Artículo tomado La Patria.com el viernes 08 de abril de 2011, en el cual el profesor Rodrigo Argüello, docente adscrito a la Facultad de Ciencias de la Educación, en el cual lo señalan como el McLuhan colombiano.



El escritor y docente se perfila como uno de los teóricos de las Tecnologías de la comunicación e información. Su formación de filólogo y de literato le ha permitido explorar y proyectar una serie de reflexiones sobre el sujeto y su entorno.

Sentados en un restaurante de Pereira y hablando de temas diversos: cine, literatura, política, niñez, pedagogía, el escritor y docente Rodrigo Argüello va lanzando sentencias agudas sobre cada tema. Mientras habla de los premios de literatura que gana el país, dice: "Colombia es un excelente mercado para las editoriales". La oportunidad me permite indagarlo sobre su nuevo libro: Las Proyecciones de Prometeo. Y sin vacilaciones le digo: "eres el McLuhan colombiano". Sonríe.

De inmediato evoco al sugestivo profesor canadiense, experto en literatura inglesa, y que lanzaba bombas de hidrógeno -así llamaba a los libros-, además sus ideas eran polvorines en medio del mundo académico, aún resuenan entre nosotros: El medio es el mensaje, la aldea global, 15 minutos de fama, la novia mecánica y en fin, cada idea era como un detonante para la opinión pública. Comparo al segundo: profesor, escritor; cuando habla sus palabras causan estragos, va hilando fino y cada conversación está como uno de sus libros: Entre la espada y la palabra. Las formas de sugestionar con la palabra son similares, McLuhan ideó la Galaxia Gutenberg, afirmó que los medios eran extensiones, tuvo teorías sobre los medios, los catalogó de fríos y calientes; Rodrigo Argüello tiene las suyas, ya no son extensiones los medios, son proyecciones, la teoría de la multiexpresividad define muy bien a los medios y sus implicaciones, ha fundado un método: el simboanálisis, sus teorías sobre las ciudades causan atención, las nombró como: Ciudades góticas, esperpénticas y mediáticas. Ambos preocupados por la pedagogía plantearon proyectos educativos. Algo en común los une: la aldea global.

Rodrigo Argüello ha escrito unos 16 libros, con los cuales ha recorrido diversos caminos, dan pie a los andados por la hidalguía, desde las quijotescas batallas, es decir el mundo de la literatura donde ha propuesto novela negra y cuentos, pasando por las propuestas pedagógicas hasta llegar al alambrado universo de las comunicaciones, a ese aleph borgeano. Pero todas con un hilo conductor: el que escribe, esos otros que lo habitan y que van desfundando pensamiento.


Desobediencia

Hoy ha llegado con una nueva idea, un nuevo mito, la de que las comunicaciones se fundan en un símbolo griego: el Prometeo. No es el encadenado, ni el liberado, son las proyecciones de ese sujeto que es insignia de la desobediencia por robar el fuego a los dioses, de igual modo es el emblema del encierro por haber vivido condenado. ¿Acaso hoy las comunicaciones, las nuevas tecnologías, al ser ese chorro de luz sobre nosotros no son también la falta de claridad para avanzar?

El tema no sólo es prioritario, hablar de comunicaciones y sus implicaciones tanto políticas, como tecnológicas, así como desde las diversas transformaciones por las que atravesamos los sujetos se convierte en una urgencia. El mundo ha revolucionado sus imaginarios, ha variado sus formas de relacionarse y habitarse, pasa de un extremo de contar con tecnología de punta para comunicarse, pero ocurre la paradoja de ser esta una sociedad con poco diálogo, con más contactos que amigos, con una concurrida soledad. Tanta tecnología para hacer de la comunidad y los sujetos más compactos, y quienes se han compactado son quienes idean dichas tecnologías, mientras el ser sigue fracturado, escindido.

Con las proyecciones de Prometeo, dice el autor, hay una preocupación: "¿cómo nos proyectan esas nuevas tecnologías?, pienso entonces que detrás de cada nuevo artefacto existe una idea del sujeto, contamos con una nueva noción del tiempo, y por consiguiente la sociedad en su conjunto se transforma".

Su libro recopila disciplinas diversas, podríamos decir que acude al materialismo histórico para recaer en la seriedad de sus enunciados, recoge postulados de la filosofía, de quienes han teorizado en el área de comunicaciones, no deja de vincular la literatura y los análisis socio y psicológicos del sujeto, en otras palabras, al combinar varias disciplinas sus planteamientos resultan inquietantes.

Es el Prometeo en nuestros días un mito renovado, sus proyecciones, las de las tecnologías de la comunicación un avance para situarnos, mientras que con esa bomba de hidrógeno que nos acaba de lanzar Argüello seguro generará múltiples reacciones, entre quienes lo leen y en el ámbito de la academia. Este primer tomo -de tres- cabalga sobre las tecnologías en general, ¿Qué son en realidad las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones? Y en qué medida esas tecnologías son importantes en las transformaciones del sujeto.

La desobediencia de Prometeo, el robo a los dioses sugiere una revelación frente a la subjetividad del individuo, quien requiere de posicionarse en el mundo con el diálogo y la sociabilidad.

También son libros de Rodrigo Argüello:
* La muerte del relato metafísico.
* Estética y comunicación.
* Imago mundi.
* Los destinos de la palabra.
* Los niños hidropónicos.
* Esculpir una idea.
* Ciudad gótica.
* Introducción al simboanálisis.
* Trancón sobre el asfalto.
* Las mujeres bellas no bailan de noche.
* Viagra para el eunuco.


Tomado de: http://www.lapatria.com/story/el-mcluhan-colombiano