Intervención del Rector de la Universidad Tecnológica de Pereira, Luis Enrique Arango Jiménez realizada durante el evento de celebración de los 10 años de la Red Alma Mater el 10 de noviembre de 2010 en la ciudad de Bogotá.
INTERVENCION DEL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE PEREIRA, INGENIERO LUIS ENRIQUE ARANGO JIMÉNEZ PRESIDENTE DE LA RED ALMA MATER
EN LOS 10 AÑOS DE SU CREACION
Al cumplir 10 años de creación, la Red de Universidades Públicas del eje cafetero Alma mater, conviene acudir a la memoria para evocar los orígenes de la misma. Debemos recordar que a finales de la década de los 90 las Universidades del eje cafetero, junto a otras instituciones públicas, iniciaron un ejercicio de reflexión sobre la región que se denominó el “Foro permanente por la integración Regional”. Este antecedente si bien no llegó más allá de algunas reuniones y documentos, si marcó la necesidad de pensar por fuera de los límites de lo departamental y advirtió la enorme fragmentación en que se encontraban las Universidades.
Ocurrido el terremoto del año 99 que afectó principalmente al Departamento del Quindío, el gobierno nacional decidió asumir la reconstrucción con un modelo novedoso que convocó a la sociedad civil y tomó distancia de la manera tradicional de ejecutar los recursos públicos a través de los circuitos influenciados o controlados por los intereses políticos. El modelo conocido como Fondo para la Reconstrucción del Eje Cafetero FOREC, presidido por el Dr. Luis Carlos Villegas Echeverri y dirigido por Dr. Everardo Murillo Sánchez, llamó a diversas organizaciones para que hicieran la gerencia de las distintas zonas de la reconstrucción; concurrieron Cámaras de Comercio, Comités de Cafeteros, Organizaciones No Gubernamentales, Universidades, y variadas organizaciones de la sociedad civil; incluso algunas conformaron alianzas para participar de la re construcción como fue el caso de la Fundación Vida y Futuro, conformada por la Cámara de Comercio de Pereira y la Caja de Compensación Familiar de Risaralda. En particular la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de Antioquia tuvieron un papel destacado, ya que tenían experiencia en contratación con el Estado. Las Universidades del Eje Cafetero no pudieron tener mayor protagonismo en las gerencias zonales, entre otras cosas, por su falta de experiencia y solidez institucional de trabajo conjunto.
Había pasado casi un año y medio después del terremoto del 25 de enero de 1999, cuando ya se intentaba en este organismo la adopción de estrategias para dar fin a la tarea del Fondo Regional de la Reconstrucción de la Región del Eje Cafetero-FOREC, prevista desde sus inicios para enero del 2002; se consideró fundamental contribuir a generar condiciones de sostenibilidad de las experiencias y desarrollos logrados, no solamente en el ordenamiento territorial y la gestión del riesgo, sino de la sostenibilidad de todos los aspectos positivos del proceso de reconstrucción, en especial en cuanto a los avances en el fortalecimiento de las capacidades institucionales y del capital humano, social y físico de la región.
Fue esta filosofía, la que inspiró a la Unidad de Ordenamiento del FOREC, a cargo de la Dra. Gloria Inés Acevedo Arias, la iniciativa para la creación de una entidad que reuniera las universidades públicas de la región del Eje Cafetero, para dar continuidad y proseguir con los avances y resultados obtenidos a la fecha.
La llamada Región del Eje Cafetero constituida tradicionalmente por los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda, fue “ampliada” por el sismo del 99, debido a sus graves impactos, a cinco departamentos: Caldas, Quindío, Risaralda, occidente del Tolima y norte del Valle; esta circunstancia de la naturaleza, determinó entonces, la hoy composición regional de la Red Alma Mater, por pertenecer las universidades públicas fundadoras a cada uno de estos departamentos.
La iniciativa de la Dra. Gloria Inés me pareció acertada pues encajaba en mi deseo de poner las universidades a trabajar conjuntamente en temas regionales; además nos vinculaba a la reconstrucción que nos había sido esquiva. Lo demás fue carpintería.
