Abre tu mente de una manera contemplativa, de una manera transigente, de una manera propia del ser, pues un grupo de admirantes tiene una invitación que hacerte.



Nos hemos dejado embelesar por la capacidad bella de la admiración y con voluntad propia hemos despojado de nuestra lectura de la realidad las restricciones y la exclusión.

Hemos emprendido con regocijo un viaje hacia la búsqueda insoslayable de espacios donde aflore con cálido encanto y espontaneidad el lenguaje preciso para la construcción mancomunada de conceptos que atañen a la expresión del ser y que se soportan en la pluralidad, la interacción y la alteridad”.

Fue ese 14 de mayo, en la Universidad Tecnológica de Pereira, en horas de la mañana cuando el colectivo “El Viaje Del Admirante” dio uno de sus primeros pasos palpables para abalanzarse sobre su propósito de re-significar el mundo a través de lenguajes serenos y armoniosos.

Con una convocatoria abierta, donde todos y cada uno de los individuos conmovidos con nuestra magnánima aspiración tenían la posibilidad de participar, inició el gran evento.

Días antes del viernes 14 de mayo se cuchicheaba por todos los pasillos de las instalaciones universitarias sobre la muestra artística y cultural que tendría lugar en la UTP. Los carteles y los volantes empapelaban las paredes y los pisos dando avisos inminentes sobre la gran actividad que tenía como principal anhelo la admiración de las manifestaciones estéticas.

Las redes sociales se atiborraban de voces tácitas que confirmaban su asistencia y su deseo de participación en aquel glorioso día.

Era la trascendencia de los individuos, el compromiso no era de parte de docentes, administrativos, estudiantes o sujetos civiles, sino un pacto entre prójimos o individuos que los congregaba la admiración de las expresiones ajenas o propias.

Se llevó a cabo la jornada ese 14 de mayo de 2010 se cumplió el primero pero no el único deseo que era encaminado por “El Viaje Del Admirante”. Desde las 10:00 a. m. hasta las 8:00 p. m. el aire se colmó de propuestas diversas que reclamaban la contemplación de los observadores.

Grafiteros, músicos escritores, pintores, videógrafos, fotógrafos, teatreros y demás individuos que anhelaban con ansias profundas reflejar esas producciones subjetivas que desde su adentro requerían un espacio en el afuera.

Fue un momento memorable que logró rubricar en sus participantes las intenciones de protesta frente a la exclusión y la rigidez injustificada con las cuales suele accionar el sistema, las instituciones o aquellos tercos que poco saben de la benevolente alteridad.

¡Admirantes!, tan sólo nos queda esparcir con insondable sentimiento las gratificaciones vitalicias a todos y cada uno de los que hicieron posible esta embrionaria aspiración, y por supuesto, el llamamiento es expedito a todos aquellos que apetezcan el peregrinaje hacia la re-significación de conceptos, a aquellos que aspiran a escudriñar la maciza corteza de la lógica de funcionamiento con la cual no simpatizamos, la exclusión y el rechazo.



Manifiesto

Desde el deseo amoroso por re-significar el mundo a través de las diversas prácticas estéticas, emitimos un llamado dirigido a artistas de toda naturaleza (escritores, músicos, pintores, fotógrafos, diseñadores, videógrafos, teatreros, cuenteros y creadores de sentidos) a participar y coocrear encuentros libres de manifestación creativa, que otorguen posibilidades comunicantes inusitadas para todos.

Ya podemos imaginar el camino bello, enorme y primaveral de manifestaciones estéticas de la más amplia diversidad. Contamos juntos con el poder de realizar esta colectiva y no competitiva construcción, que hundirá sus cimientos no en la tierra, sino en la memoria del espacio y los viajantes, en la memoria de los que caminan, en la memoria de los artistas y de los admirantes.

Hay un hambre de hombres y mujeres, más sutil que el apetito digestivo y menos evidente que el deseo de aparearse, es el hambre de expresarnos, es el deseo imperioso de ser nosotros mismos y volcar la atención del mundo si es posible sobre nuestras expresiones estéticas. El viento, trajo hoy cantando entre las ramas de estos bosques su mensaje, y su palabra es una invitación para que vengas con tu noble propuesta, la cosecha de tu adentro en el afuera.

En cierta forma será un intercambio de sentidos, una experiencia transpersonal, donde cada cual expone lo que tiene y donde cada uno recibe el color o el sonido que le falta para completarse.

Un paso sigue al otro, lo refleja y lo supera, una secuencia de pasos se convierte en experiencia, y así como los pasos la mirada se pasea, viaja, recorre, se posa y en un nuevo vuelo se libera.

¡Sé admirante!, camina junto al bosque poblado de visiones y subamos en este encuentro a la abierta fuente de donde brotarán poemas y canciones.


Texto de: Juan David Ospina-Estudiante Lic. en Comunicación e Informática Educativas UTP


Información tomada de: http://www.eldiario.com.co/seccion/ENFOCADOS/el-viaje-del-admirante100520.html