El siguiente es un mensaje reenviado por la Jefe de Relaciones Internacionales para toda la comunidad universitaria.



Circular enviada a todas las oficinas de
Relaciones Internacionales de la Red Colombiana para la Internacionalización de la Educación Superior, RCI.

Fecha: Noviembre 25 de 2004
De: Isabel Cristina Jaramillo
Coordinadora de Relaciones Internacionales
ASCUN

Asunto: Presencia de nuevas instituciones de educación superior del exterior en Colombia

La educación superior ha experimentado una serie de cambios en los últimos años, como consecuencia de las demandas que le impone los procesos aperturistas que se han gestado recientemente y a los cuales Colombia y su sector de la educación no han sido ajenos. La internacionalización de las economías, la creciente demanda por matrícula y las tecnologías de la información y la comunicación han llevado a la educación superior a incursionar en nuevas modalidades docentes buscando con ello dar respuestas a estas demandas.

Los recientes acuerdos de libre comercio han definido marcos de acción para el intercambio de bienes y servicios. Estos últimos incluyen la educación lo que le determina un nuevo escenario de desempeño al sector tanto en el nivel nacional como en el internacional. En consecuencia, aquellos países con importantes niveles de desarrollo y capacidad exportadora han incrementado notoriamente sus servicios educativos en el exterior, algunos de ellos de alta calidad, otros en cambio, cuestionados por su bajo nivel académico lo que ha determinado una oferta educativa diversa y heterogénea.

De esta manera, las universidades colombianas empiezan a recibir una oferta indiscriminada de programas por Internet, frente a los cuales no existen referentes que determinen su calidad o seriedad académica. Estos programas o instituciones terminan siendo un riesgo para el desarrollo institucional y su responsabilidad frente a su propia comunidad académica y frente a la sociedad en general.

Recientemente, la Atlantic International University, AIU entre otras, ha comenzado una agresiva campaña de mercadeo con las universidades y en los diversos medios informativos del país. Dentro de la información institucional que adjuntan a la comunicación incluyen lo que para ellos es su filosofía institucional, que no es más que un listado de reflexiones de personajes importantes alrededor del mundo sobre educación y otros pensamientos relacionados los cuales difícilmente podrían llegar a definirse como filosofía institucional.

Igualmente, presentan la legalidad y la acreditación que “respalda” esta institución. Según la AIU “la validez del título y de los documentos de graduación que otorga AIU a todos sus estudiantes en el mundo, están respaldados y avalados por el Apostille que es un documento originado por el Convenio de La Haya del 5 de octubre de 1961, un Tratado Internacional al cual se han adherido ya más de 118 países del mundo”. El Convenio de La Haya “se aplica a los documentos públicos que hayan sido autorizados en el territorio de un Estado contratante que deban ser presentados en el territorio de otro Estado contratante” (Art. 1 del Convenio), es decir, es un convenio que se relaciona con la eliminación del requisito de la legalización de documentos públicos extranjeros y no garantiza de ninguna manera validez alguna a los títulos expedidos por esta institución.

En cuanto a la acreditación y dado que “en todo el mundo, la acreditación es un proceso voluntario” de acuerdo a lo que mencionan en su comunicación, la AIU “voluntariamente no ha solicitado la acreditación de alguna agencia regional pública en los Estados Unidos dado que prohiben la celebración de convenios internacionales”. Difícil pensar que una organización académica, cualquiera sea su naturaleza, desestimule los acuerdos internacionales; por el contrario, han llegado a convertirse en una garantía de calidad y competitividad para las instituciones de educación superior de cualquier país.

Estos y otros asuntos nos llevan a manifestar una gran preocupación y alienta a las universidades colombianas a estudiar cuidadosamente cualquier oferta internacional que no responda a los niveles de exigencia que se plantean para garantizar la excelencia académica de las instituciones y programas en el país. Alentamos a las universidades a compartir esta información y suministrar aquella que pueda conducir a generar confusiones e imprecisiones en la comunidad y en la sociedad.

Con el convencimiento que esta información contribuirá a defender la excelencia académica en el país y los derechos de quienes demandan un buen servicio educativo.

Atentamente,

ISABEL CRISTINA JARAMILLO
Coordinadora de Relaciones Internacionales