El siguiente artículo, publicado en la editorial de La Tarde del pasado 12 de febrero, es enviado por jhernandez@utp.edu.co, quien considera que es un mensaje que contribuye enormemente a la democracia verdadera.



La Registraduría Nacional del Estado Civil anunció la apertura de las inscripciones de cédulas, para comodidad de los ciudadanos que quieran votar cerca de sus hogares en las elecciones a realizarse el año entrante.

Muchos ciudadanos se manifiestan escépticos y, con equivocado orgullo, indican jamás haber ejercido el derecho al voto. Creen, erróneamente, que absteniéndose de votar están sentando su voz de protesta porque no encuentran entre los aspirantes alguien digno de su confianza.

En cambio, otros, que recién han alcanzado la mayoría de edad o se sienten ciudadanos con deberes, inquieren acerca de lo que deben hacer para ejercer los derechos en su totalidad.

A estos últimos es preciso recordarles las instrucciones que daba un amigo cuando participaba en política hace ya muchos años: "Súbase las mangas de la camisa y haga lo que pueda. Vaya como voluntario (aunque esto ya no se use) a campañas políticas. Lea y circule documentos. Proteste y haga sentir su voz en los diversos escenarios a los que tenga acceso. Láncese de candidato (válido para la asociación de padres, la junta de acción comunal, como edil de la comuna, para la junta de servicios públicos, al Concejo, a la Asamblea, a la Cámara, al Senado. . .).

Apoye a los buenos candidatos (los hay) que aspiran. Inscríbase y haga inscribir a sus amigos para votar. Háblele a los jóvenes y a los apáticos.
Ayude a financiar y consiga plata (de la buena) para las campañas; infórmese, y vote, vote, vote cada vez que pueda.."

El mismo amigo decía: "La democracia se siente como una suave brisa cuando el clima es amable. Es cuando hay borrasca que los ciudadanos se ponen a prueba.
Y por lo que se advierte vamos a entrar a un ventisquero horrible".

Este ya es un año electoral. Por ahí andan ya los promeseros de ocasión ofreciendo el oro y el moro para sostenerse en el poder, utilizando los recursos públicos (en muchos casos inexistentes), programas de inclusión social que no son otra cosa que asistencialismo momentáneo, y amarrando contrataciones a diestra y siniestra.

A los consejos del amigo hay que añadirle una instrucción: revise las listas (no vaya y encuentre sorpresas), haga contraste de antecedentes (los hay hasta con prontuarios) y compare ejecutorias. El voto no es cuestión que se pueda dejar al albur pues la experiencia enseña lo costosas que son las equivocaciones.


Mensaje enviado por: jhernandez@utp.edu.co