Mensaje enviado por el Profesor Guillermo Aníbal Gärtner Tobón a la comunidad universitaria.



ACERCA DEL NARCO-MANIQUEISMO Y NARCO-FETICHISMO
(o de la instrumentalización de la razón "boba")
ACERCA DEL NARCO-MANIQUEISMO Y NARCO-FETICHISMO

Alimentando el alma para una exposición sobre problemas de la región cafetera, reabrí el documento PANORAMA DEL VIEJO CALDAS y al leer allí que "los elevados índices de homicidio en los tres departamentos, expresados en tasas que superan el promedio nacional, parecen tener una estrecha conexión con el narcotráfico en la región.", anoté al margen "ni tan lejos que no lo alumbre ni tan cerca que queme al santo", y a continuación luego de una breve reflexión girando sobre las experiencias de conocimiento en este campo vividas en marcos del Observatorio de la Convivencia, Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos (Observatorio del Delito) de la Universidad Tecnológica de Pereira y del Observatorio del Delito Departamento de Risaralda, agregué a la nota marginal: "la demonización del narcotráfico es un instrumentalización de la razón "boba" que sirve para ocultar una realidad en cuya producción y mantenimiento tienen elevada parte y responsabilidad los abanderados de la lucha contra su propia criatura. El drama griego se expresa en forma social en un país que devora sus entrañas que renacen cada día.

Se hizo para mí claro que el detonador de estas ideas se activó anoche al escuchar los noticieros en que se reproducían las declaraciones del representante político de las Autodefensas y a continuación se paseaban las cámaras pidiendo declaraciones por entre los congresistas satisfechos unos y otros no tanto con la aprobada ley de Justicia y Paz cuyo nudo problemático se concreta en el llamado "narco-mico".

Quienes me conocen saben que desde hace más de una década no profeso ni ira ni amor por alguno de los llamados actores armados del conflicto colombiano.

Pienso que a buena parte de los combatientes, los que no están solo por la paga o lo supervivencia material, de cualquiera de los ejércitos que se disputan el control del país y lo ejercen en buena parte del territorio, los inspira un mismo ánimo de progreso y justicia para todos los colombianos independientemente de todas las vellaquerías que cualquier guerra conlleva.

Pienso que los hombres de armas de las guerrillas, de las autodefensas, de las fuerzas oficiales, son las primeras víctimas de esta guerra alimentada por unos actores políticos y dirigentes de la "sociedad civil" que fungen y fingen querer acabarla a palos. Y esta posición en nada cambia por lo que voy a expresar a continuación desprendido del discurrír narrado en los dos primeros párrafos.

En mi opinión con sus palabras el Comandante Baez puso las cartas sobre la mesa en relación con el tema narcotráfico.

Si no distorsiono sus palabras, entendí que pidió dejar a un lado ese discurso de que en Colombia unos son narcotráficos y los otros no. Creo que estas palabras en el momento y circunstancias en que se pronuncian de manera pública por un actor importante de la vida nacional a quienes unos pueden sentir y llamar terrorista y otros verlo y percibirlo como un héroe, solamente y en el contexto en cuestión, podrian equipararse a las de Ernesto Samper cuando siendo hace décadas Presidente de la ANIF propuso lo que se llamó entonces la "legalización de la marihuana".

El fenómeno "narcotráfico" es apenas una expresión y manifestación de una realidad sistémica llamada vulgar pero claramente llamable "rebusque por la sobrevivencia" al cual, un sistema social excluyente y de privilegios oligárquicos denominado capitalismo, somete a las mayorías del pueblo colombiano arrojado a la esfera de la economía subterránea o ilegal. Lo anterior y en el caso en exámen adobado por tratarse Colombia de ser un apéndice de un centro mundial de poder cuyas ejecutorias valga la imágen- deben sorprender y hacer envidiar al mismo Satanás. La guerra contra "el" narcotráfico ahora adobado como "el" narcoterrorismo, no ha surgido del sentimiento nacional o de un grupo significativo de colombianos, sino que ha sido impuesta por los amos del complejo militar-industrial que ahora tan bien representa Mr. Bush.

Y, ¿qué tiene que ver esto con lo afirmado en el primer párrafo?

Algo muy simple: en el ejemplo aquí tomado como punto de partida, imputar al "narcotráfico" la magnitud de los homicidios en la región o en el país, me parece que constituye una distracción de la atención para no dejar ver la sustancia social de la cual el comercio de "drogas" prohibidas legalmente es una simple expresión de un fenómeno social mayor, estos argumentos insostenibles desde una perspectiva analítica, racional, científica si así puede decirse, contribuyen a hacer posible una forma de conciencia, de imaginarios colectivos en la opinión pública, que la hacen receptiva a los propósitos de torpedear la posibilidad de negociaciones de paz con las Autodefensas y con la Guerrilla con el argumento de estar impregnadas de narcotráfico, en otras palabras, de "sangre".


Guillermo Aníbal Gärtner Tobón
Observatorio de la Convivencia, Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos
Universidad Tecnológica de Pereira