Archivo que contiene una carta constancia dejada por el Representante de los Profesores al Consejo Académico Gonzalo Arango Jiménez, en la reunión del Consejo Académico del día de ayer.
Pereira, noviembre 24 de 2004
Ing. Luis E. Arango Jiménez
Presidente
Consejo Académico de la U.T.P.
La Universidad
Con gran preocupación y algo de indignación he constatado, al leer el borrador del Acta No. 14 de 2004, correspondiente a la sesión del Consejo Académico del día 10 de los corrientes, cómo los funcionarios encargados de su elaboración registran de manera minimalista y distorsionada, u omiten aludir a ello, aquellas intervenciones de los consejeros que cuestionan las actuaciones de la administración universitaria.
Ese ladino comportamiento hace parte del estilo propio de los gobiernos absolutistas que, apoyados en un bien calculado aparato propagandístico, se ocupan de magnificar sus actuaciones y por medio de innumerables expedientes silenciar e invisibilizar la crítica a sus ejecutorias y las expresiones de resistencia a sus políticas. Una buena muestra de ello la podemos encontrar en el manejo de la información que lleva a cabo la casa de Nariño en la actual administración de Álvaro Uribe Vélez.
Es doloroso que en nuestra universidad, que cuenta con una amplia tradición democrática, se entronicen este tipo de prácticas, sumadas al estrechamiento cada vez mayor de los espacios de participación y a la falta de garantías para el ejercicio de los derechos consignados en sus estatutos y normatividad para los diversos estamentos que conforman la comunidad universitaria, los cuales, a la chita callando, se restringen mediante reglamentaciones expedidas bajo el auspicio de la mayoría de los integrantes del Consejo Superior Universitario.
Por los temas en los que se centra la atención del Consejo Académico y el desconocimiento que se hace de este organismo en asuntos medulares para la vida académica de la universidad, pareciera que a la máxima autoridad académica de la UTP se le ha convertido en un simple apéndice de la administración, para cubrir formalismos y adelantar rituales propios de la liturgia institucional universitaria.
Después de este necesario preámbulo me referiré a los asuntos puntuales que motivaron esta comunicación, la cual solicito sea incorporada, como constancia, en el acta respectiva.
1. El día 10 de noviembre, fecha de la anterior reunión, se cumplieron tres meses de realizada la sesión en la cual el consejo Académico aprobó solicitar un informe “sobre los impactos académicos” que, en desarrollo del cumplimiento de la misión institucional, se derivan del contrato suscrito por el Laboratorio de Genética de la UTP y el ICBF, para la realización de las pruebas de paternidad. Como quiera que a la fecha dicho informe no ha sido presentado, hice el reclamo respectivo adicionando la petición de un informe detallado sobre el convenio, promocionado por la prensa, con una institución española en materia de realización de pruebas en dicho laboratorio.
Curiosamente, por decir lo menos, mi reclamo se consigna en el acta de la siguiente manera: “El doctor Gonzalo Arango Jiménez, solicita que se presente al Consejo Académico informes sobre el Laboratorio de Genética y su impacto académico, así mismo sobre los contratos suscritos con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y el crédito FAD”.
2. En relación con las informaciones de prensa, difundidas profusamente por los medios locales, acerca de la incursión de la UTP en la modalidad virtual, con la oferta de cuatro programas académicos bajo dicha modalidad, indagué por la fecha y sesión del Consejo Académico en la cual se había discutido y aprobado, no sólo que la universidad ofrecería dichos programas sino todo lo relacionado con sus contenidos, docentes y demás. Expresé mi extrañeza e inconformidad por lo ocurrido, pues considero que dichas decisiones debieron ser discutidas y aprobadas en este organismo . Señalé como violatorio de la autonomía académica lo ocurrido, pues esta reside en el organismo de dirección competente y no puede la administración universitaria arrogarse el derecho a pretermitir ni a usurpar sus funciones. Además de los reclamos presentados por mí, los decanos de las facultades de Ingeniería Mecánica y de Ingeniería Eléctrica, hicieron manifiesta su extrañeza por este asunto, aunque con menor vehemencia.
Y nuestros redactores: “Igualmente solicita mayor información respecto a las ofertas académicas virtuales, quiere saber si el Consejo Académico no tiene a cargo estas actividades, pues considera que es totalmente irregular y violatorio de la autonomía académica”.
Es claro que se incurre no sólo en omisiones sino que hay un sesgo en lo consignado por los redactores que le cambia completamente el sentido a los cuestionamientos.
Finalmente quiero expresar mi inconformidad con la forma en la que se viene imponiendo las modificaciones a los planes de estudio y la adecuación a los créditos académicos. No media ningún estudio juicioso y la argumentación se remite a señalar que las propuestas vienen con el estudio y aprobación previa de los comités curriculares y los consejos de facultad, para proceder a su aprobación a “pupitrazo limpio”.
En la sala de profesores de la Escuela de Tecnología Industrial, ante la inconsistencia presentada con la “adecuación a los créditos académicos” de la materia a mi cargo, fui informado que dicho trabajo se hizo bajo la presión de las instancias administrativas que exigieron su presentación para la sesión del Consejo Académico del 10 de Noviembre. Así se está adelantando la adecuación de la universidad a las exigencias del decreto 2566.
Finalmente, en mi calidad de miembro del Consejo Académico en representación de los profesores, exijo no solo las garantías plenas para el cumplimiento de mis funciones sino el derecho a que las posiciones expresadas por esta representación se registren de manera fiel en las actas. Igualmente exijo que la administración respete las competencias de este organismo y que no sean desconocidas con argumentos tan pueriles como el presentado por el Vicerrector Académico en relación con “las ofertas virtuales”: “.. se suscribió un convenio con la Universidad Católica del Norte, ya que el rector cuenta con autonomía para asumir esta clase de compromisos...”.
Atentamente,
Prof. Gonzalo Arango Jiménez
Representante de los profesores