Intervención del Rector de la Universidad Tecnológica de Pereira, Ing. Luis Enrique Arango Jiménez realizada el 16 de mayo de 2009 durante la inauguración del Módulo Interdisciplinario y la presentación del Programa Risaralda Profesional en presencia del Presidente de la República, Alvaro Uribe Vélez.
INTERVENCIÓN INAUGURACIÓN MÓDULO INTERDISCIPLINARIO Y PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA RISARALDA PROFESIONAL
Pereira, 16 de mayo de 2009
Es muy grato para la Universidad Tecnológica de Pereira tener hoy la compañía del Sr. Presidente de la República, de la Sra. Ministra de Educación y de los distinguidos funcionarios de Gobierno que lo acompañan, en especial, porque queremos dar cuenta de los esfuerzos que se hacen desde la región, en la Universidad Tecnológica, para aportarle al desarrollo sostenible con equidad; bandera esencial e insustituible para construir sociedad.
Próxima a cumplir sus primeros cincuenta años, rodeada del afecto y reconocimiento de quienes habitan esta comarca, la Universidad puede mostrar con orgullo los resultados de un trabajo sistemático, no exento de contradicciones y contradictores, pero definitivamente exitoso y sobre todo responsable con la sociedad, la que sin duda alguna espera percibir y sentir instituciones empeñadas en cumplir con eficiencia, efectividad y calidad, las obligaciones éticas y legales que demanda el servicio público.
Hace cinco años, en una ocasión similar, y con un público parecido, inaugurábamos en la Universidad las obras de la reconstrucción adelantadas por el Fondo para la Reconstrucción del Eje Cafetero FOREC, sabiamente presidido por el Dr. Luis Carlos Villegas, en particular los tres últimos edificios, el de la Facultad de Ingeniería Industrial, el de la Facultad de Bellas Artes y Humanidades y el Edificio Administrativo.
En aquel entonces, en medio del discurso, informé que la Universidad había pasado en cobertura, durante cuatro años de gestión, de tener 4.272 estudiantes a tener 7.500.
Aquella vez el Señor Presidente Uribe, elogiando nuestro esfuerzo por aumentar la cobertura, nos retó a que llegáramos a 10.000 estudiantes en el año 2006 para contribuir a la Revolución Educativa; muchas personas aún me lo recuerdan. Debo confesar que dicha cifra me turbó, la consideraba una meta excesiva, habida cuenta de los recursos disponibles.
Hoy cinco años después, puedo informarle señor Presidente, que no solo llegamos a los 10.000 estudiantes que Usted señaló, sino que pasamos de largo; tenemos más de 13.500 estudiantes y superaremos la barrera de los 14.000 estudiantes en el segundo semestre de este año. Somos la Universidad más grande del Eje Cafetero, aunque bueno es reconocer el gran avance que han hecho todas las demás universidades, y lo que es más significativo en términos de esfuerzo, solo hacemos educación presencial.
Naturalmente que además de avanzar en eficiencia, hemos tenido que buscar nuevos modelos de financiamiento. Usted sabe señor Presidente que los recursos de transferencia de la Nación prácticamente han permanecido invariables en pesos constantes durante el presente siglo. Frente a la disyuntiva de esperar nuevos recursos para crecer o abrirnos a modelos híbridos que combinen el esfuerzo público y el privado de financiación, optamos por lo segundo; sin que ello signifique, ni dejar de ser una Universidad Pública en su esencia, ni dejar de seguir buscando nuevos recursos por parte del Estado.
Usando la infraestructura existente creamos las Jornadas Especiales, ofreciendo ingenierías en las noches y en fines de semana a estudiantes trabajadores o con intención de emplearse. Naturalmente tuvimos que cobrar matrículas diferenciales con relación a las tradicionales, pero en todo caso, subsidiadas y, muy por debajo de las que cobran las universidades privadas.
Hoy tenemos más de 1.500 estudiantes en cuatro ingenierías, formándose con calidad. A muchos les parecía increíble que se formaran ingenieros en las noches y en los fines de semana. Hoy ya nadie lo duda ni lo reprocha.
