En este espacio que fue adecuado en las instalaciones donde anteriormente operaba el Colegio La Julita, cada día llegan 56 niños para ocupar las áreas de Sala Cuna, Párbulos y Prejardín. Fue la mejor solución para brindarle calidad de vida a los infantes que antes recorrían la universidad, de la mano de sus padres que estaban en proceso de formación profesional en la UTP. Al tiempo se convirtió en tranquilidad para los estudiantes quienes encontraron sitio óptimo para dejar a sus hijos mientras atienden sus jornadas académicas.
“Ese fue un fenómeno que encontramos cuando Luis Fernando Gaviria asumió la rectoría. Nos propusimos plantear una solución que fue apoyada por la Vicerrectoría de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario y hoy es una realidad. Buscamos con este espacio darle calidad de vida a los niños mientras sus padres estudian. Con eso ayudamos para que el niño tenga mejor calidad de vida si su padre o su madre es profesional y al mismo tiempo reducimos deserción y aportamos al egreso exitoso”, dijo Natalia García, promotora y fundadora del proyecto.
La celebración de los dos años de este servicio llenó de colorido y ternura a la Universidad Tecnológica de Pereira, con su desfile por el sendero peatonal desde el puente de guadua hasta la Julita, haciendo varias pausas para exhibir mensajes alusivos al respeto, a la protección y al cuidado que debemos tener por nuestros niños. Recorrido que fue acompañado por el Rector de la UTP, Luis Fernando Gaviria, su Esposa Natalia, y las docentes del CDI.
Ya en la Julita, se desarrolló un evento de expresión artística, donde se mostró el trabajo que hace Batuta con los niños y de reconocimientos a quienes hacen de Casita Utepitos.