Palabras del Dr. Alvaro Acevedo Tarazona, director del Doctorado en Ciencias de la Educación Rudecolombia en el acto de apertura del I Coloquio Internacional y II Nacional de Pensamiento Educativo y Comunicación
Universidad Tecnológica de Pereira realizado el 29 de septiembre de 2008.



¿Continúa siendo la educación una alternativa y respuesta a nuestros grandes problemas no sólo políticos y socio-económicos sino emocionales, que han creado alianzas nefandas con proyectos lastrados y dolorosos de izquierdas y de derechas en Colombia, que han promovido esa mentalidad, hoy ya carrera en ciertos sectores de nuestra sociedad, en la que todo es posible y todo vale? En efecto, todos responderemos que sí. Que la educación es una respuesta, una salida. La paradoja es: ¿cómo y cuándo lo vamos a hacer?
Este primer coloquio internacional y segundo nacional en Pensamiento Educativo y Comunicación del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Tecnológica de Pereira y de Rudecolombia es todavía un número en consolidación que nos motiva a continuar realizando las cosas bien como creemos que lo estamos haciendo con el apoyo de nuestras directivas universitarias, de los grupos de investigación del Doctorado y del trabajo en red con once universidades de las regiones colombianas, que de alguna manera confirman la vocación histórico-regional en la conformación del Estado-nación colombiano.
Además de las temáticas de primer orden en la educación y lo comunicativo que se tratarán en estos dos días y de los invitados académicos internacionales y nacionales que nos honran con su presencia en esta Alma Mater, ad portas de sus cincuenta años de existencia, este evento es un referente de especial consideración por dos motivos: la presentación de ocho ponencias, entre ellas, seis de los estudiantes de nuestra segunda cohorte del Doctorado en Ciencias de la Educación –séptima promoción de Rudecolombia–, y la defensa de las tres primeras suficiencias de investigación de nuestra primera cohorte, también de nuestro Doctorado en Ciencias de la Educación –XIV promoción de Rudecolombia–. En este escenario se hará latente la esencia de nuestro Doctorado: encontrar, seguir o construir la huella a un problema de investigación, que es como acceder a un tesoro de posibilidades.
La calidad en este primer doctorado en la Universidad Tecnológica de Pereira nos compromete a todos los que estamos implicados en la formación investigativa. Nos compromete y anima también las preguntas de este Coloquio, alrededor de las nuevas formas de relacionarlos afectiva y racionalmente con el saber educativo y la comunicación, en torno de las nuevas formas tele-comunicativas y su incidencia en el contexto escolar y de las siempre cambiantes expresiones de la cultura y sus lenguajes.
¿Qué está haciendo la universidad para entender estas dinámicas? Corresponde a la universidad y al sistema educativo en general asumirse en las tendencias y cambios. ¿Cómo formar escuelas de gobierno y hacer de la democracia no sólo un ejercicio de virtudes cívicas? ¿Cómo se construye en la vida cotidiana la noción de respeto, de tolerancia si en nuestro continente la democracia no es un atributo? Llevar los problemas democráticos o el uso de las herramientas tecnológicas a las cuestiones formales de la escuela no es la solución. ¿Cómo construir sistemas democráticos e incluyentes que no signifiquen replicar el monopolio informacional de los medios de comunicación o solamente ir a las urnas cada cuatro años? ¿Cómo llevar a cabo reformas educativas con sistemas de control interno que no signifiquen la democracia representativa de los Consejos Superiores ni la dictadura de los gremios profesorales ni estudiantiles?
La sociedad clama por una escuela moderna, y a todo momento está impugnando el tradicional sistema escolar. No obstante, la escuela pareciera una máquina obsoleta de la cual no podemos rebelarnos. El modelo científico productivo escolar y universitario con base en una racionalidad instrumental es cuestión del pasado, y sin embargo nuestras estrategias pedagógicas y comunicativas continúan lastradas bajo esta forma de proceder. Una doble moral se configura en esta incapacidad, porque, de un lado, propone incidir en el aparato productivo, del otro, descuida la construcción de tejido social. La relación universidad-sociedad no puede ser mecánica. No hay una interacción dialógica. Desde el año mil la universidad entró en el mundo del capital, de las relaciones, y desde entonces el conocimiento comenzó a convertirse en una mercancía más entre otros dispositivos cognoscitivos. Muy seguramente la universidad sobrevivirá al Estado-nación, como un relato que nos hará creer que hacemos parte de un mundo sistematizable, totalizante.
La universidad es productora de trabajo inmaterial, un trabajo que descansa sobre facultades emocionales y racionales con ayuda de elementos y dispositivos informáticos y culturales. Esta preponderancia del trabajo intelectual e inmaterial de la universidad la convierte en el centro. Por eso se realizan eventos como este que hoy nos convocan. Un especial agradecimiento a la Dra. Olga Lucía Bedoya, coordinadora académica del Coloquio y a su equipo de trabajo administrativo y académico. También un especial agradecimiento a Kelly, John Jaime y Omar Iván, estudiantes del Doctorado y miembros de esta universidad que hoy, una vez más, tienen puesta la camiseta UTP.
Aún siguen siendo notorios los grandes problemas que enfrenta la universidad, en relación a sus sistemas de gobernabilidad y sus prácticas lentas que no responden al devenir en continuo cambio. Si la masificación universitaria es una alternativa para hacer incluyente el acceso a la educación superior, preocupa la competitividad y la calidad, sobre todo por esa obcecada necesidad, a veces, de alcanzar estándares internacionales en desmedro de la autonomía.
La universidad no puede estar de espalda a cuatro grandes problemas que hoy afectan al planeta tierra. La crisis social que ha creado un abismo entre ricos y pobres, la crisis del sistema de trabajo que cada día prescinde del trabajo humano, la crisis ecológica que traerá una inmensa devastación de vidas y la crisis financiara que hoy obliga a la regularización de los mercados y que hace que Adam Smith se revuelva en su tumba. Si la protesta universitaria es tan vieja como la universidad, por qué no pueden ser revolucionarias las ideas y las palabras. ¿Acaso no pueden ser insurgentes los argumentos; rebeldes los lenguajes, inconformes las acciones?
Hoy cuando América Latina se debate en los populismos de izquierda y derecha y carece de propuestas y de nuevos pensadores que remocen los anhelos de cambio de millones, y la transformación de una realidad que hemos aprendido no a vivir sino a soportar, es más que imprescindible continuar por las apuestas de la investigación, la enseñanza la formación y la extensión. La universidad no podrá responder a todos nuestros problemas, pero todavía es un espacio de libertad, de autonomía, de pensamiento crítico, de comunicación.
Desde que somos una conversación, la cultura y con ella el lenguaje han construido nuestra hominización. No sabemos que nos depare el futuro, pero sí estamos seguros que aquí y ahora podemos hacer algo. Esta es la apuesta de nuestro Doctorado en Ciencias de la Educación. Señoras y señores, académicos, estudiantes, bienvenidos a esta Alma Mater y a Pereira, a esta ciudad sin puertas que significa, en palabras de Gonzalo Arango: “que el que entra no vuelve a salir, y el que sale siempre volverá. Pues (en Pereira) uno tiene la sensación de que se le ha perdido una cosa: tal vez la soledad”.

Muchas gracias.

Alvaro Acevedo Tarazona
Director del Doctorado en Ciencias de la Educación Rudecolombia