Algunos de estos estudiantes ya se encuentran en semestres avanzados, y se han sometido a los ECAES, los exámenes de estado que presentan los universitarios antes de egresar; pues bien, para su información Sr. Presidente, en el caso que conozco de Ingeniería de Sistemas, el desempeño promedio de los estudiantes de la noche fue prácticamente el mismo que el de los estudiantes de la jornada diurna. Se trata de un perfil de estudiante diferente al diurno: mayor en edad promedio y más concentrada su responsabilidad.
Pero no solo hemos crecido en número, también hemos ampliado nuestra oferta a los programas técnicos que tanto requiere el sector productivo, que tanto reclama el país y del que Usted ha sido abanderado; venciendo los prejuicios de las comunidades académicas, que no miran con buenos ojos estas modalidades, incursionamos en los ciclos propedéuticos o secuenciales, para construir rutas de formación hasta el nivel profesional.
Este semestre vamos a graduar los primeros Técnicos Profesionales en Mecatrónica, un programa concebido por ciclos; ellos tendrán la oportunidad de continuar haciendo Tecnología Mecatrónica o ingresar al mercado laboral para alimentar el clúster de la metalmecánica, quizás el único sector que se ha reconocido en Risaralda como tal. Así mismo, iniciamos la profesionalización de Tecnólogos en áreas afines a la Mecatrónica, ofreciendo el último ciclo de profesionalización para formarlos como Ingenieros Mecatrónicos.
Pero quizás lo más significativo en este último caso, en el ciclo profesional, es el haber recibido egresados del Sena por homologación, hecho sin precedentes en la historia académica de la Universidad.
Naturalmente que con la debida nivelación, pero dando el paso que tanto se nos pide; abrir caminos a quienes se forman como técnicos o tecnólogos del Sena, validando que no hay un solo modelo de acceder al conocimiento y que los sistemas deben y pueden articularse con las debidas precauciones.
Participamos además con la Gobernación de Risaralda, el Sena, otras universidades e instituciones educativas de básica secundaria en una Alianza para la formación técnica y tecnológica; somos responsables de la ruta de formación por ciclos en Procesos Agroindustriales. Ya tenemos 221 estudiantes de educación media articulados a la Universidad avanzando créditos para Técnico Profesional en procesos Agroindustriales y para Técnico Profesional en Mecatrónica.
En la Facultad de Ciencias de la Salud hemos abierto Tecnología Prehospitalaria bajo la modalidad de jornada especial con gran éxito y nos preparamos para recibir los primeros estudiantes en Medicina Veterinaria y Zootecnia, este último, un programa que necesitaba el país y la región. Debo hacer un alto en este programa para advertir que por tratarse de un programa costoso, estamos esperanzados en que el Ministerio de Agricultura renueve con fondos el programa que inició el Exministro Arias, de becar con un 50% de los costos de matrícula a los estudiantes de programas agropecuarios que provengan de sectores sociales pobres. El fondo se ha agotado y el Icetex, quien lo administra, espera nuevos recursos para reabrir convocatorias. Aquí podría Usted ayudarnos Sr. Presidente, estimulando una de aquellas ofertas esenciales para el desarrollo del sector agropecuario.
También en la Facultad de Ciencias de la Salud nos abrimos a las especialidades medico quirúrgicas, tenemos estudiantes en Siquiatría, en Medicina Interna y en Medicina Critica y Cuidado Intensivo; además esperamos registro para Radiología e Imágenes Diagnósticas y tenemos en proceso otras más.
Aquí quisiera detenerme por unos instantes, nos preocupa la situación del Hospital San Jorge de Pereira, escenario fundamental de investigación y práctica para nuestra Universidad; su crisis nos afecta, por ello no descartamos encontrar alguna fórmula donde la Universidad participe en la solución.
Pero no solamente nos dedicamos a aumentar la cobertura, la Universidad con el compromiso de toda comunidad universitaria ha progresado con calidad de manera armónica en todos sus frentes; quizás lo más revelador sea mostrar los indicadores entre el 2000 y el presente, antes y después de nuestra gestión; aquí van algunos:
Doctorados: antes ninguno, ahora 3: Ciencias de la Educación, Ciencias Biomédicas y Ciencias Ambientales. Además hay en proceso uno en Ingeniería.