Iniciamos en conjunto un trabajo de persuasión con los rectores de las universidades y apoyados en un primer convenio de cooperación, elaborado con el acompañamiento del Dr. Alfredo Roncancio, Ex subdirector del Corpes de Occidente, que hablaba expresamente de cooperar con la reconstrucción, le dimos paso a la ruta de creación de la red como entidad jurídica.
No teníamos referentes, así que con el apoyo jurídico del Dr. Carlos Alfonso Zuluaga Arango, Secretario General de la Universidad Tecnológica de Pereira, buscamos dentro de la legislación la figura que más se ajustara a las necesidades, adoptando la que en su momento fue innovadora; asociarnos como entidades públicas amparados en la ley 489 de 1998 en su artículo 95, en una figura pública que se rigiera por el derecho privado, lo que nos pondría en igualdad de condiciones con las otras organizaciones que participaron de la reconstrucción. Así nació jurídicamente la Corporación de las Universidades Públicas del Eje Cafetero Alma Mater. Una entidad sin ánimo de lucro, pública, tutelada por las Universidades. A la creación concurrieron las cuatro Universidades Públicas de la región cafetera: Caldas, Quindío, Tolima y Tecnológica de Pereira, con el acompañamiento de la Universidad Nacional de Colombia sede Manizales con carácter de invitada dadas las dificultades de su vinculación legal en el momento, ya que su representación era centralizada en Bogotá.
Una vez firmada la escritura en la Universidad Tecnológica de Pereira el 26 de septiembre del año 2000 , con la presencia del Notario Sexto de la época, Dr. Guillermo Vallejo Ángel, y con el ánimo de fortalecer la nueva entidad, el FOREC desde la Unidad de Ordenamiento Territorial celebró el primer convenio que tuvo la Red Alma Mater por una cuantía de 500 millones de pesos, cuyo objetivo era trabajar en el fortalecimiento de los planes de ordenamiento territorial de los municipios en especial desde el ángulo de la gestión del riesgo en la región.
Posteriormente se firmó otro contrato para la sistematización de toda la legislación en materia de riesgo existente en Colombia en asocio con el CIDER de la Universidad de los Andes, documento que serviría de base para la formulación de una ley para la gestión del riesgo en Colombia con el apoyo del Dr. Omar Darío Cardona, Ex director de la Oficina Nacional de Atención y Prevención de Desastres. Esta tarea sirvió de punto de partida para la creación e inicio de una especialización sobre Gestión del Riesgo en la Facultad de Medicina de la Universidad Tecnológica de Pereira, la que ya se había vinculado durante el siniestro mediante la creación de bancos de sangre, con el liderazgo de la Dra. Sary Arango Gaviria (Q.E.P.D) y el decano de entonces Dr. Jesús Herney Moreno Rojas.
Estos antecedentes contractuales sirvieron de ancla para el despliegue y fortalecimiento de la red.
Finalmente la red se amplió a otras Universidades como la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD con carácter pleno y otras con carácter de invitadas. Hoy son cinco las Universidades Públicas que conforman la red con carácter pleno y cinco como invitadas, lo que nos posiciona como una red sólida en el ámbito nacional.
Naturalmente que la red fue la gran ocasión de retomar el hilo de la integración regional y por ello en sus estatutos se estableció como propósito central la integración académica, el apoyo a la gestión pública y la promoción del desarrollo regional.
Transcurridos los primeros diez años de la red podemos darnos por satisfechos; pasamos de ser Universidades que apenas se reconocían, a una realidad donde somos capaces de trascender del aislamiento relativo, hasta poder construir ofertas de posgrado en conjunto; hacer investigación interinstitucional en red; realizar presentaciones conjuntas en ferias como en la Feria Nacional del libro, producciones editoriales conjuntas y propias de la red a través de su sello editorial; internacionalización para todas las universidades rompiendo el individualismo a través de convenios y estrategias que nos favorecen y potencian; proyectos específicos de naturaleza regional como el organismo de procura de órganos-OPO-Colombia Vive; eventos académicos que nos congregan y hasta encuentros deportivos como ocurrió en el pasado reciente.
