de la comunidad universitaria, fue mi profesor en Ciencias Básicas de Ingeniería, me enseñó Matemáticas III, hace ya unos cuantos años. Al profesor HOYOS MESA todos nos acercamos con respeto y admiración, pues eso inspira. Es un académico que entrega cíclicamente sus atributos y competencias de alta estirpe con la breve sonrisa tímida de quien se siente realizado por creer en todo cuanto hace. Es un académico que exhibe sus títulos y logros allende las fronteras nacionales y que goza de un buen merecido nombre entre sus pares. Es un Ingeniero Mecánico de nuestra Universidad con maestría del M.I.T., prestigiosa institución internacional de los Estados Unidos, líder en estas disciplinas. El Profesor MARIO HOYOS MESA nos llena de orgullo como profesor titular de esta casa de estudios y siempre deja en alto nuestro nombre en cuanta responsabilidad académica se le confía: Ha sido par académico evaluador de varios programas y universidades del país y ha contribuido con la investigación científica en sus áreas disciplinares con ponencias y conocimientos en foros y eventos internacionales, con los mejores reconocimientos. Reciba estos presentes, profesor MARIO, con toda la sinceridad y justicia de su merecido otorgamiento.

SEGUNDO CESAREO LARA ALVAREZ, quien no lo conoce, es un hombre íntegro, sencillo y tímido. Huye en la sonrisa y la generosidad. Los círculos nerviosos del profesor LARA ALVAREZ nos hacen identificarlo con la generosidad y transparencia; la honradez y la humildad de la auténtica grandeza. Siempre huyó de los reconocimientos. Es un Licenciado en Matemática y Física de nuestra Universidad con maestría en Física de la Universidad de Antioquia y un impresionante recorrido académico en sus proyectos y trabajos de extensión. Responsable y laborioso, cauto y breve, el profesor LARA ALVAREZ es también un personero ejemplar de esta generación de académicos que nos distingue y proyecta en el concierto nacional. Seguramente todos coincidiremos que sus talentos académicos sobran con creces a las virtudes futbolísticas que el recreativo ha legado a la posteridad y en las cuales, se esfuerza sin desmayo, aunque resulten breves los pronósticos de eventuales contrataciones internacionales. Profesor LARA ALVAREZ, al hacerle entrega de estos presentes, la universidad le hace honor a tanta capacidad de entregarse a los demás y de enseñarnos la calidez sencilla de los irrepetibles.

CARLOS ALBERTO ISAZA MEJIA, quien no lo conoce, es el hombre blanco de la Facultad blanca, este Médico y Cirujano de la Universidad de Caldas llegó a nuestra universidad hace todos los años; con estudios de Maestría en Farmacología Clínica, del Instituto Politécnico Nacional de la Ciudad de México, se entrega con prisas y decisión a la investigación científica, es un buscador de caminos, acosado por la entereza y reciedumbre de los académicos plenos. Férreo en la convicción, blando en la ofensa, el profesor ISAZA MEJIA siempre ha sido reconocido por sus discípulos como profesor total. Es un hombre que nos llena de orgullo y nos permite irradiarlo con sus agudezas en sus búsquedas y hostigamientos permanentes a la ciencia. Profesor ISAZA MEJIA, enhorabuena el H. Consejo Superior de la universidad lo reconoce y exalta con los presentes que alegres le entregamos.

Señores profesores distinguidos, les ofrezco sentida excusa, por el apretado resumen de sus alientos y esfuerzos en los que seguramente no alcancé a vislumbrar siquiera tímidamente la esencia y efectos de tantos de sus sueños y obras en beneficio de esta universidad. La brevedad, que es virtud apetecible, me impone el sacrificio y la verdad de sus ejecutorias está a salvo en las páginas de mármol de la historia institucional, pues cada pared y recinto los recuerda y atesora con la fidelidad que ameritan sus recias estaturas.

Queremos, una y muchas veces más, agradecer a todos por cuanto han hecho a favor de la Universidad y por todo aquello que continúan haciendo para que esta nuestra casa siga siendo estrella y faro conductor de una sociedad que nos reclama mejores y mayores horizontes. Porque Ustedes han sido y son protagonistas de ese hecho, la Universidad les rinde su tributo y los exhorta a que disfruten y vivan en la serenidad de la alegría.

A todos los presentes, nuevamente, les expreso mi gratitud y la de la universidad, por todos sus esfuerzos y realizaciones para continuar posicionando a la universidad como el centro de excelencia que todos anhelamos.

Muchas Gracias.

JOSÉ GERMÁN LÓPEZ QUINTERO
Rector Encarcargado

Pereira, 24 de noviembre de 2005



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