Mediante el convenio 040, realizado entre la Cárder y el Jardín Botánico de la Universidad Tecnológica de Pereira, se logró la elaboración de un plan de conservación de cinco especies de plantas contenidas en el Libro Rojo de Amenazas, proyecto que actualmente es considerado como modelo a nivel nacional ya que es el único existente para manejo de flora en Colombia, pues los demás han sido para preservación de especies faunísticas.



Por los avances en materia investigativa de la UTP en comino crespo, cedro negro, roble, cedro de montaña y magnolias, el grupo de investigación del Jardín Botánico, avalado en categoría C por Colciencias, logró el apoyo de la botánica Garden Conservation International, que es la Asociación Mundial de Jardines Botánicos, quienes interesados en los avances, hace dos años están patrocinando la investigación de la UTP en magnolias.

Según Jorge Hugo García Sierra, director del Jardín Botánico, luego de presentar los resultados obtenidos de las especies, llegaron a la institución delegados de Londres, quienes otorgaron los recursos económicos para continuar con el plan que no sólo plantea el diagnóstico y la reforestación sino acciones educativas, comunitarias, políticas e institucionales.

Se detectó que la familia de magnolias es una de las más amenazadas en Colombia, ya que sólo existen 33 especies en todo el país, de las cuales 5 están en Risaralda, parte del Quindío y de Caldas.

Las especies encontradas son identificadas como: magnolia Wolfii, Gilbertoi, Chocoensis, Yarumalensis y la magnolia Hernandezii, más conocida como Molinillo, que debe su nombre a los molinillos para batir el chocolate, ya que en esta región, los paisas de antaño fabricaban dichas herramientas usando la parte central (o placenta) de sus frutos, aprovechando su consistencia leñosa y sus cavidades naturales, de la cual unían un palo para lograr resistencia.

“Llevamos 2 años trabajando con magnolias y basados en los resultados participamos en un Congreso Internacional en China presentando la investigación en esta especie, además tenemos artículos publicados a nivel internacional en la revista Magnolia Society.

A nivel nacional Risaralda es el segundo departamento en tener más avanzadas las investigaciones de magnolias, el primer puesto lo tiene Antioquia que lleva mucha ventaja en el tema de conservación y manejo de plantas con su propia estrategia”, explicó García Sierra.

Por los excelentes aportes a la biodiversidad, ahora el Jardín Botánico emprenderá la segunda fase de la investigación, para la cual presentará, en este año, un proyecto a dicho organismo internacional para continuar con el trabajo educativo sobre la especie en las comunidades, transfiriendo el conocimiento para que estas se apropien de la especie y la reproduzcan.

Resultados
La investigación ratificó que la especie está en vía de extinción alta ya que, además de usarse como molinillo “es un árbol maderable de muy buen valor y que anteriormente se encontraba en los patios de viviendas y en todos los sitios rurales. Se extrae madera rolliza (varas, postes, horcones) o madera de aserrío (tablas, cuartones). Su madera es dura, pesada y permite un buen pulimento”, puntualizó García.

El árbol de magnolias se caracteriza por tener un tronco de hasta 40 m de altura y más de un metro de diámetro, corteza lisa lenticelada, café claro o gris claro. El fruto agregado es globoso, leñoso de hasta 15 cm de diámetro.

El Molinillo es endémico de la cuenca del río Cauca y alrededores, en su piso térmico medio a frío, y distribuido desde Antioquia hasta el sur del Valle.

Su distribución comprende un rango altitudinal entre 1700 y 2600 m. La especie está restringida tan sólo a unas pocas localidades donde aún se conserva el bosque antiguo, en las laderas de las Cordilleras Occidental y Central, en los departamentos del Valle, Quindío, Risaralda y Antioquia.

Su distribución en el departamento de Risaralda es muy escasa, no obstante se ha determinado presencia de algunas especies en Santuario, La Celia y Pereira y muy poca población de magnolias, casi desapercibida, en zonas alejadas de Pueblo Rico, Belén de Umbría, Apía y Balboa.

Amenazas
Debido a la pérdida de su hábitat natural de distribución, principalmente a causa de la apertura de tierras para la caficultura y la ganadería, la construcción de viviendas y vías y, muy especialmente, a su sobreexplotación como madera de aserrío.

El Jardín Botánico de la UTP ha comprobado que los frutos se colectan en el árbol o en el suelo y se colocan a sol directo para que se de la dehiscencia y se expongan las semillas.
En el caso de los frutos del suelo, se extraen las semillas y desinfectan con hipoclorito de sodio, se extraen las semillas y se dejan durante tres días en agua fría para maceración y que el despulpado sea más fácil y rápido.

El interés de esta investigación es proporcionar la mayor cantidad de conocimientos posible sobre el tema a las comunidades para que entre todos se propague la semilla y se ayude a la reforestación de zonas rurales municipales, mecanismo que contribuye a la conservación y manejo de la especie, amenazada en Colombia.


Información disponible en:
http://eldiario.com.co/seccion/EDICION+DOMINICAL/a-la-vanguardia-en-manejo-de-magnolias100626.html