De singular valor han sido los servicios que se prestan para la administración de redes académicas y de programas de Universidades; en particular la administración que hacemos al Doctorado en Ciencias de la Educación de Rudecolombia, a través de un modelo de ejecución sistematizado y descentralizado y al Doctorado en Ciencias Biomédicas de la red Alma Mater. En el caso de Programas de Universidades, los servicios que se le prestan a la Universidad del Tolima con la administración de la formación a distancia en Bogotá y algunas otras regiones del país.
No podría ignorar la experiencia que la red está teniendo con dos colegios en Concesión de Pereira; una oportunidad de trabajar al lado de la Universidad Tecnológica de Pereira en la construcción de un modelo de operación de una Institución Educativa en sectores deprimidos socialmente. El Colegio de Tokio y el futuro colegio de Málaga nos pondrá a prueba sobre nuestra capacidad de proveer una educación básica y media de calidad con responsabilidad social.
Pero quizás de igual importancia haya sido el papel relevante que hemos jugado con las corporaciones ambientales en la construcción de la eco región del eje cafetero, iniciativa que piensa y construye región en términos de plataforma natural; o la participación destacada que hemos tenido en el proyecto Paisaje Cultural Cafetero que pretende declarar los municipios cafeteros como patrimonio histórico de la humanidad, una propuesta que avanza y que puede ser estratégica en términos de desarrollo de la región.
Podemos decir que difícilmente hay esfuerzos que se hagan por la integración del eje cafetero donde la Red Alma Mater no esté presente. La Red Alma Mater se ha ganado el derecho de ser interlocutora de primera línea en los procesos de integración.
Bien importante que se nos haya llamado desde el Gobierno a participar de la fundación del Centro de Bioinformática que se instalará en Manizales pasado mañana con el liderazgo del Ministerio de las TIC, Colciencias y Microsoft.
En el campo del apoyo a la gestión pública, sin ser el corazón de los objetivos de la red, hemos podido construir una gran capacidad operativa que nos permite ser socios del Estado en sus distintos niveles para el cumplimiento de las funciones públicas que les corresponde, o desarrollar alianzas estratégicas para llevar servicios a y de terceros, igualmente beneficiosos para la eficiencia y eficacia del Estado. Esta línea de trabajo nos ha proveído de los recursos para financiar las líneas misionales.
Es indudable que estamos abriendo caminos nuevos para el funcionamiento de las redes académicas en Colombia y en el mundo; así nos lo han hecho saber quiénes conocen del tema. Estamos construyendo y consolidando un modelo de gestión académica en red que sea replicable a otras regiones y redes de universidades para Colombia a las que les serviremos de apoyo en ese propósito, así como al Ministerio de Educación Nacional para que su actual legislación se adapte a las nuevas realidades de la gestión global del conocimiento.
Como Presidente del Consejo Directivo de la Red y en representación de los Rectores actuales y sus antecesores, quiero agradecer la labor de todos los funcionarios de la red, incluidos los gestores comerciales, dirigidos de manera impecable por el Director Ejecutivo, Dr. Germán Toro Zuluaga y su equipo directivo, entre quienes se cuentan la Dra. Luisa Fernanda Giraldo Montoya, la Dra. Gloria Inés Acevedo Arias y el Dr. Oscar Arango Gaviria; sin el concurso de todos ellos no hubiéramos podido llegar a donde hemos llegado. Igualmente un agradecimiento especial para nuestros clientes y proveedores por la confianza depositada en nosotros.
De la misma manera a todas las personas que desde cada una de las Universidades han servido de articuladores a los propósitos de la integración académica; la verdad, pese a que falta mucho por recorrer en esta materia, nos revela que hemos avanzado lo suficiente para percibirnos como un poderoso instrumento de apoyo a la gestión para el futuro de cada una de las Universidades que conformamos la red, como para la región que compartimos y de la que hacemos parte.
Felicitaciones a todos en este décimo aniversario.
Muchas gracias,
LUIS ENRIQUE ARANGO JIMÉNEZ
Presidente
RED ALMA MATER