Una noche de risas, de buenos recuerdos, de gratitud y de reconocimiento, se vivió en el Encuentro de Jubilados: Ayer y Hoy, que realizó la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Tecnológica de Pereira, el pasado viernes 14 de mayo a las 8:00 p.m. en el Auditorio de Medicina, en el marco de su aniversario número 36.



En el evento al que asisitó el Rector de la Universidad Tecnológica de Pereira, también hicieron presencia, profesores, administrativos y jubilados de la Facultad donde pudieron disfrutar de una noche de alegría, recuerdos y música.

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A continuación...

DISCURSO DE LA DECANA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN DE LA UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA, MARÍA TERESA ZAPATA DURANTE EL ENCUENTRO DE JUBILADOS DE LA FACULTAD

Cuando pensé en escribir estas palabras para este evento sentí susto de solo pensar en que debía recordar 28 años atrás. Me dije..., mi memoria me dará para tanto? Reflexioné... y dije, sí, si puedo. Y después me dije..., si puedo qué?

Cuestión de edad?

En serio. Para los que aun estamos en esta Alma Mater, el poder compartir hoy con los compañeros jubilados es la oportunidad para expresarles nuestro sentimientos de amistad y hermandad.

Estar juntos los que llegamos ayer y los que ingresaron hoy es un momento valioso para recordar y compartir lo que vivimos y por que no decirlo lo que hicimos.

Llegar hoy y encontrarnos casi todos lo que éramos ayer nos hace retroceder en el tiempo y empezar a evocar esta nuestra alma mater al igual que sucede cuando recordamos la caa donde pasamos nuestra infancia, porque en ambas aprendimos a crecer, siempre hubo alguien que nos recibiera con afecto y sinceridad, siempre hubo alguien que nos guiara al caminar, para aprender a andas con firmeza, siempre hubo alguien a quien admirar, por su sabiduría, cordura y prudencia, siempre hubo alguien que nos ofreciera su amistad para confiar, pero sobre todo porque en ambas vivimos etapas interesantes en nuestras vidas.

Y es que aquí ha cambiado todo. La planta física más linda, más moderna, más completa. ¿Se acuerdan hace 30 – 28 años? La cafetería de eléctrica ¿pequeña, calurosa y atascada? Atendida por Juli, perdón Julio.

Las oficinas de los profesores de educación? en el sótano de eléctrica, enseguida de unos baños desagradables. La oficina de la decanatura en el tercer piso del Bloque A, donde el equipo más moderno era una máquina de escribir que borraba sola.

En servicio de fotocopia. ¿Cuáles fotocopias? Eran los esténciles de tinta o de alcohol que reproducían copias en una máquina quebo recuerdo como se llamaba ¡Qué tecnología!, útil en ese tiempo? Sí. Pero terminábamos todos embadurnados. Ahora se guardan los documentos en un disquete, un CD o el disco duro del computador. Antes se guardaba en un armario, protegido por papel parafina y con el peligro de que la polilla o las cucarachas les diera por leerlos.

Ahora si no se tiene un video-proyector qué pobreza! Qué falta de recursos, como desarrollaré mi clase? Pero cuidado es costoso y delicado.

Antes lo más preocupante era que se envolatara la caja de la tiza y la almohadilla. Afortunadamente eran baratas.

Cuando compraron el primer retro-proyector de acetatos, ¡que maravilla! Por que sólo Anacilia y María Consuelo utilizaban uno para que los alumnos lo conocieran pero que los profesores no tocábamos.

La salida de la universidad era una odisea: pantano! Casi nadie tenía carro. Recuerdo que Fernando Maldonado compró una moto y la noche que la estrenó hizo varias carreras al centro llevándonos a las casas. ¿Qué afición! Hoy ni se le ocurre manejar una máquina de estas.

La energía eléctrica era escasa se iba entre dos y tres veces a la semana. Con que pesar debíamos suspender las clases, por que cuando la luz se apagaba, los alumnos ya iban lejos y los profesores también.

Ahora la cafetería debe reunir todas las normas de seguridad industrial y de higiene, procesamiento de alimentos, por que la universidad no se puede permitir una intoxicación masiva de estudiantes y profesores. Cómo éramos de fuertes antes!, que nunca nos indispusieron las golosinas del “mono”. Las infecciones no aparecieron cuando el vendedor recibía dinero con una mano y con esa misma tomaban el pan o el buñuelo que habíamos pedido.

Era el salón 201 el gran auditorio donde se libraron las más importantes batallas en los años 70 y 80 de esta universidad.

Los procesos sí que han cambiado, la oficina de Registro y Control era manual y se acuerdan de la prima de diciembre, las colas para recibir los cheques? Y las colas para cambiarlos? Y las anécdotas del pagador con el cigarrillo y el aguardiente para poder firmar los cheques?

Siempre recuerdo la envidia que me producía el cheque “gordo” de la prima de antigüedad de Ruby Santa y Mario Vélez. Esta envidia se calmó con una observación de mi esposo que me preguntó: bueno... y cuántos años llevan ellos trabajando? Entendí que la cuestión era de calendario.

Pero lo mejor, la fiesta del FAVI, con nuestros hijos pequeños. Esa sí esa una fiesta de navidad.

Si hablamos de pedagogía GAGÑÉ, Bloom, Skiner, saltarían a la palestra y el conductismo iniciaría una polémica interesante con las teorías cognitivas que empezaron a tomas fuerza en nuestro país, generándose en nuestra facultad el seminario de reflexiones pedagógicas, donde se debatían teorías, principios y enfoques de la pedagogía, proceso que se daba en todo el país con el movimiento nacional liderado por Olga Lucía Zuluaga, entre otros.

Hoy vale la pena evocar todo esto, por que los buenos momentos no deben borrarse, y los compañeros no pueden olvidarse, menos cuando se han compartido tantos años en una misma labor y con objetivos similares, donde compartimos alegrías, tristezas, sinsabores, ilusiones y desilusiones.

Estar jubilado no significa estar acabado. Es una nueva etapa en la vida que permite que cada uno haga lo que más le gusta y no lo que le toca, es la época del tiempo para uno mismo, para la familia y para los hobbies. No es la etapa de las enfermedades, la soledad y la tristeza.

Es la época de producir aprovechando la vivencias y las experiencias, sin el afán del tiempo que no se tiene y las presiones que agobian.

Por eso ustedes hoy señores y señoras invitados e invitadas son unos privilegiados que siempre estarán en nuestros corazones y siempre los recordaremos con afecto y respeto.

Es el momento de recordar a los amigos que hoy no están con nosotros a Ruth, Stella, Humberto, Edelberto, Ricaurte, Baltasar.

Recuerden esta es su casa aquí siempre serán bienvenidos.

Y como decían los griegos disfruten su vida deogógica. Ocio elegante y ocio distinguido. Y a todo en general, feliz día del maestro.

María Teresa Zapata
Decana Facultad de Ciencias de la Educación
Universidad Tecnológica de Pereira