Para el ingeniero Edwin Andrés Quintero Salazar, docente que fue destacado como el de mejor desempeño durante 2020 en la facultad de Ingeniería, sentir a los estudiantes ha sido la clave.

El profesor Edwin, de la Facultad De Ingeniería y uno de los docentes homenajeados por tener el mejor desempeño durante el año 2020 en la UTP se ha destacado por el acompañamiento humano y sincero que brinda a sus alumnos, llevando la educación al plano de la integralidad que profesa la Universidad.

Luego de recibir de manos del rector Luis Fernando Gaviria y la Ministra María Victoria Angulo, este homenaje, confirmó su compromiso con el futuro del mundo que son los jóvenes educados para servirle a la sociedad.

Habló de su vida con Campus Informa.

Periodista: ¿Cómo hace un docente d para lograr un excelente desempeño en un año como el 2020 que fue de pandemia con todos los retos que esta situación impuso?

Edwin: Lo primero es mencionar que la docencia es una profesión a la que uno se debe dedicar si a uno le gusta, porque es difícil ser docente si a uno no le gusta enseñar, se requiere de paciencia, de tomarse el trabajo para ponerse en el lugar de los estudiantes, de tomarse el tiempo para conocer sus condiciones de contexto, dedicar horas a tratar de transformar los conocimientos para que puedan ser exequibles por los estudiantes, y eso implica que muchas veces no existen horarios ni quizás las remuneraciones que uno quisiera recibir como trabajador, pues obedece al tiempo que uno le dedica a este oficio, entonces se requiere de gusto y yo creo que esa es una de las claves que garantizan que  el proceso sea satisfactorio. Porque cuando uno le gusta el ejercicio de la docencia puede dedicar tiempo y esfuerzo a todos estos elementos y ese es el principal ingrediente para que ese proceso de enseñanza y aprendizaje sea satisfactorio.

Periodista: Además, es muy importante el reconocimiento justamente de los jóvenes, ¿qué se siente que ese desempeño sea tan bien calificado por quienes reciben ese conocimiento y esa atención que usted les transmite?

Edwin: Naturalmente se siente una gran satisfacción cuando en la evaluación docente los estudiantes reconocen como provechoso para ellos el proceso que se realiza, porque finalmente no se trata simplemente de tratar de transmitir unos conocimientos, sino que la idea final es lograr que esas personas que son el objeto del proceso de educación efectivamente adquieran estos conocimientos, entonces el hecho de que los mismos estudiantes, quiénes son el objeto principal del proceso, reconozcan que de alguna manera las metodologías y las estrategias que se aplican y se desarrollan son eficientes y son eficaces, eso es satisfactorio y nos muestra que quizá ese es el camino correcto, que el camino que se ha venido siguiendo en el desarrollo de las asignaturas ha sido el correcto y vale la pena seguir insistiendo en esas metodologías y en esas técnicas para que obviamente el proceso se vea cada vez mejor.

Periodista: Y yo considero ingeniero que el mérito en este caso es mayor teniendo en cuenta que está evaluación se ha hecho, como decía, en un año demasiado atípico para el que nadie estaba preparado y fue el año básicamente de la educación virtual sin estar concebida como tal, ¿cuénteme cómo fue ese reto, usted cómo se sintió?

