Artículo de El Tiempo de el día del jueves 7 de octubre de 2004
Ofrecerá diplomados y educación continuada y se exigirá más investigación a docentes y alumnos. Habrá énfasis en competencias y no en contenidos.
Carreras de cuatro años, materias que salen del currículo, posgrados en el quinto año, semestres comunes para alumnos de distintos programas, más énfasis en lectura, trabajo en equipo y puntualidad. También nuevo estatuto docente...
EL TIEMPO



Proponen revolcón total en la Universidad Nacional que entraría en vigencia en enero próximo

Ofrecerá diplomados y educación continuada y se exigirá más investigación a docentes y alumnos. Habrá énfasis en competencias y no en contenidos.

Carreras de cuatro años, materias que salen del currículo, posgrados en el quinto año, semestres comunes para alumnos de distintos programas, más énfasis en lectura, trabajo en equipo y puntualidad. También nuevo estatuto docente.

Estas son algunas de las reformas que deberán empezar a regir en todas las sedes de la Universidad Nacional de Colombia a partir del año entrante, impulsadas por el rector Marco Palacios, y que actualmente son discutidas por los consejos académico y superior.

El cambio es tan profundo que esta semana un grupo de estudiantes, apoyados por parte de los maestros, realizó varias marchas y protestas, una de las cuales culminó con la entrada de la Policía al campus universitario. El argumento es que los cambios van a deteriorar la calidad académica.

La idea de la reforma es que cuando un alumno llegue a la universidad no entre a un programa específico sino a un área de conocimiento. Por ejemplo, ingresará a ciencias económicas, cursará en los primeros semestres un plan de estudios común, y luego optará por seguir economía, administración de empresas o finanzas. Todo en cuatro años.

Así mismo, podrán hacer un quinto año para salir con un título de especialización o comenzar desde la fase específica del programa otra carrera simultánea para tener doble titulación.

La reforma más drástica está en el énfasis que se les dará a las competencias con que debe egresar el futuro profesional. "Más importante que tener mucho conocimiento -dice Palacios- es saber cómo se llega a él, dónde conseguirlo y qué hacer con él".

Otro cambio importante es la distribución de las diversas materias por créditos académicos, algo que rige en casi todas las universidades del país, y a lo que la Nacional había sido reacia. Esta es una fórmula que les concede más peso a unas materias que a otras dentro de un currículo. Cada semestre tiene un número de créditos determinado, y el alumno organiza el número que desea tomar, según su tiempo.

"Esta es una transformación radical y masiva -dice Palacios-. Va a necesitar varios años para que la comunidad educativa la asimile, la entienda y la haga suya".


Si la Universidad Nacional es la mejor del país, ¿por qué cambiarle los currículos y bajar las carreras a cuatro años?

Es un cambio de modelo, radical, profundo y pensado en el mundo actual. Hoy en día es imposible saber todo. Nadie puede. Por eso, es más sensato enfocar la educación en el aprendizaje sobre cómo aprender; esto es: saber dónde encontrar la información, cómo elaborarla y cómo darle uso práctico. Nuestra labor debe ser, entonces, desarrollar unas competencias básicas que debe tener todo profesional.

Resumiendo las competencias básicas son: leer, investigar y trabajar en equipo. ¿No cree que esa tarea debe dejárseles a los colegios?

Pero si no la cumplen bien, hay que volver a hacer la tarea. Por ejemplo, los jóvenes están llegando a la universidad sin un sentido de la puntualidad y con una orientación ultraindividualista. Entonces, hay que reentrenarlos.

Suena un poco contradictorio eso de reducir a cuatro años una carrera y además repetir cosas que debieron verse en los colegios...

No. Las competencias deben ser el resultado de unos núcleos de conocimiento muy sólidos. No puede haber un buen médico si no tiene unos conocimientos muy profundos en bioquímica y en biología molecular. No se puede ser un buen ingeniero sin sólidos conocimientos en física y matemáticas.

Obviamente esto significa un cambio radical en el currículo. No vamos a hacer en 4 años lo que hacíamos en 5. Vamos a sacar materias innecesarias; a optimizar horarios y espacios físicos. La excelencia en educación pasó de depender de que el docente sea competente, a la forma en que debe aprender el estudiante. Entonces, el peso queda en que este se mantenga buscando información en la red, en que tenga disciplina para leer antes de clase. Ya no se necesitan años para saber cosas, sino saber dónde encontrarlas.

De todos modos, eso significa tener profesionales más jóvenes, algo que siempre ha preocupado a esta universidad.

Es cierto. El rango de edad ha venido bajando y hay que hacer algo con eso. Yo creo que el país ya está maduro para tener un grado doce en los colegios. Además pensamos buscar una fórmula para que los menores de edad que sean admitidos en la Nacional deban esperar a tener 18 para entrar. Nosotros les guardaremos el cupo.

