Carta Abierta del profesor Hernando Rojas enviada al profesor Campo Elias González Pineda.



Profesor Campo Elías,

Hablando de mal entendidos como asusta el reto de no tener valor para hablar en una asamblea. Ese tipo de intimidación es lo que asusta. Parece que Usted es de los que se creen valientes al hablar en público.

Como dice Piedad Córdoba, yo no nací el día que repartieron el miedo.

Sólo he planteado, sin miedo, que lo que entendí en la asamblea era la justificación inaceptable del uso de la fuerza física intimidatoria y violenta por parte de miembros del movimiento estudiantil. Y que fueran precisamente los educadores de dichas personas los que no censuraran abiertamente esas actitudes.

El maniqueo discurso de la agresión de las directivas se ha vuelto repetitivo e insulso. ASPU ha brillado por sus ausencia en estos momentos y los lamentos en las asambleas es desesperante.

En lo que si estamos de acuerdo es que todos hemos fallado, no hemos construido soluciones. Si se habla de tolerancia, sus palabras significan exactamente lo contrario.

Sería importante aprovechar esta coyuntura. Invitar a las directivas a dar pasos para reanudar las actividades académicas e invitar a los estudiantes a abandonar la amenaza. Que no crean que los vemos como jóvenes desorientados: son adultos y deben ser responsables. No pueden caer alegre o intencionalmente en el uso permanente de las papa bombas en el campus universitario, y en las demás acciones agresivas que creen permitidas por aparentar ser más fuertes.

Como hace de falta un movimiento profesoral organizado, coherente y gremial, alejado de las aventuras partidistas.

Creo que es el momento de convocar a los profesores transitorios y catedráticos para hacer frente a esta situación impredecible, porque solamente nosotros mismos podemos ser nuestros voceros.

Propongo finalmente que una seria y explícita manifestación de compromiso del movimiento estudiantil de abandonar las papas bombas y las agresiones físicas, podrían ser garantía para que las directivas procedan a llamar a clases. El pliego se puede y se debe discutir con toda la academia en la universidad.

Con todo respeto,

Hernando Rojas C.
Docente transitorio