Maestrías: antes 5, ahora 22; aquí se cuentan las especialidades Medico Quirúrgicas.
Pregrados: antes 18, ahora 32.
Cupos de primer semestre en pregrado: antes 893, ahora 2.154.
Matrícula total de estudiantes: antes 4.568, ahora 13.626.
Matriculados por primera vez de los municipios, exceptuando Pereira y Dosquebradas: antes 38, ahora 433.
Matriculados totales de los municipios exceptuando Pereira y Dosquebradas: antes 363, ahora 1.521.
Matriculados en Jornada Especial: antes ninguno, ahora 1.592.
Grupos de investigación constituidos: antes 15, ahora 122.
Grupos de investigación reconocidos por Colciencias: antes 2, ahora 53.
Proyectos de investigación en ejecución: antes 30, ahora 204.
Laboratorios acreditados ante la Superintendencia de Industria y Comercio SIC: antes ninguno, ahora 4.
Patentes solicitadas: antes ninguna, ahora 7.
Patentes otorgadas: antes ninguna, ahora 1.
Semilleros de investigación: antes ninguno, ahora 77.
Estudiantes vinculados a semilleros de investigación: antes ninguno, ahora 681.
Estudiantes realizando prácticas empresariales: antes ninguno, ahora 357.
Empresas vinculadas a prácticas empresariales: antes ninguna, ahora 144.
Docentes equivalentes a tiempo completo: antes 464,3, ahora 579,4.
Relación estudiantes por docente promedio anual: antes 9, ahora 24.
Docentes con título de Doctorado: antes 15, ahora 56.
Docentes con título de Maestría: antes 165, ahora 327.
Total personal administrativo: antes 296, ahora 333.
Participación de los recursos propios en el presupuesto general de la Universidad: antes 13,7%, ahora 33,8%.
También hemos aumentado la planta física construida pasando de 42.379 mts cuadrados a 59.686 mts cuadrados.
Hoy precisamente inauguramos oficialmente la primera etapa del Módulo Interdisciplinario, una inversión de 6.500 millones de pesos, que permite albergar 1.040 estudiantes de manera simultánea; está abierta la licitación para una segunda etapa con un costo estimado de 2.200 millones, totalmente financiada y que ampliará la capacidad en 560 estudiantes, y que esperamos entre al servicio el primer semestre del año entrante.
El Edificio que Usted ve Señor presidente tiene todas las facilidades para el proceso académico: es moderno, vanguardista, dotado de la infraestructura requerida y complementa bellamente la arquitectura del campus. De manera singular es el único edificio que integra los hallazgos arqueológicos en la arquitectura; una tumba indígena real está incorporada en él para la posteridad.
Durante las excavaciones en el proceso de construcción nos encontramos con un cementerio indígena y numerosos vestigios de asentamientos precolombinos confirmando hallazgos anteriores; la Universidad está ubicada en áreas que fueron escenario de ocupación humana de vieja data. Frente a la inminencia de la construcción resolvimos modificar el diseño dando lugar, según los expertos, a la primera experiencia en Suramérica donde se conserva una tumba indígena en estado natural.
La tercera y última etapa del Módulo Interdisciplinario, incluyendo el amueblamiento tiene un valor de 5.100 millones y puede albergar 860 estudiantes adicionales, lo que determinaría una capacidad simultánea del Edificio Interdisciplinario de 2.460 estudiantes. Esta última etapa está totalmente diseñada y no tiene recursos para ejecutarse; que bueno sería que de esta visita presidencial nos quedaran los recursos para adelantarla.
Quiero informar algo más; que también nos diferencia de manera notable; todos nuestros estudiantes reciben de forma gratuita formación en inglés y deben presentar al egresar un examen de suficiencia que les acredite una determinada solvencia o haber aprobado los cursos correspondientes. Para dar un ejemplo, los estudiantes que acabaron de ingresar a carreras profesionales, deberán responder por el equivalente a 16 cursos de inglés de 40 horas, es decir, un total de 640 horas, lo que los lleva según el estándar europeo al nivel B2. Si fuéramos pretenciosos podríamos decir que serán bilingües, aunque sabemos que estarán muy cerca de serlo.