Se dice que su intención es volver a la Nacional una universidad de segundo piso (más importancia a posgrados que a pregrados).

No. Mi pretensión es formar el mejor pregrado del país. Sin embargo, sí buscamos abrir mucho espacio a los posgrados y sobre todo a los programas de educación continuada. Aquí en la Nacional hemos sido muy exquisitos, muy oligárquicos con eso y les hemos hecho el feo a los diplomados y otros cursos. Y el país los está pidiendo; la gente está buscando más información especializada y rápida.

Pero el temor es a que los maestros de dedicación exclusiva se van a destinar a los posgrados, y los catedráticos (maestros por horas) a los pregrados.

Absolutamente falso. Sin embargo, nosotros tenemos gente buenísima que sí debe empezar a salir a dictar maestrías y posgrados a otros sitios del país, en universidades que contraten para que les dictemos eso. Otra cosa: a veces hay materias que solo las pueden dar catedráticos. Aquí tenemos un programa que se llama Mecatrónica, y en séptimo semestre vimos que no tenemos profesores para eso. Entonces hay que traerlos de afuera.

¿Por qué cambiar el estatuto docente si el actual no tiene ni dos años?

Porque el actual es muy laxo. El misterio más grande es la jornada de trabajo de un docente de la Nacional. No tenemos estadísticas, pero sabemos que la carga académica es bajísima y la producción investigativa no es la que debería ser. La UN tiene, por ejemplo, el doble de profesores que la universidad de Chile, y ellos publican el triple de artículos en revistas internacionales que nosotros.

Con este estatuto, los docentes se están sirviendo de la institución, y no al revés.

También, porque queremos aprovechar que en los próximos 18 meses se van 700 de los 3.000 profesores que hay, por jubilación. Vamos a poder enganchar gente nueva. Los maestros que se queden pueden escoger entre el estatuto actual y el nuevo.

¿Cómo se concilia el sistema de materias por créditos con las matrículas diferenciales (pago por estrato socio-económico)?

El estudiante va a pagar los mismos 300 mil pesos que paga hoy en promedio, así tome 2 materias o tome 8. Eso no nos parece justo con los estudiantes, pero ellos mismos no permitieron que se dividiera la matrícula por el número de créditos.

Porque pensaban que iban a pasar de pagar 300 mil a 2 millones. ¿Van a subir las matrículas?

Definitivamente no. Eso hace parte de los rumores dañinos que algunos profesores están difundiendo, como eso de que la UN se va a privatizar. Inclusive, si lo máximo en un semestre son 8 créditos y la gente quiere tomar 14 (adelantar materias) no se le cobrará el excedente.

Si la reforma es tan buena, ¿por qué tanto rechazo entonces?

Se dice que esta es una universidad revolucionaria, de izquierda, y en el fondo no hay nada más tradicional y conservador que la Universidad Nacional. Con la reforma, creo que hay evidentemente una contrainformación manejada por ciertos profesores que no quieren que se les toquen sus intereses. Hemos tratado de socializar el plan, de promoverlo en radio, en nuestro periódico; está ya colgado en internet. Aceptamos que ha habido problemas de comunicación, pero no queremos imponer este proyecto sino llegar a él con consenso. La próxima semana nos vamos a discutirlo a todas las sedes del país.

Ángela Constanza Jerez y Sergio Ocampo Madrid
De la redaccción de EL TIEMPO

Los cuestionamientos

De copiar mal el modelo educativo estadounidense, conocido como preparatoria, acusan al rector de la Nacional los estudiantes y profesores que están en desacuerdo con su reforma académica.

Consideran que acortar las carreras a cuatro años y dedicar buena para de ese tiempo a una formación general, que además se concentrará en enseñar algo que debieron aprender los estudiantes en el colegio (trabajo en equipo, comprensión de lectura y escritura), irá en detrimento de la calidad de la institución.

"¿Si eran tan malos los programas por qué tuvimos tan buenos resultados en los Ecaes (Exámenes de calidad de la educación superior)", pregunta Pedro Hernández, presidente de la Asociación de Profesores Universitarios (Aspu).

También los maestros cuestionan que se cambie el estatuto docente cuando el actual tiene un año de expedido e incluso ha servido de modelo para el régimen docente de las demás universidades públicas.

"Al darle un mayor énfasis a los posgrados destinarán a estos programas a los profesores de dedicación exclusiva y solo dejarán los catedráticos (por horas) para los pregrados", asegura Laura Moisa, representante de los estudiantes ante el Consejo Superior Universitario.

Los jóvenes también están preocupados porque el sistema de estudios por créditos incremente las matrículas, pues en las universidades donde opera los alumnos pagan según el número de créditos que cursan.