El siguiente mensaje es enviado por el profesor Miguel Angel Gómez M., para la comunidad universitaria.



ELECCIONES Y REELECCION EN LA DECANTURA DE LA FACULTAD DE EDUCACIÓN


Por Miguel Angel Gómez Mendoza
Profesor titular
Faculta de Educación
Director Departamento de Psicopedagogía
Pereira, marzo de 2005


Por primera vez en los últimos 8 años de vida de la facultad de educación un significativo número de profesores, estudiantes y egresados manifestaron en las urnas su deseo y aspiración de cambio en la orientación y rumbo académico y administrativo de su facultad. Se ha roto el unanimismo electoral y los consensos construidos sobre la ausencia de candidatos a este cargo, en fin, se ha quebrado el formalismo vacío de la reelección automática o de las elecciones como puro tramite administrativo.

No obstante este pequeño avance, estas elecciones se caracterizaron por cierto déficit de discusión y deliberación en torno a las propuestas de los dos candidatos. El consejo de facultad no acogió la petición de la sala de profesores del departamento de psicopedagogía y del profesor Alvaro Acevedo Tarazona, de la escuela de ciencias sociales, para llevar a cabo un foro, conversatorio, intercambio de ideas, en fin, cualquiera que sea la denominación, que sirviera de escenario de presentación pública de las propuestas ante los estamentos de la facultad, tal como se hizo en otras facultades de la universidad. La presidenta del consejo, decana María Teresa Zapata, a su vez candidata a la reelección, argumento falta de tiempo cuando estas solicitudes se hicieron por escrito con suficiente anticipación. Para ser objetivos, daba la impresión que a ninguno de los candidatos les interesaba este cara a cara público. En este panorama no debe desconocerse el esfuerzo que realizó el profesor Gonzaga Castro de divulgar su propuesta en la red, además de apelar a la publicidad escrita, a las imágenes, y visitas a las salas de departamento y escuelas.

En toda esta historia, quisiera hacer unas cortas alusiones a los programas o propuestas de gestión académica y administrativa de los candidatos. El profesor Castro expuso sus deseos y aspiraciones académicas y administrativas, quizás de manera un poco extensa y general para estos tiempos de afanes y lecturas cortas, un programa que llamó al cambio y que reflejó su utopía de facultad en aspectos como la docencia, la extensión y la administración. La profesora Zapata, expuso de manera directa y pragmática en los últimos días de campaña en la página web de la universidad, sus opiniones y pensamientos sobre la marcha de la facultad, fruto de su experiencia administrativa de más de dos períodos en el cargo. Queda la inquietud de si lo allí planteado es una mezcla de percepciones y realizaciones académicas y administrativas. Aquí, una vez más, la falta de una rendición de cuentas pública de su gestión hizo falta en todo este proceso.
Varios inquietudes académicas y administrativas se suscitan luego de este proceso de elecciones. Creo que la ruptura frente al unanimismo y al simulacro retórico en las elecciones de la facultad, expresa cierto cansancio e inconformidad frente a un estilo de administración que tiene a menudo un fuerte acento decisionista en los procesos académicos, también caracterizado por una gestión al detal, al detalle, al menudeo, selectiva y relativa, que produce resultados, tampoco se trata de negar lo evidente, pero que inevitablemente y lamentablemente, genera dudas sobre el rumbo académico u orientación global de la facultad.


En este contexto, es inevitable la preocupación de si en estos tres años que vienen la facultad asistirá a más de lo mismo en términos administrativos y académicos, es decir, a un prolongación inercial o de arrastre en el ejercicio del poder administrativo y académico que se trae. Porque no se puede desconocer que objetivamente en las sociedades democráticas y abiertas como la nuestra, las reelecciones generan mayores desafíos hacia delante y hacia arriba a las personas reelectas.

En este estado de cosas, quizás una inquietudes mayor surge. Se trata de saber, sí por fin en este periodo que se inicia en la facultad, se abordará un asunto clave de la misma: el meollo de su identidad o esencia escindida. Aquí, por lo pronto hay dos desafíos para desenredar esta madeja, asunto nada nuevo por cierto, porque muchos profesores lo han planteado en diversos foros y la misma administración académica de la universidad podría interesarse al respecto.

El primero, la decanatura de la facultad debería liderar y trazar los parámetros discursivos y administrativos de reforma o de cambio de los planes de estudio de las licenciaturas de la facultad, no sé si también de las que están por fuera de ella; reformas que vayan mucho más allá, de una parte, de la “pedantería” pedagógica, y de la otra, de las soberbias reduccionistas disciplinares en la formación de nuestros estudiantes de licenciatura. Es posible que en este asunto nos encontremos con la cuadratura del círculo en la formación de maestros en Colombia.

El segundo, reconocer que muchísimas prácticas, logros, investigaciones, discursos, pregrados y postgrados y “habitos” académicos asociados a campos de conocimiento y disciplinas que existen en la facultad y otros espacios de la universidad, ya no caben en los marcos de una facultad como la nuestra. Sin desconocer que esta debe seguir apostándole a las ciencias de la educación, porque entre otras cosas así se denomina, a la pedagogía y a la formación de maestros. Este reconocimiento implica ni más ni menos darle lugar a otra facultad en la universidad, llámese facultad de ciencias sociales o de ciencias humanas, o de humanidades y ciencias sociales.

Al final de cuentas y en todo caso, y esto es también muy importante, los integrantes de la facultad hemos participado en un proceso legítimo de elección directa de su decano, en este caso decana, en el marco de una actitud de cultura política liberal democrática, contemplada y garantizada a través del ejercicio en la autonomía de las universidades estatales colombianas.


Mensaje enviado por: mgomez@utp.edu.co