Mensaje enviado por el estudiante de Ingeniería de sistemas, Santiago Gutiérrez.



UNA VICTORIA CON ARGUMENTOS

Compañeros de la UTP:

El 6 de Noviembre de este año, como vocero de muchos compañeros, envié al rector de la universidad un derecho de petición, el cual tuvo respuesta el día 25.

De las 8 peticiones formuladas por el suscrito, el rector ¡concedió 7!

Todos saben que el 8 de Octubre de este año la “asamblea de estudiantes” que se reúne en el galpón entregó un pliego de peticiones, el cual tuvo respuesta el día 15 de Octubre por parte del rector, y el 31 de Octubre por parte del CSU.

Ese pliego tenía como objetivo que se cambiaran varios artículos del estatuto general de la Universidad.

De las 5 exigencias que se hicieron en el pliego, el rector concedió 0, y el CSU concedió 0.

En sus respuestas las autoridades de la universidad hicieron énfasis en que la facultad de cambiar dichos artículos por ley le corresponde, de manera indelegable, al CSU.

Cabe pues preguntarnos, ¿Por qué un derecho de petición presentado a nombre de un solo estudiante, pero respaldado por muchos otros, fue concedido en su mayoría, mientras que un pliego de peticiones aprobado por, supuestamente, la mayoría de estudiantes de la universidad fue denegado casi que en su totalidad?

A continuación, varios argumentos que responden la pregunta:

1) Nuestro derecho de petición fue elaborado en 8 horas de estudio, en las cuales se consultaron las normas de la ONU, La constitución, las leyes, decretos y reglamentos que regulan a nuestro país y nuestra universidad.
El pliego de peticiones NI SIQUIERA FUE DISCUTIDO EN EL GALPÓN, en ningún momento se consultó AL GRUESO DEL ESTUDIANTADO y menos se basó en algún tipo de ley o reglamento, excepto para ordenar su inmediata derogación.

2) Nuestro derecho de petición estuvo argumentado. Cada petición fue acompañada de las leyes y normas constitucionales en que se sustenta, y las que no son sustentadas por leyes de manera directa se acompañaron de inferencias lógicas y razonamientos claros acordes con el espíritu de las leyes.
El pliego de peticiones del galpón no va acompañado de ningún tipo de argumentación. Lo que se hace simplemente es exigir (no pedir) que se haga lo que UNA MINORIA VOCIFERANTE quiere, sin demostrar por qué estas exigencias deben ser aceptadas, o al menos si son consecuentes con las leyes o la situación actual de la universidad.

3) Nuestro derecho de petición se basa en la declaración universal de los derechos humanos aprobada por las Naciones Unidas con el voto favorable de la comunista Unión Soviética (regida entonces por Stalin), en el defendemos normas internacionales, las leyes y una constitución que fue aprobada por la UNICA ASAMBLEA NACIONAL constituyente de ELECCION POPULAR que ha tenido Colombia, en 1991, es decir por un mandato directo del pueblo colombiano mediante votación pública y secreta.
El pliego de peticiones exige que se violen diversos artículos de esa constitución nacional y de la ley 30 de 1992.

4) Para presionar la respuesta a nuestro derecho de petición, hicimos otro derecho de petición al CSU y enviamos una solicitud formal al rector.
Para presionar la respuesta al llamado “pliego de peticiones” se violentaron las instalaciones de la universidad, se bloquearon salones, se amenazo con paros, y se intimido a varios funcionarios de la universidad.

Salta a la vista que un trabajo dedicado, coherente y basado en la razón, triunfó sobre otro hecho a la ligera, incoherente con las necesidades de la universidad y basado en la imposición.
No obstante, sentimos que los argumentos que expresamos en nuestro derecho de petición fueron demasiado formales, así que a continuación expresaremos, sin pelos en la lengua y en un lenguaje más informal, lo que hemos sentido cuando asistimos al galpón:

- Al asistir a las asambleas escuchamos que se refieren al rector como Enriquito Mussolini y al presidente como fascista. Sin importar nuestra posición política, ni la de los demás personas, creemos que una verdadera asamblea, que dice representar a toda la universidad, no debe apoyar este tipo de referencias a las autoridades sin verificar si SON COMPARTIDAS POR LA MAYORIA.

Estamos seguros de que la mayoría de quienes dirigen la asamblea no conocen la historia del fascismo, por ello no titubean en acusar de fascista a cualquiera que no les simpatice. Porque el fascismo se basó en la IMPOSICION POR LA VIOLENCIA de una minoría sobre las masas (¿les parece conocido?), como lo hacían Mussolini y sus matones en las reuniones de obreros de las fábricas Italianas antes de su “marcha sobre Roma”.

