Comunicado enviado por el presidente de ASPU, profesor Miguel Antonio Alvarez Alvarez, a la comunidad universitaria.



Por la importancia y la pertinencia que tiene el contenido del siguiente documento, el Presidente de ASPU Risaralda lo da conocer a toda la comunicad universitaria.

Pereira 30 septiembre de 2009
LA NEGOCIACIÓN DE LA DEMOCRACIA ASPU- RECTOR
Desde la Base
La democracia ateniense comienza en el siglo V o VI ane, Solón (594 a. C.), Clístenes (509 a. C.) y Efialtes de Atenas (462 a. C.) contribuyeron al desarrollo de la democracia ateniense. Como se encontraban en un Modo de Producción Esclavista, los ciudadanos eran solamente los atenienses de sexo masculino, que hubiesen prestado el servicio militar y que no tuvieran deudas con la ciudad- estado. Los historiadores discrepan sobre cuál de ellos fue responsable de la creación de cada una de las instituciones, y cuáles de ellas representaron más fielmente un movimiento verdaderamente democrático. Lo más habitual es tomar como referencia de partida de la democracia a Clístenes, puesto que la constitución de Solón fue abolida y substituida por la tiranía de Pisístrato, mientras que Efialtes revisó la constitución de Clístenes de una forma relativamente pacífica.

Sin embargo, el líder democrático más conocido y longevo fue Pericles. Todos los ciudadanos tenían la posibilidad de ser elegidos y de elegir a sus dignatarios. La elección por sorteo era lo más habitual ya que era vista como lo más democrático: las elecciones favorecerían a los más ricos, elocuentes y famosos, mientras que el sorteo repartía el trabajo de la administración entre toda la ciudadanía, integrándolos dentro de la experiencia democrática que, en palabras de Aristóteles, suponía “gobernar y ser gobernado en turnos”. La asignación por sorteo de un cargo a un individuo estaba basada simplemente en su condición de ciudadano, y no en su mérito o cualquier forma de popularidad que pudiera ser comprada. Este método fue considerado un medio para prevenir la compra corrupta de votos y dar a los ciudadanos una igualdad política total, ya que todos tenían la misma probabilidad de obtener un cargo gubernamental.

El castigo con retiro del cargo en Atenas, era para los servidores públicos que pretendían acumular poder o usar el cargo para ser favorecido en los negocios. Supongamos que algo del concepto de democracia persistiera entre nosotros, evitar la corrupción debería ser una tarea diaria, deber y derecho de toda la comunidad.

En Colombia, la política y el desempeño de los cargos públicos es sinónimo de corrupción, de acumulación de poder y de favorabilidad en los negocios. No es más que tomar un ejemplo cualquiera, veamos el penúltimo escándalo, el de ALIRIO VILLAMIZAR el otrora FLAMANTE VICEPRESIDENTE DEL GLORIOSO PARTIDO CONSERVADOR, LA FUERZA QUE DECIDE EN EL URIBISMO, cobraba la mitad de los ingresos a una notaria que él con su poder había hecho colocar en el departamento de Santander y tenía el cinismo de colocar a su propia esposa como recolectora de esos dineros, incluso llevaba la contabilidad en paralelo con la notaria que era extorsionada. La esposa, conocedora de la actividad ilícita que realizaba, llevaba muy bien las cuentas para su marido y su socio, sabían que la corte estaba investigando cuentas bancarias e inversiones de muchos senadores y encontraron su salida: una gran caja fuerte en la propia casa. Allí guardarían todo el dinero cobrado a los extorsionados “seguidores de Alirio” (Alirio el bellaco, perdón Alirio el demócrata).

La señora llevaba bien las cuentas, 50% a tales funcionarios, quizás los de mayor ingreso, 30% a los empleados medios y 20% a los de menor rango; pero todos tenían que contribuir. Esto es normal en la política colombiana; en Risaralda esto adopta formas diversas como el caso en que algún político cobró por gerenciar la construcción del edificio FAVI UTP y su única labor era conseguir que fuera desembolsada la plata del préstamo previamente aprobado del banco central hipotecario, para evitar sobrecostos de obra, utilizando su cargo de SENADOR. Hoy a esa labor loable de servidor público se le llama tráfico de influencias y.....

