En el marco del Conversatorio de responsabilidad social y educación inclusiva que se está realizando los días 20 y 21 de octubre en la Universidad Tecnológica de Pereira, el Dr. Jorge Daniel Cohen, fue invitado por la Vicerrectoría de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario para que contara sus experiencias en el tema de la investigación desde el paradigma de la responsabilidad social universitaria.



La Oficina de Comunicaciones habló con él sobre su experiencia y opiniones en el tema de responsabilidad social empresarial y universitaria, quien además se mostró motivado con su primera visita a la ciudad de Pereira.

Oficina de Comunicaciones: ¿Cuál es el motivo de su visita a la Universidad Tecnológica de Pereira?

Jorge Daniel Cohen: Hace unos tres o cuatro meses nos conectamos con gente de la Vicerrectoría de responsabilidad social y bienestar universitario, a partir de una iniciativa de constituir una Red de Universidades de América Latina y de Europa con la finalidad de establecer algún proceso futuro de cooperación entre estas universidades en temas de responsabilidad social universitaria.

Yo he realizado algunos trabajos en Argentina específicamente en la Universidad Nacional de La Rioja, desde el año 2004, y esto lo vieron algunos profesores de aquí de la Universidad Tecnológica a través de la Internet, y así surgió este interés mutuo en realizar trabajos y algunas investigaciones que vinculen temas de responsabilidad social universitaria, un universo muy interesante y novedoso desde la perspectiva de las universidades.

O.C.: Todas las empresas han manifestado su interés en el tema de responsabilidad social, ¿por qué cree usted que es importante que las universidades también se vinculen al tema?

J.D.C.: Aclaremos que las empresas han entrado al tema de la responsabilidad social empresarial un poco obligadas, las que primero empezaron en este tema, y me refiero a unos 15 o 20 años atrás, fueron inicialmente las empresas contaminantes del mundo, ó sea, las que se dieron cuenta que tenían que salir con un discurso diferente; que tenían que hablar con la gente y aclarar determinados tipos de cosas. Ó sea, si nosotros analizamos el desarrollo histórico de este tipo de procedimiento, inicia allá, claro, luego se generaliza, el mundo se interconecta, la gente se comunica y un fenómeno simple y desconocido para la mayoría que puede ocurrir en la esquina de nuestra casa, hoy inmediatamente lo conoce el mundo, así, que el fenómeno comunicacional es el que obliga a trabajar el tema de la responsabilidad social empresarial.

En el caso de las universidades el criterio es distinto, ellas siempre tuvieron su cuota de responsabilidad, marcada por tres andariveles: formación, extensión e investigación. Lo que pasa es que no basta con esto, nos damos cuenta en este nuevo milenio que las universidades tienen más responsabilidades que hacer todavía, pues hay mucha materia gris en profesores y estudiantes, posibilidades de producir y gente para hacer cosas, y eso tiene que destinarse desde esta perspectiva de la responsabilidad social, porque tenemos que ir más lejos y apoyar a la sociedad, detectar las vulnerabilidades de ella y trabajar con ella. Aunque la responsabilidad social se tenía, ahora hay un cambio de visión, y se busca trabajar en ello en grupos de universidades.

O.C.: ¿Cómo ha sido la experiencia de Argentina y de la Universidad Nacional de la Rioja en el tema de responsabilidad social?

J.D.C.: Nosotros hemos tenido dos experiencias importantes, de relativamente largo plazo, de tres y dos años respectivamente, una está relacionada con la capacitación de un determinado perfil de personas vinculadas con la justicia de un estado provincial en el norte de Argentina, una sociedad vulnerable que necesitaba la solución de algunos problemas, así que hicimos una acción de capacitación, concientización y finalmente de trabajo conjunto entre estudiantes y profesores de varias universidades y un número considerable de Organizaciones no Gubernamentales.

La segunda experiencia se realizó en el Estado Provincial de La Rioja, un estado con dificultades económicas y un clima semidesértico, y eso mismo genera una situación que impide el desarrollo de la sociedad. Esta gestión consistió en el trabajo con 50 estudiantes universitarios y cuatro profesores de comunicación social y se hizo un programa con 3 ONG’s, con trabajos de problemática de género, de agua y del problema de los aborígenes.

O.C.: ¿Cómo fue la respuesta de la sociedad a estas iniciativas?

J.D.C.: La gente tiene temor y resistencia al principio, cada vez que uno tiene iniciativas que son novedosas, aspectos que nunca se han trabajado, siempre hay temor. Hemos tenido que ir a superar todos esos problemas, hasta lograr entrar en confianza y conocer las necesidades por ejemplo de la comunidad aborigen, ellos no estaban acostumbrados a comunicar sus problemas y les dimos la posibilidad de que tengan voz, y luego todo estuvo muy enriquecido con la experiencia.

O.C.: ¿Cómo ve usted el conversatorio sobre responsabilidad social que se realiza en la UTP?

J.D.C.: Yo creo, y sé que el Rector de la universidad tiene muy claro el tema, mientras la universidad sepa hacia donde hay que ir, lo que es un punto de partida importante. Mi intención es justamente contar experiencias concretas para que la gente tenga idea de hacia dónde se puede dirigir.

O.C.: Finalmente, ¿Qué opina usted del proceso que se desarrolla en el tema con la Vicerrectoría de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario?

J.D.C.: La Vicerrectoría es una iniciativa pionera, yo no conozco otras universidades que hayan llevado a este rango el tema de la responsabilidad, en esto son pioneros y hay que destacarlo. Y esperamos constituir una red entre las universidades que estamos interesadas en el tema, en la que podamos participar incluso con universidades europeas. La UTP tiene la ventaja de contar ya con una importancia de Vicerrectoría y esto dice la relevancia que la universidad le quiere dar.