Texto enviado por Alberto Ocampo V. para toda la comunidad universitaria.



Acreditación Institucional
Preservemos las Fortalezas

Alberto Ocampo V.

Como miembro del Comité Central de Posgrados recibí del secretario del Consejo Académico la propuesta "Instituto de Posgrados de la Universidad Tecnológica de Pereira", para que sea analizada y revisada su viabilidad, al leer los argumentos que sustentan la propuesta, me surgió inmediatamente la inquietud sobre la importancia de retomar un evento como el que se dio a principios de la década de los noventa con el Simposio Permanente sobre la Universidad (versión simplificada), donde todas las personas que ocupaban cargos de dirección académica o administrativa en la Universidad y bajo la modalidad del seminario investigativo, participaron de un programa de formación y de puesta en común de asuntos fundamentales sobre una institución tan importante para la sociedad, como es la universidad. Si no se tiene claro una “idea de universidad”, muy fácilmente se puede perder su esencia y transformarla en una empresa de servicios, desvirtuando el concepto de una institución para la transmisión, transformación, desarrollo y creación de conocimientos, que a través de sus funciones substanciales de investigación, docencia y extensión contribuye al desarrollo de la sociedad.

La ola transformadora y de "modernización", no puede llevarnos a propuestas puntuales, de entes estancos en contra vía de las tendencias administrativas actuales; si no hay una concepción integral y clara de objetivos, políticas, metas, estrategias institucionales, que justifiquen una propuesta de estructura orgánica para alcanzar los propósitos acordados por la comunidad académica, podemos estar colocándole "freno de mano" a un crecimiento institucional, que se ha logrado durante años mediante un trabajo comprometido de todos los estamentos universitarios.

Se debe reconocer que por el carácter y la misión que se le ha asignado históricamente a la universidad, son los docentes los principales actores para cumplir las metas encomendadas y las Facultades, los entes académico – administrativos que agrupan profesores y estudiantes de áreas disciplinares afines para realizar las funciones substanciales en su relación con el conocimiento.

La complejidad del conocimiento, que aflora durante el desarrollo de los proyectos de investigación, genera la necesidad de comunicarse entre academias, esto se resuelve en la actualidad mediante las redes intra e interinstitucionales y no fusionando academias, con suficiente razón e "idea de universidad" los pares externos para la acreditación institucional reconocieron como una fortaleza de la Universidad: "La decisión estratégica de las altas directivas de trascender el modelo profesionalizante por el de universidad del saber en la que los ejes académicos – la docencia, la investigación y la extensión - conforman el todo institucional y se conciben de forma sistémica. Estos ejes se conciben para que actúen conjunta e interrelacionadamente para lograr un desarrollo integral de sus estudiantes y de la sociedad en la que ellos se insertan y de la cual la Universidad hace parte".

En la misma dirección, el ingeniero Daniel Bogoya M., Director general del ICFES, al analizar los mejores ECAES de los estudiantes en los diferentes programas a los que se les aplicó la prueba, encuentra una alta correlación entre la existencia de grupos de investigación y los estudiantes con los diez mejores puntajes en los diferentes programas, es decir, hay mejor calidad en los procesos de formación en aquellas instituciones donde hay una fuerte interrelación entre los grupos de investigación, los posgrados y los pregrados, cosa totalmente diferente a lo que plantea la propuesta motivo de este análisis, que en su primer argumento de justificación menciona: "La creación del Instituto de postgrados independiza completamente los programas de especialización, maestría y doctorados de la Universidad de las Facultades lo cual le permite un poco mas de libertad en su accionar académico".

Para finalizar y ser propositivo en el análisis, considero que se hace necesario establecer un reglamento de posgrados lo suficientemente amplio y explícito, que regule las diferentes situaciones académico – administrativas previstas, y faciliten la organización y funcionamiento de los programas de acuerdo a los cambios que a nivel nacional e internacional para la educación superior se han dado. Una buena referencia puede ser el acuerdo 020 de 2001, del Consejo Académico de la Universidad Nacional de Colombia.

Pereira, junio 27 de 2005