Intervención del Rector de la Universidad Tecnológica de Pereira, Luis Enrique Arango Jiménez, realizada el 17 de noviembre de 2010 durante el Foro sobre desempleo.










Palabras de instalación

Miércoles 17 de noviembre de 2010. Expofuturo.


Hay dos formas de mirar el devenir social; como espectador esperando que las cosas se resuelvan por arte magia, por la acción de terceros; o la otra, como actor, buscando la manera de incidir en los procesos, los intereses y las políticas que pueden determinar el futuro.

La primera le deja al destino jugar la partida; de manera contemplativa permite que otros hagan o no hagan, sin saber que es peor. La segunda se alarma por lo que sucede, escudriña el por qué de las cosas, trata de interpretar y de hilvanar los hilos de la realidad social.

La primera es egoísta, desconsiderada, riesgosa; la segunda es socialmente responsable, asume compromisos, hace conciencia, nos proyecta como constructores de futuro.

Si las cosas fueran bien, quizás podríamos darnos el lujo de ser indiferentes, pero definitivamente las cosas no van bien y lo que es peor no se ha vislumbrado una propuesta creíble que nos deje tranquilos.

Veamos lo que está pasando a nuestro alrededor:

Según el DANE, el área Metropolitana Centro Occidente, que abarca Pereira, Dosquebradas y La Virginia, ostenta en los dos últimos años el deshonroso primer lugar nacional en Desempleo. Más de 65.000 personas buscan trabajo, 123.000 son subempleados y más de 100.000 se encuentran en la informalidad, donde no cuentan con condiciones dignas de vida. Esto explica en gran medida los altos niveles de indigencia y pobreza que azotan nuestra ciudad y departamento, las altas tasa de violencia intrafamiliar, migración, homicidios, suicidios, drogadicción, hurtos, prostitución, niños fuera del sistema educativo, hambre y enfermedad, que en una mezcla con otros problemas sociales, como el narcotráfico, configuran el panorama de descomposición social que todos conocemos, es decir la Profunda Deuda Social que experimenta nuestra sociedad. En este escenario se pierden los límites de las relaciones causales entre unos y otros problemas, entre las causas y sus efectos, de manera que se retroalimentan entre si, en crecientes círculos viciosos de miseria y descomposición social, que en los últimos 20 años han degradado nuestros campos y ciudades y que nos han hecho retroceder en prácticamente todos los indicadores de desarrollo y aumentar la brecha de inequidad y la exclusión. Gran parte de estos fenómenos podrían ser explicados por la baja efectividad de las políticas públicas y por la carencia de una agenda de desarrollo que de manera sostenible asegure bienestar a los ciudadanos y que maximice el potencial humano de nuestra región.

Atrás ha quedado el otrora departamento modelo para la planificación y también a tras ha quedado la ciudad pujante, amable y cívica; hoy reina el individualismo, el facilismo, el descontento, la indiferencia. Muchos tratan de hacer esfuerzos por cambiar esta situación, por atacar los problemas, desde sus causas o desde sus efectos, pero parece no ser suficiente, requerimos más fuerza y más concentración de actores para romper esos círculos viciosos de miseria y descomposición.

Veamos por ejemplo lo que pasa con los niños; está demostrado que en la primera infancia desarrolla la arquitectura esencial de las redes neuronales, lo que significa que construyen la base fundamental de su inteligencia y de sus capacidades para vivir en sociedad. En Pereira el 37% de nuestros niños sufren de desnutrición global, lo que produce daño neuronal, y esta situación es más aguda en otros municipios del departamento. A la inmensa mayoría de estos niños la estamos condenando a un futuro lleno de grandes dificultades. Desde ya estamos configurando una sociedad con una gran cantidad de ciudadanos disfuncionales, que podrán aportar poco al desarrollo o que se convertirán en una carga demasiado abultada para el sistema de protección social y en una amenaza para todos.

Sé que lo que decimos suena fuerte, sé que incomoda, pero es cierto y debemos comenzar por decirnos las verdades, por aceptar la situación problemática si queremos cambiarla. Otros Territorios lo han hecho y Pereira y Risaralda tienen todas las capacidades y potenciales para hacerlo también. Juntos podemos encontrar la salida de la trampa de la pobreza, la descomposición social y el subdesarrollo.

Todo este panorama gris que he descrito, contrasta con el desarrollo físico que se aprecia en nuestra ciudad, engalanado con grandes y modernas obras de infraestructura; un observador desprevenido encontrará nuevas avenidas, grandes edificios y resplandecientes vitrinas en los centros comerciales, además de un parque automotor cada vez más lujoso y que crece de forma acelerada. Esta es la cara amable, la fachada que esconde profundas inequidades sociales como las que acabo de describir. La que usamos en las portadas de los directorios telefónicos, en las postales, en las fotos, pero definitivamente no es la que describe el estado real de nuestra realidad.

Antes de entrar en materia, hagámonos las siguientes preguntas:

¿Este es el tipo de sociedad que todos deseamos?, ¿Es el lugar dónde queremos que crezcan nuestros hijos y pasar nuestra vejez? ¿Estas circunstancias nos hacen felices?
Me atrevo a dar una respuesta categórica: NO. Esta no es la sociedad, ni la ciudad, ni el departamento que queremos, no es lo que soñamos. Podemos y merecemos estar mejor.

