En la reflexión del dia de la Movilidad Sostenible, el artículo de Benoit Lambert, El retorno de la bicicleta, disponible en el correo de la Unesco de enero 1998, es vigente.



EL RETORNO DE LA BICICLETA
Por: Benoit Lambert

Un medio de transporte no contaminante en plena expansión.

El estatuto casi regio del vehículo de motor, demasiado ruidoso, demasiado voluminoso, demasiado energívoro, durante mucho tiempo símbolo de éxito económico para los Estados y de éxito social para los individuos, está hoy en tela de juicio. Desde la Conferencia de Río (1992) y las voces de alarma lanzadas por la comunidad científica acerca de los peligros que amenazan la estabilidad del ecosistema terrestre, lo cierto es que las políticas de transporte y, en primer lugar, las relacionadas con el automóvil reciben críticas por doquier.

Aprovechando esa situación, la bicicleta lanza una ofensiva. Cincuenta veces menos pesada que su adversario, ofrece diversas ventajas: no contamina, estorba poco, es silenciosa y rápida, y, al imponer un ejercicio vivificante, es buena para la salud. En la era del cambio climático, el número de vehículos en nuestro planeta llegará a mil millones de unidades de aquí a veinticinco años y quizás antes. Una cierta mesura en la movilidad aparece entonces como una medida de precaución indispensable para preservar el medio ambiente.

En efecto, son cada vez más las personas que desean residir en ciudades menos contaminadas y donde la convivencia sea más fácil. La bicicleta, sobre todo cuando se la mira como un complemento de los transportes públicos, parece responder a esta nueva aspiración: la reconquista de las calles y de los espacios públicos colonizados por el automóvil.

En marzo de 1994 la Unión Europea creaba en Amsterdam la "Red de ciudades sin coches", a la que han adquirido actualmente sesenta ciudades: Aosta, Atenas, Barcelona, Bremen, Estrasburgo, Granada, Groningen, Lisboa, Nantes Reykiavik… Objetivos principales: impulsar políticas de desarrollo sostenible, estimular una reducción progresiva de la utilización de automóviles privados en la ciudad, crear una plataforma internacional para el intercambio de experiencias en ese ámbito.

Es en Copenhague donde hasta ahora el proyecto ha dado mejores resultados. La bicicleta es considerada allí como un medio de transporte de pleno derecho. Representa 33% de los desplazamientos efectuados en la capital danesa, o sea una proporción equivalente a la de los transportes públicos y de los transportes motorizados individuales. Es cierto que la topografía del lugar se presta para ello - pero no hay que olvidar que el clima, en particular el viento, es un obstáculo importante que, sin embargo, no desanima a sus habitantes. Una de las razones del éxito de la bicicleta es la existencia de una red completa de pistas especiales en las calles y principales ejes de circulación. Desde 1962 la política de estacionamiento consiste en reducir los lugares disponibles para los automóviles, a menudo con el objeto de dejar espacio a las pistas para bicicletas. Resultando, la circulación de automóviles ha disminuido allí en un 10% desde 1970.

Una bicicleta es una pequeña máquina común a gran parte de la humanidad: la encontramos en el Norte como en el Sur, y hace caso omiso de las diferencias de edad, de sexo o de medios económicos. Más bien discreta, ha contribuido sin embargo a dar forma al mundo moderno. En Occidente, a comienzos del siglo XX, los obreros la utilizan para ir a su trabajo. Contribuye así al auge de la industrialización, de la que es un producto importante, y a la prosperidad económica de los países.


Un símbolo de libertad

Por otra parte, la bicicleta hace soplar vientos de libertad. Brindó la posibilidad de pasar un fin de semana en el campo a personas que aún no conocían ese pasatiempo, y, a partir de los años treinta, con la aparición de los albergues de juventud, dio origen a una forma de turismo barato: el cicloturísmo. La mujer en bicicleta se convierte en un símbolo de libertad, cuya importancia puede medirse si se recuerda que los estudiantes de Cambridge, al protestar en 1897 contra la admisión de las mujeres al bachillerato, portan la efigie de una mujer montada en bicicleta…

En los países en desarrollo el vehículo no motorizado cumple una función destacada: traslado rápido de los médicos en Nicaragua en tiempos de guerra; transporte de productos alimenticios entre los tres mercados de Riobamba (Ecuador) y de las mercancías pesadas en triciclos en Hanoi (Viet Nam); abastecimiento de pan fresco, gracias a 800 triciclos, de 22.000 puestos de venta en Bogotá (Colombia)…

Siempre en Bogotá, 100 km. de calles están cerradas a la circulación de automóviles los domingos y reservadas para el uso de la bicicleta como esparcimiento: son las ciclovías dominicales de Bogotá, manifestaciones en las que participan cientos de miles de personas. En China, donde existen más de 400 millones de bicicletas- (cifra casi equivalente al número de automóviles en el mundo), más de 80% de los desplazamientos individuales se hace por ese transporte.

130 joules por kilómetro

En los medios urbanos, en numerosos aspectos, la comparación con los demás medios de transporte resulta muy favorable para la bicicleta.

* Eficacia: gracias al mecanismo del piñón, al rodamientos de bolas, y al neumático con cámara de aire, la bicicleta es hoy día el medio de transporte que ofrece la relación más provechosa entre la energía invertida y los kilómetros recorridos. A una velocidad de 17 km/h, un ciclista sólo necesita 130 joules de energía metabólica para recorrer un kilómetro, frente a los 480 joules que requiere un peatón.

* Recursos: según Marcia Lowe, del Instituto de Worldwatch de Washington, la fabricación de una bicicleta exige cien veces menos materia prima y energía que la de una automóvil.

* Salud: un estudio de la British Medical Association publicado en 1992 destaca que andar en bicicleta es una de las maneras más sencillas y eficaces de mantenerse en buenas condiciones físicas.

* Finanzas: la habilitación de una ciclopista en Gran Bretaña es de 67 a 230 veces menos onerosa, por milla, que la construcción de una carretera, y una bicicleta, incluso cara, será siempre infinitamente más abordable que un automóvil.

Por una cicloterapia planetaria

Algunos observadores son categóricos: el desarrollo sostenible no es viable sin una movilidad multimodal que combine los transportes públicos con los vehículos de dos ruedas. Paradójicamente, mientras en los países industrializados comienzan a reconocerse las virtudes de la bicicleta y vuelven a prestársele toda la atención que merece, algunos países en desarrollo procuran hacerla desaparecer de sus calles, creyendo ver en su reemplazo por vehículos motorizados un signo de modernización.

¿Pero qué es la modernidad en este fin de siglo? ¿No hay que defender la idea de una ciclomodernidad, de una cicloterapia planetaria? Se estima que hacia el año 2005 más de la mitad de la población mundial estará concentrada en las ciudades. De aquí a 2025, los más probable es que el número de habitantes de las ciudades se duplique y alcance la cifra de 5.000 millones. Paralelamente la proliferación de los automóviles en el mundo ha convertido al "fenómeno automóvil" en una verdadera prolongación del "fenómeno humano" - para emplear la expresión de Pierre Teilhard de Chardin. En ese contexto, la bicicleta pasa a ser el símbolo de una vida sobria adaptada a los límites de nuestra biosfera y responde a las nuevas aspiraciones "menos motorizadas" de un número cada vez mayor de habitantes urbanos.

Revista El Correo de la Unesco
Paris, Enero 1998