Y es que al asistir a las asambleas NOS ENCONTRAMOS con que se difunden y promueven tesis de que solo mediante la presión violenta se pueden lograr cambios. Cuando ellos dicen: "compañeros tenemos que presionar", en ningún momento hablan de la búsqueda de argumentos o ideas que soporten sus decisiones, hablan exclusivamente de presión violenta y el hostigamiento.

Estos son precisamente los METODOS FASCISTAS.

- Al asistir a las asambleas nos damos cuenta de que quienes las dirigen no solo ignoran las leyes, sino que además no creen en la democracia y menos en la constitución. Estas personas no han sido elegidas por nadie, y sin embargo son los promotores de cualquier paro o manifestación que se haga en la universidad.

- Al llegar a las asambleas nos encontramos con que a ellas solo asiste una pequeña parte de la población estudiantil, y sin embargo, las decisiones que se toman repercuten en toda la universidad. Lo que parece más grave es que quienes no asisten no lo hacen necesariamente por indiferencia, sino porque no caben físicamente en el galpón.

A pesar de que se autoproclaman demócratas, y que dicen apoyar abiertamente la decisión de la mayoría, su método de votación, alzando la mano en un galpón en donde caben tan solo el 8% de los estudiantes de la universidad, es totalmente ilegitimo y ridículo.

¿Se imaginan ustedes que el día de mañana se hiciera una importante decisión para la ciudad, y que solo pudieran votar aquellos que llenaran la plaza de Bolívar? De seguro muchos políticos se asegurarían de que sus seguidores fueran los primeros en llegar; de seguro las personas desempleadas serian las primeras en asistir; de seguro seria elegida la propuesta que más dinero invertido tuviera por parte de los partidos políticos, y no la más razonable o lógica.

-Para poder votar en una asamblea hay que esperar cuatro horas de pié, escuchando como se acusa e irrespeta a todas las autoridades de la universidad, el país, el mundo, e incluso a varios personajes ya muertos de la historia.
Simultáneamente le están entregando a uno un comunicado escrito por un grupo alineado con la guerrilla, y que finaliza de la siguiente manera: “que viva el comunismo, Stalinismo, Maoísmo”. Poco saben quienes escriben esto: las políticas económicas de Mao fueron DESECHADAS por el partido comunista Chino para lograr el actual desarrollo de ese país; y el mismo partido comunista ruso tuvo que REVISAR lo hecho por los métodos barbáricos de Stalin (la FAMOSA “desestalinización” ordenada en 1956 por un congreso de ese partido).
De manera que nos proponen UN COMUNISMO RECHAZADO HACE VARIAS DECADAS POR LOS PROPIOS COMUNISTAS.

- Finalmente, cuando se proceda a votar, con estos métodos claramente antidemocráticos, casi siempre ganan las mismas 100 o 200 personas que, por no asistir a clases, llegan de primero y se sientan en los puestos más visibles del galpón.
Si existe alguna señal de que no van a ganar las propuestas apoyadas por la “mesa” se procede a repetir la votación hasta que se aprueben, o, si la situación es muy crítica, hasta que finalmente alguno de los miembros de la “mesa” manifieste algún indicio de humildad y acepte la derrota.

Están son apenas algunas de las razones por las cuales muchos estudiantes no creemos que la llamada “asamblea de estudiantes”, COMO ESTA CONFORMADA EN LA ACTUALIDAD, represente la opinión de quienes hacemos parte de la universidad.

Nuestro derecho de petición tenía como objetivo principal que la autollamada asamblea general no sea considerada como representante de la comunidad estudiantil en general, sino de un grupo de estudiantes particular que se reúne en la cafetería.

En su respuesta, APOYADA EN LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES, el rector hizo énfasis en que la autoproclamada “asamblea de estudiantes” no representa al estudiantado en general sino a un grupo restringido ubicado dentro del mismo, con lo cual se nos concedió la razón.

Compañeros, vendrán muchas más argumentaciones, derechos de petición, comunicados y demás manifestaciones PACIFICAS Y RACIONALES para derrotar a aquellos que se han tomado, en nombre de un pueblo que nunca los eligió, la libertad de imponer sus opiniones y deseos a los demás.
Muchas gracias a nombre de todos los compañeros que respaldan estos planteamientos, y ojala este sea el inicio de una nueva era de democracia y argumentación pacifica en la universidad, en donde las victorias se consigan con la razón y no con la violencia.

Santiago Gutiérrez A.