Ha llegado la hora de pensar y adelantar entre todos un radical y profundo cambio del modelo de sociedad que tenemos y las Universidades como sitios donde se crea, circula y se difunde conocimiento deben empezar por jugar un papel mas protagónico. Están obligadas por lo que representan para la sociedad, por la confianza que generan, a propiciar los acuerdos y encuentros entre los diversos actores sociales para impulsar los cambios estructurales que pide a gritos la realidad social.

Esto es lo que estamos haciendo las Universidades de Risaralda; le estamos proponiendo a los risaraldenses una gran Movilización Social, para avanzar hacia una sociedad y economía basada en el conocimiento, con equidad, justicia, inclusión y responsabilidad social. Esta es una apuesta para los próximos 20 años, sabemos que los cambios estructurales son de largo plazo y las universidades estamos dispuestas a actuar de manera constante en esta construcción de un mejor futuro. La Universidad Tecnológica de Pereira, la Universidad Libre; la Universidad Católica Popular de Risaralda; el Servicio Nacional de Aprendizaje – SENA; la Escuela Superior de Administración Pública – ESAP; la Fundación Universitaria del Área Andina; la Universidad Cooperativa de Colombia; la Fundación Universitaria Autónoma de las Américas; la Universidad EAFIT; la Corporación Instituto de Administración y Finanzas – CIAF; la Universidad Agrícola y Rural de Colombia – UNISARC y la Red de Universidades Alma Mater, nos hemos unido para invitar a todas las fuerzas y actores sociales de nuestro departamento a definir y poner en marcha los acuerdos sociales, requeridos para la gran transformación social que se requiere y que precisa de todos: sector público, sector privado, sector político, organizaciones civiles, sociales, religiosas, etc.. La Movilización busca desarrollar en el largo plazo en conjunto con todos los actores de la sociedad, un proceso de transformación de la agenda de desarrollo de la región, orientado a la sociedad y economía del conocimiento, mediante la motivación hacia la generación de nuevas demandas, enfocadas hacia el conocimiento como eje clave de desarrollo.

La Educación, la Investigación, la Ciencia, la Tecnología y la Innovación son considerados aspectos claves del desarrollo de los territorios, en el marco de la emergente economía y sociedad del conocimiento y como factores diferenciadores para lograr competitividad en los actuales mercados. En esta nueva tendencia global, el ser humano y su conocimiento son prioridad del desarrollo. Pero se trata de educación y de conocimiento con responsabilidad social, incluyente para todos, especialmente los niños, pero también para las gentes del campo, los jóvenes innovadores, los empresarios y también los científicos. No se trata de un sistema de ciencia y tecnología para las elites, en las universidades, en las llamadas torres de marfil. No!, se trata del conocimiento puesto al servicio de la sociedad, se trata de cambiar nuestra forma de pensar y de relacionarnos, se trata también de valores, de compartir información, de pensar estratégicamente, de buscar y aprovechar oportunidades, del respeto y la cooperación para ser más felices.

No obstante, a pesar que el departamento de Risaralda cuenta con grandes potencialidades en educación superior, entre otras ; una oferta considerable de instituciones de alta formación y de programas académicos de pregrado y postgrado, un alto número de grupos de investigación e investigadores reconocidos por Colciencias y las comunidades científicas, con proyectos y estrategias orientadas a la creación de empresas de base tecnológica y con premios mundiales de innovación , carece de una estrategia concertada entre los actores, que permita encausar todos los esfuerzos hacia una inserción segura en la Economía del conocimiento. Es decir, se requieren políticas públicas que unan los esfuerzos y maximicen las fortalezas y los impactos en el desarrollo, encausando de manera segura a Risaralda, hacia una Sociedad del conocimiento.

Las Universidades ya hemos empezado y en este propósito se han estado sumando los demás actores del desarrollo del departamento, la mayoría aquí presentes, por medio de memorandos de entendimiento y cooperación, que apuntan a generar procesos desencadenantes de política pública. A la fecha la Movilización Social ha sido ratificada por la firma de 106 líderes, de 47 instituciones, organizaciones e instancias de todos los sectores sociales (ambiental, político, social, académico, gremial, gubernamental, organizaciones comunitarias y juveniles e innovadores). Adicionalmente 8.000 personas han sido socializadas en todo el departamento.

Con todos los actores sociales se construirá un Pacto por una Sociedad y Economía igualitaria, justa, incluyente y con responsabilidad social, fundada en la educación y el conocimiento en Risaralda.

Finalmente en nombre de los Rectores colegas quiero dar un agradecimiento especial a todos ustedes por su asistencia a este Foro Departamental sobre Desempleo y Mercado Laboral, organizado en el marco de la “Movilización Social Hacia una sociedad y economía del conocimiento, con equidad, justicia, inclusión y responsabilidad social”.

El desempleo como muchos otros temas asociados al desenvolvimiento de la economía no tendrán solución de fondo hasta que no logremos cambiar el modelo de desarrollo y la eficiencia social; ello no implica que no debamos examinarlos en sus causas y efectos de manera rigurosa y buscar la forma de proteger a la población tanto como sea posible.
Sean bienvenidos a este Foro y a la Movilización Social, queremos que todos los presentes se sumen a la construcción de una nueva Risaralda, de la nueva Pereira, de una mejor sociedad.

Gracias a todos y éxitos con el evento.


LUIS ENRIQUE ARANGO JIMÉNEZ
Rector
Universidad Tecnológica de Pereira