Edwin: Afortunadamente esta pandemia nos llegó en un momento en el que ya la tecnología estaba desarrollada a un punto tal que era posible migrar el proceso educativo a la virtualidad, creo que si esta pandemia hubiese llegado hace 10 años, no sé qué hubiéramos hecho, porque obviamente no teníamos ni los canales ni las herramientas tecnológicas de software, instrumentales, para migrar la educación a la virtualidad. Uno de los aspectos positivos de la pandemia, si es que tuvo alguno, es que nos llegó en un momento en el que teníamos un desarrollo tecnológico y científico para hacer muchas de las actividades humanas de forma virtual aunque obviamente hay actividades humanas que son imposibles de hacer virtuales por la importancia de ese contacto social que tanto nos ha hecho falta y que siempre necesitaremos, pero en términos del proceso educativo afortunadamente contamos con una gran cantidad de herramientas, y si bien nosotros como docentes estuvimos en esa misma zozobra, en esa misma incertidumbre, inmersos en ese mismo temor que generó una condición atípica como una pandemia, creo que como docentes de alguna manera tuvimos que hacer a un lado esos sentimientos negativos y ser conscientes de que somos unos líderes para los estudiantes y como líderes no los podemos incitar a que profundicen ese temor, sino que con pensamientos y sentimientos positivos podamos pensar en el futuro de manera positiva, ver la pandemia como algo transitorio que nos obliga a un cambio pero que de alguna manera el mundo va a continuar, y así mismo sucedió con la educación, entonces en ese momento ese fue el mensaje: estamos en unas condiciones atípicas adversas pero estoy seguro de que el mundo va a continuar, entonces vamos adaptarnos y vamos a seguir adquiriendo conocimiento que, de hecho, es lo único. Como académico, y lo confieso, creo que lo único que nos puede sacar adelante es el conocimiento y la ciencia, y es en la universidad y en las aulas de clase donde se desarrolla el conocimiento, entonces el mensaje para los estudiantes es que, aunque estamos en una situación difícil, somos nosotros en la academia los únicos que podemos sacar a la humanidad adelante. Entonces creo que la clave estuvo en ser empáticos con los estudiantes en términos de que ellos estaban sintiendo lo mismo que nosotros y liderar un proceso en el que pudiéramos seguir adelante en términos del proceso de formación y la educación de los muchachos usando las herramientas que teníamos en ese momento para ello.

Periodista: ¿Cómo es su entorno familiar? ¿Quiénes lo acompañan en este proceso de fortalecer al ser humano qué hay dentro de este docente?

Edwin: La familia naturalmente es el núcleo del desarrollo personal y profesional de cualquier ser humano y obviamente nosotros como docentes no somos la excepción, siempre tenemos ahí ese punto de apoyo, es ese ‘polo a tierra’ que nos ayuda a ser más objetivos a la hora de evaluar la situaciones, a tranquilizarnos cuando las cosas se están poniendo difíciles, entonces efectivamente en mi caso, convivo con mi esposa con quién tenemos ya una relación de más de 15 años, y nos gustan mucho los animales y la naturaleza, entonces convivimos con tres gaticos y un perro, así que en medio de las dificultades, las preocupaciones del día a día, ver al perrito jugando con los gatos y ellos viviendo la vida segundo a segundo y simplemente disfrutando de la realidad y del universo que tenemos, también lo lleva a uno a pensar que hay que ver las cosas con tranquilidad porque finalmente la vida y la familia son lo más importante. Además tienen que tener mucha paciencia, la familia debe ser un poco paciente y comprensiva con uno como docente porque, cómo te decía, inicialmente generalmente los docentes no tenemos horarios, ya que si un estudiante te escribe porque está súper pegado de una tarea o de un proyecto o de un ejercicio, del desarrollo de su trabajo de grado, pues son cosas que hay que atender porque el estudiante necesita continuar, entonces también es muy importante que las familias de los docentes tengan esa comprensión y afortunadamente, en mi caso, he contado con un núcleo familiar que ha sido comprensivo en términos de la labor y de la profesión a la que yo me dedico.

El docente Edwin Quintero, es Ingeniero Electrónico de la Universidad Nacional de Colombia, Especialista en Pedagogía para la Docencia Universitaria de la Fundación Universitaria del Área Andina, Magister en Instrumentación Física de la UTP, Magister en Astronomía y Astrofísica de la Universidad Internacional de Valencia, España y Candidato a Doctor en Astrofísica de la Universidad de Guanajuato, México.