Se trata de un cuerpo menor de cerca de 600 metros de diámetro, que tarda poco más de 5 años en dar una vuelta alrededor del sol. Cuando se encuentra en su punto más cercano a nuestra estrella (cerca de 160 millones de kilómetros), el hielo y los gases congelados presentes en su núcleo se evaporan, dando lugar a la cola del cometa, que en el caso de 46P/Wirtanen presenta una coloración verdosa.

La noche del pasado domingo 17 de diciembre el cometa 46P/Wirtanen registró su máximo acercamiento a nuestro planeta en 400 años, acontecimiento que contribuye al brillo que presenta el cometa en el cielo nocturno. En esta oportunidad, el cometa se aproximó a poco menos de 11 millones de kilómetros, distancia que no implica ningún riesgo de colisión contra la Tierra, pero que se constituye como un acontecimiento especial para los astrónomos, pues permite adelantar observaciones que posibilitarán la determinación de diferentes parámetros físicos de este cometa.

Es así como durante la semana anterior se han adelantado observaciones de este cometa desde el Observatorio Astronómico UTP y desde el Observatorio Astronómico Nacional en Ensenada, México, que permitirán, en una investigación conjunta entre UTP y UNAM, estudiar la composición del cometa mediante la técnica conocida como polarimetría.