La doctora Caicedo habló a los participantes, estudiantes y docentes de la Licenciatura, sobre el escritor colombiano Evelio Rosero (Bogotá, 1958) y la reinscripción de la historia, a partir de la novela La carroza de Bolívar (2012), obra ganadora del Premio Nacional de Novela 2014 del Ministerio de Cultura de Colombia.
A partir de esta, la profesora Caicedo reflexionó sobre la novela histórica, cuál es su función y cómo puede interferir un hecho histórico en la literatura. Además, presentó a este autor a los jóvenes que hacían parte del público.
La presentación de la conferencista estuvo a cargo de uno de sus pupilos, el profesor Rigoberto Gil, quien realizó un recorrido por el quehacer de la docente en el ámbito de la literatura y la academia. Ante estas palabras la profesora expresó sus más sinceros agradecimientos y señaló a los asistentes que para ella era un honor hacer parte de esta actividad.
A continuación la presentación de la conferencista:
Cecilia Caicedo Jurado
Por: Rigoberto Gil.
Es un honor para la Escuela de Español y Literatura tener como invitada a la escritora y profesora Cecilia Caicedo Jurado y empezar este semestre académico con la Lección inaugural que esta noche impartirá sobre uno de los escritores colombianos más destacados: Evelio José Rosero.
Para quienes no lo saben, en especial nuestros más jóvenes estudiantes de licenciatura, la escritora Cecilia Caicedo fue profesora de nuestra Escuela por más de veinte años y a ella dedicó una brillante carrera como docente e investigadora, luego de que obtuviera su doctorado en literatura en la Universidad Complutense de Madrid. Aquí, en este campus, no solo se desempeñó como profesora. También fue directora de las Escuelas de Filosofía y de la nuestra, la de Español y Comunicación Audiovisual; fue Decana de la Facultad de Bellas Artes y Humanidades y no fue rectora porque su vocación literaria no se lo permitió.
Cecilia nació en Nariño, Pasto. Allí hizo sus primeros estudios, bajo la tutela de las religiosas franciscanas y allí también inició su gusto por la lectura y la escritura. En alguna ocasión ella escribió: “Aprendí a leer con las religiosas franciscanas, utilizando una cartilla muy visual y muy bella titulada “La alegría de leer”; después vinieron los cómics, revistas que alquilábamos con mis hermanos y que devorábamos por las noches, sin consentimiento familiar. En la adolescencia adquirí un mediano gusto por la literatura que se volvió muy fuerte en las aulas universitarias que por los años 60 eran centros fundamentalmente de lectura y de política”. En Pasto cursó sus estudios de bachillerato y luego obtuvo su licenciatura en Ciencias de la Educación, con especialidad en Filosofía y Letras y empezó a ejercer como docente universitaria. Su tesis de grado titulada La novela en Nariño, se convirtió en su primer trabajo académico que años después, 1990 para ser más exactos, fue publicado por el Instituto Caro y Cuervo, en la colección del Seminario Andrés Bello. Cuando Cecilia se radicó en Bogotá, fue justamente en el Caro y Cuervo donde se especializó en Literatura hispanoamericana.
Luego de haber permanecido por años en Europa y de haberse especializado en Lengua y Literatura española y de haber obtenido el Doctorado en Filología Románica en la Universidad Complutense de Madrid (su tesis se centró en la obra narrativa de Gabriel García Márquez, publicada en 1975), Cecilia Caicedo escogió la ciudad de Pereira como su lugar de residencia. Eran los finales de la década del setenta y la escritora Cecilia comprendió que había mucho por hacer y aportar en la región. Así que aprovechó su vinculación como docente de la Facultad de Educación en la Universidad Tecnológica de Pereira, para empeñarse en una labor investigativa encomiable, de la que muchos nos hemos nutrido. Cecilia escribió: "Una de mis primeras investigaciones fue sobre la leyenda del Yurupary. Trabajaba como profesora en la Universidad Tecnológica de Pereira y habiendo realizado un recorrido sobre las escasas fuentes de consulta sobre el tema, resolví viajar al Amazonas en busca de la leyenda sobre la que había publicado algunos artículos, usando los datos consignados en el tomo XIX de la historia extensa de Colombia publicada por la editorial LERNER, en el cual aparecían fragmentos de la historia maravillosa contada por el historiador antioqueño Restrepo Lince y que Javier Arango Ferrer resume en la citada colección. El tema lo descubrí con mis profesores de literatura en la Universidad de Nariño, pero la información era precaria. Decidí viajar al trapecio amazónico con el objeto de constatar “in situ” la vigencia de la leyenda. No encontré sino respuestas evasivas, pero tuve la oportunidad de contemplar el espectáculo de la selva, algunos de los usos y costumbres”. De esta experiencia investigavita dan cuenta su libros Origen de la literatura colombiana: El Yurupary, publicado por la Universidad Tecnológica de Pereira en 1990 y Antología de la leyenda del Yurupary, publicado en la colección Quinto Centenario del descubrimiento de América, Bogotá, 1992.
Durante años Cecilia concentró sus esfuerzos intelectuales en la sistematización y en la comprensión, desde posturas teóricas modernas, de lo que se había escrito en la región y el país. A esa labor debemos un estudio que se ha vuelto clásico no solo por lo fundacional, sino por la actualidad de las ideas y presupuestos que ella defiende con rigor académico. Me refiero a su libro Literatura risaraldense, publicado en 1988 por la Corporación Biblioteca Pública en su Colección de Escritores Pereiranos. Si queremos comprender qué ha pasado en nuestro ámbito regional sobre los procesos literarios, ese libro es revelador y necesario. Como también su otro libro de 1995, derivado de una sistematización rigurosa en torno a la producción literaria del departamento: Patrimonio bibliográfico de Risaralda. Y si queremos ampliar la mirada sobre lo que sucede en otros ámbitos literarios del país, sus artículos y libros (algunos en coautoría, como el que recientemente publicó la Universidad Javeriana sobre Evelio Rosero) descubren horizontes de interpretación frente a unas tradiciones poco discutidas por lectores y escritores. Por esta vía, se destaca su libro Colombia vista desde sus novelas, ganador de la Convocatoria Municipal de Estímulos-Colección de Escritores Pereiranos en 2014.
La otra gran faceta de la profesora Cecilia es la creación literaria. Ella es la autora de una novela bella en su brevedad, La ñata en su baúl, de 1990, publicada a raíz de un premio literario departamental. Esta obra fue traducida al húngaro y al alemán. Versiones sobre Esteban (2008), publicada en la colección Cincuenta novelas colombianas y una pintada, de la editoriales Pijao y Caza de libros. Y su última novela, Verdes sueños, publicada por la Gobernación de Nariño en 2011 y donde la escritora Cecilia se arriesga a bucear, con afortunado acierto, en la novela de carácter histórico, precisamente uno de los temas que más ha trabajado a fondo en el plano del ensayo y del que hoy nos hablará, para agrado de la comunidad universitaria.
Podría decir muchas otras cosas sobre la escritora Cecilia. Decir, por ejemplo, que es un madre moderna y rebelde. Decir que tiene un agudo sentido del humor que suele mezclarse con la fina ironía. Decir que da placer verla fumar o escucharla en sus conferencias ahondando, con inteligencia y generosidad, en escritores o poetas de toda índole. Porque eso también queremos reconocerle hoy: su generosidad, su abierta disposición al diálogo de ideas.
Bienvenida, escritora y profesora Cecilia. Esta sigue siendo su casa y gracias por honrarnos con su presencia y con su inteligencia.