Información tomada de El Diario del Otún, enviada por Luis Alberto Rojas Franco.



Menores toman más alcohol

Johannes Franco M.
Como una amenaza al desarrollo social y cultural de los jóvenes risaraldenses, se puede determinar el aumento en la ingesta de alcohol dentro de los menores de edad, según lo informó la Secretaría de Salud Departamental.

"La accesibilidad de los jóvenes a las bebidas alcohólicas es cada vez mayor, a pesar de las prohibiciones impuestas. La edad media de inicio en el consumo de alcohol entre los escolares es de 13 años, y la edad media de inicio de consumo semanal se sitúa en los 14 años. Por su parte las menores registran mayor prevalencia de consumo de alcohol, aunque en cantidades menores. El 84.2% de los escolares ha consumido alcohol en alguna ocasión y el 43.9% consume al menos una vez a la semana.

En cuanto a los episodios de embriaguez el 41% de los escolares se han emborrachado en alguna ocasión", expresaron voceros de la Secretaría de Salud Departamental.

El problema es aún más complicado puesto que el alcohol es la puerta de entrada a vicios peores como el cigarrillo o drogas alucinógenas. Según parece nadie toma medidas en el asunto y hoy es frecuente observar en cualquier esquina, ya sea de un barrio estrato uno como del seis, a jóvenes tomando licor.

Y es que según las autoridades departamentales un alto porcentaje de las muertes registradas entre adolescentes se deben a causas violentas y dentro de ellas las relacionadas con drogas o alcohol representan un porcentaje mucho más elevado. El alcohol también contribuye a aumentar el número de suicidios. Además, se consideran los factores familiares de gran importancia en el inicio y curso clínico de la adicción al alcohol y otras drogas, ya que hasta un tercio de los niños tienen su primera oferta de consumo de bebida alcohólica dentro del ambiente familiar.

Son muchos los padres que sin querer permiten que sus hijos tomen licor antes de una edad prudente y en la mayoría de los casos son los mismos padres quienes los incitan a probar en reuniones familiares o fechas especiales cualquier trago de licor.

La creencia más compartida entre los diferentes grupos de adolescentes y jóvenes, es que el alcohol permite ser más alegres, eufóricos, superar la timidez, al igual que mejorar el estado de ánimo, y principalmente ayudarles a olvidar problemas que tienen o existen al interior de sus hogares. Pero también les permite ingresar a ciertos círculos sociales en su colegio o barrio.

Qué hacer
La responsabilidad en esta materia no sólo recae en los padres de familia, que en muchas ocasiones desconocen lo que hacen sus hijos fuera del hogar, sino también y principalmente en quienes distribuyen tanto el alcohol como el cigarrillo a menores de edad.

En Risaralda como en el país los menores tiene fácil acceso a estos productos; pero también los profesores deben ser guía y ejemplo, al igual que los padres, como exigirle a un menor que no tome licor, cuando sus padres llegan cada fin de semana en alto grado de alicoramiento, y eso que en algunos casos la situación es diaria.

Esta consideración positiva hacia el alcohol que tiene hoy la sociedad, la cual permite y estimula el consumo de alcohol, hace que se considere al mismo como una droga socialmente aceptada y de amplia difusión, lo que hace que los adolescentes, en un amplio porcentaje, no valoren el alcohol como una droga y no consideren su consumo como puerta de entrada hacia la adicción a otras drogas, sin embargo hay varios estudios que demuestran todo lo contrario y según los cuales es muy poco frecuente el uso de cocaína o heroína, sin haber consumido anteriormente tabaco, alcohol o cannabis.

Cigarrillo
Según la Encuesta Nacional de Salud realizada por el Ministerio de la Protección Social, hace 5 años en Colombia había un 9 por ciento de menores de edad fumadores y hoy alcanza un 29,5 por ciento.

Las cifras también señalan que el 62,9 por ciento de los menores de edad en Colombia ha probado alguna vez el cigarrillo y el 29,8% ya tiene el hábito, y de esos menores de edad que fuman el 79,8% lo han probado en el hogar. En Risaralda tan sólo el año pasado se registraron 88 casos de cáncer de pulmón, una cifra muy elevada para un departamento tan pequeño.

La relación mortal entre alcohol y cigarrillo no sólo afecta a los menores, sino a toda una sociedad que observa como se degrada el futuro, representado en los menores de la región.


Información enviada por: lrfranco@utp.edu.co.