También ejercemos la responsabilidad social en lo concreto:
Hemos contribuido a brindarle oportunidades a las regiones apartadas llevando nuestras ofertas a sitios remotos; estamos en la Isla de San Andrés con Ingeniería Industrial, con Licenciatura en Pedagogía Infantil y próximamente con Ciencias del Deporte y la Recreación, y al Vaupés hemos llevado Tecnología Industrial y la profesionalizacion en Ingeniería Mecatrónica.
Operamos los cinco Ceres de Risaralda, en Quinchía, Mistrató, Pueblo Rico, Santuario y Belen de Umbría, con 466 estudiantes, de los cuales 147 son nuestros, incluidos 33 indígenas, distribuidos en Tecnología Industrial, Licenciatura en Pedagogía Infantil y Licenciatura en Etnoeducación y Desarrollo Comunitario.
A pesar de llevar las ofertas a los municipios a través de los Ceres de manera complementaria y con el apoyo de la Gobernación del departamento, de las Alcaldías de Risaralda y de los transportadores a través de Atransec, hemos querido traer al campus a los mejores bachilleres de los municipios de Risaralda para que puedan atender la totalidad de la oferta educativa; no todos los programas es posible llevarlos de manera presencial a los municipios.
A este programa se referirá en extenso el Sr. Gobernador de Risaralda, solo quiero adelantar algunos elementos gruesos.
El proyecto Risaralda Profesional aspira a formar hasta 1.000 jóvenes de los 12 municipios de Risaralda, exceptuando Pereira y Dosquebradas a través de cuatro cohortes y su vigencia es hasta el 2015.
El valor total de la inversión es de 21.080 millones de pesos.
El ingreso al programa es totalmente transparente y depende de las pruebas del Icfes.
Ya tenemos este semestre 124 estudiantes patrocinados, distribuidos así: Apía 8, Balboa 7, Belén de Umbría 4, Guática 14, La Celia 9, La Virginia 13, Marsella 11, Mistrató 10, Pueblo Rico 12, Quinchía 9, santa Rosa de Cabal 19 y Santuario 8.
La Universidad recibe un estudiante por programa y por municipio, subsidia la matrícula a quienes cumplen requisitos y hace un acompañamiento especial a esta población estudiantil desde la oficina de Responsabilidad Social.
La Gobernación y las Alcaldías financian el sostenimiento de los estudiantes de los 5 Municipios apartados: Guática, la Celia, Mistrató, Pueblo Rico y Quinchía.
La Gobernación, las Alcadías y Atransec financian el trasporte de los estudiantes desde y hacia los 12 municipios.
Es un programa diseñado para no desarraigar a los estudiantes de sus municipios de origen; éstos deberán trabajar en sus municipios a través de proyectos sociales durante su proceso de formación y permanecer por algún tiempo laborando después de egresados.
Risaralda Profesional es indudablemente un proyecto de gran contenido social que sumado a los CERES significa un salto enorme en las posibilidades para los jóvenes de los municipios de Risaralda.
Aquí debo hacer un reconocimiento muy especial al Señor Gobernador de Risaralda, Dr. Víctor Manuel Tamayo Vargas, por la gestión de esta iniciativa; a él se debe.
También debo agradecer a los Alcaldes de los municipios, al gremio de Transportadores Atransec y a la oficina de Responsabilidad Social de la UTP.
Volviendo al hilo de la responsabilidad social, debo informar que brindamos apoyo socioeconómico a nuestra población estudiantil en el campus de manera creciente. Tenemos bonos de matrícula, bonos de alimentación, bonos de transporte, monitorias sociales, reliquidación de matrícula, entre otras ayudas.
