La Doctora Gloria Román, Jefe de la División de Personal envía mensaje de agradecimiento a la comunidad universitaria por el apoyo durante su gestión.



Para mis jefes, para directivos, profesores, administrativos, trabajadores oficiales, personal transitorio, personal en misión, compañeros, compañeras, amigos y amigas. Hoy es un día muy especial para agradecer y expresar lo que sentimos en un momento tan importante como es el Logro de la Jubilación.

Hay en mi memoria un inmenso baúl que ha ido acumulando riquezas a lo largo de los años, pero es uno distinto a cualquier otro. Es inmenso, capaz de albergar tantos recuerdos, y en el cual hay lugar para todo: Alegrías y tristezas, triunfos y derrotas, amigos y oponentes. Es un gran baúl incontrolable, que elige por si solo lo que se quiere, porque hay recuerdos que queremos borrar y otros que insistimos en guardar para siempre. Y en esos maravillosos recuerdos hay personas importantes, que llegamos a querer como a nuestros hermanos, como a nuestra propia sangre, sabiendo que hemos compartido con ellos tantos años de nuestra existencia. Ellos son nuestros amigos.

Hay un hilo intangible que nos unirá en todo momento, porque los lazos no se cortan con el adiós, queda para siempre por si la vida quiere reunirnos de nuevo, por si volvemos a observar su mirada de amistad, que no supimos cuando apareció, y a la cual nos fuimos acostumbrando durante tantos años.

Esto no es una despedida, aunque lo parezca. Es curiosa la contradicción que hoy se me da. Contradicción porque las despedidas suelen ser tristes, pero hoy me siento alegre estoy celebrando el jubilo del deber cumplido al término de una etapa en mi vida, y las celebraciones suelen ser motivo de alegría.

Esto no es una despedida. Debería ser un hasta la vista: un hasta luego que se tradujese en una cita que nos obliga a vernos de nuevo, de otro modo, con una perspectiva distinta, ya no en el ámbito laboral.

Una mezcla de tristeza y alegría invade hoy mi corazón. Llegó el momento. Es el día de partir, de dejar atrás otra etapa de mi vida para comenzar una nueva. Y eso es difícil.

Me veo parada frente a la gran puerta que conduce a un gran logro, por el esfuerzo, por la entrega, por la responsabilidad, por los valores recibidos de mis padres y de mis maestros
Año a año fui ganando un lugarcito en el corazón de esta gran familia Tecnológica. Crecí en algo tan maravilloso como la AMISTAD. Aprendí a hacer frente a cada obstáculo que la vida me puso delante. Gane unas veces, perdí otras, pero siempre con todos ustedes tratando que todo saliera lo mejor posible.

Pasaron años; y con ellos, quedaron sueños, algunos cumplidos y otros por cumplir.

Quedaron fantasías, historias, anécdotas, Buenos y malos momentos compartidos con amigos, miles y miles de recuerdos que hoy se agolpan en la memoria como queriendo salir, intentando detener el tiempo para evitar la partida.

Recuerdos para ser contados permitiendo que una lágrima escape de nuestros ojos.

Recuerdos que, aunque parezcan lejanos, nunca podrán ser olvidados.

Ahora, doy gracias a Dios por el logro, a mi familia por las ausencias y a ustedes mis compañeros que me aceptaron y compartieron conmigo durante tantos años.

GRACIAS. MUCHAS. GRACIAS.

GLORIA INES ROMÁN SOTO