Eso es el pan de todos los días en la política colombiana. El último escándalo es la distribución de dineros para asegurar el agro, miles de millones para la familia Lacoutier, “campesinos pobres de la Costa”, para la familia Holguín Sardi, “campesinos pobres del Valle del Cauca” y un etc. Esta distribución la realizó el exministro Arias- conocido como el uribito- íntimo del presidente Uribe. A todo lo anterior se le denomina CONTEXTO. Ese es el contexto de la democracia colombiana y del papel que desempeñan los políticos en este país, incluso hasta los hijos del presidente Uribe se benefician corruptamente del poder.

Con tal concepto de democracia, no era para menos que la administración ponderara la democracia así: 22% para 13.000 estudiantes, 22% para 500 docentes, 22% para egresados (cuántos miles?) y 34% para nueve (9) miembros del Honorable Consejo Superior. En otras palabras, cada voto de un miembro del HCS equivale a 2.228 votos de los estudiantes y si es para elegir decano equivaldría a aproximadamente 200 votos de los estudiantes. Este punto, nos manda a decir el señor Rector, no es concertable.

Teniendo en cuenta que el HCS se reunía el 22 de septiembre y seguramente no habría otra reunión antes del 6 de noviembre, fecha en la cual se convocó a elección de cuatro Decanos, se envía una carta al HCS, firmada por más de un centenar de profesores, solicitando la derogatoria del acuerdo 06 de 2008, que le da poder al HCS para elegir decanos y el señor Rector informa en la reunión del HCS citada que él ya había enviado una carta a los docentes de ASPU informando que tal punto no era concertable. El señor Rector no es quien debe vetar puntos de concertación y más bien debe procurar que el HCS nombre un delegado con capacidad decisoria para que en la comisión se pueda concertar sobre la totalidad de los puntos del Pliego.

ASPU pretende con varias de las solicitudes que se fomente la cultura de la democracia al interior de la UTP, que haya transparencia en la escogencia de los docentes de planta y temporales, acabar con ese cuento de favores personales y retaliaciones con el personal docente que trabaja por contrato a término definido en la UTP. No queremos seguir viendo a su patinador, lista en mano presionando a los docentes temporales y amenazándolos o convirtiendo en favores los derechos de los docentes, no queremos seguir conociendo de que su Vicerrector Académico continúe llamando por teléfono a los jefes de departamento y docentes para decirles e insistirles por quien es que deben votar.

Usted sabe señor Rector que la excelencia académica, de la cual Usted habla, es una falacia y que por el contrario, la calidad de los estudiantes y los docentes disminuye cada día. El Estado que usted representa lo único que quiere es privatizar la Universidad Pública y en particular los programas. Se está jugando con la calidad de los programas académicos. El último programa abierto, completamente autofinanciado, no cuenta con laboratorios propios, junta en el anfiteatro bestias y humanos, carece de docentes de planta y no tiene un comité curricular actuante. Veremos algunos programas de la UTP con calidad de universidad de garaje. Nos echan discursos de revolución educativa, cuando en realidad están es aumentando la cobertura sólo con recursos propios; es decir, el que quiere estudiar en la UTP que pague su costo, en los programas autofinanciados y en los negocios de posgrado. En un país vecino, del cual satanizamos a su presidente, se dedica 5 veces más en educación y salud que lo que dedica nuestro mandatario y eso que, según dicen, estamos entrando a la sociedad del conocimiento.

Los profesores de base de ASPU solicitamos a la Junta Directiva de la Asociación llamar a una Asamblea de Delegados ampliada, donde se debata la actual situación de la Universidad Tecnológica y a empezar una campaña de NO PARTICIPACIÓN EN LA ELECCIÓN DE DECANOS QUE SE REALIZARÁ próximamente. Abstención y no colaboración en el proceso electoral mientras no se derogue el Acuerdo 06 de 2008.