Atacamos la deserción como un proyecto estratégico con una gerencia al frente de tres grandes áreas: la académica, la de salud y la socioeconómica; acompañado además de un observatorio académico y de análisis, que le lleva el pulso al proyecto. Ello ha permitido mantener la deserción a raya por debajo de 11.5% entre semestres, a pesar de que la composición de nuestra matrícula no cesa de privilegiar de manera creciente la parte más débil de la población; más del 50% pertenecen a los estratos 1 y 2; y el 87% corresponden a los estratos 1, 2 y 3.
Toda la tarea que desarrollamos en la Universidad se apoya en un ideario renovado: pensamos y actuamos bajo la creencia de que las universidades no pueden ser entes autistas, alejados de la realidad, recelosos de todo y de todos, sino más bien y con firmeza, promotores y facilitadores de los cambios y las transformaciones que se requieren para superar las condiciones precarias de nuestro desarrollo humano.
Por ello, pese a las dificultades, hemos procurado hacer equipo con el Estado nacional, regional y local buscando sinergias y complementariedades en las tareas comunes del desarrollo. Concebimos el Estado como un coequipero y no como un adversario.
Hemos aprobado un Plan de Desarrollo Institucional que trasciende los capítulos tradicionales de docencia, investigación y extensión para asumir o reformular nuevos roles, enderezados a lograr que la Universidad, de manera real, aporte a la transformación de la sociedad: la innovación, el emprendimiento, la competitividad y la responsabilidad social, son los nuevos elementos de la gramática universitaria, que deben hacer parte de un diálogo renovado, penetrando todo el entramado social para promover las trasformaciones culturales que demanda con urgencia el interés nacional.
Las ofertas académicas de formación no pueden estar desconectadas de las apuestas productivas de la región; la llamada pertinencia tiene que tener coherencia con las tendencias y los acuerdos sociales en materia de desarrollo económico. Aquí, los planes locales, regionales y nacionales son interlocutores ineludibles.
La investigación debe traducirse en soluciones y propuestas que alimenten la economía. La investigación social debe focalizar las problemáticas regionales y nacionales y arrojar luces sobre políticas públicas y metodologías para abordarlas.
La Universidad tiene que regirse por los valores de la solidaridad, la amplitud, el equilibrio, la decencia y la convivencia.
La misión universitaria, en el proceso y en el producto, deben ser consistentes a toda prueba: si la educación es la base de todo, y nadie lo discute, qué se puede esperar de lo que hacemos sino actuamos de manera consecuente y ejemplar. ¿Qué tipo de ciudadanos estamos formando y con qué valores? Esta pregunta debe estar en el centro de las preocupaciones universitarias.
Ello no significa dejar de ser críticos, por el contrario debemos ejercer una crítica que eduque, que sea justa, que vaya a lo fundamental y no se vista de informada para sembrar odios y fanatismos. La lucha de clases como motor de la historia perdió vigencia y solo conduce a los horrores de la guerra.
Hay que aprender a construir en conjunto. Unidos empresarios, Estado, academia y sociedad civil, tenemos posibilidades de construir destinos promisorios; dispersos, distantes e incluso a veces enfrentados, jamás encontraremos un camino. Apenas seremos víctimas de un devenir incierto y seguramente cargado de sombras donde lo que emerja y progrese no será propiamente lo deseable o esperado.
La competencia política debe pasar por meridianos civilistas, donde se emule por ser mejor sin tener que destruir el adversario. La oposición no puede ser un ejercicio ciego que haga tabula rasa de lo construido; menos aún dedicarse al insulto y al oprobio.
Debemos trabajar por la unidad de propósitos de largo plazo más que por fines inmediatistas cargados usualmente de pequeños intereses.
Señor Presidente, esta visión de universidad y de sociedad respalda lo que hacemos. He sido reelegido como Rector tres veces consecutivas por un Consejo Superior deliberante y autónomo, lo que demuestra que cuando las cosas se hacen bien la sociedad no es indiferente.
Esta, Señor Presidente, es la Universidad que concebimos, ayúdenos a seguirla construyendo. Seguirla construyendo.
Muchas gracias,
LUIS ENRIQUE ARANGO JIMÉNEZ
Rector
Universidad Tecnológica de Pereira
Fotografía: El Diario del Otún