El proyecto "Un enfoque participativo para facilitar el desarrollo inclusivo y climáticamente resiliente en América Latina”, presentado por Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo (IIED-América Latina y Londres), Wageningen Environmental Research (Alterra), Center For Urban Disaster Risk Reduction Resilience (CUDRR), contó con la participación de socios estratégicos locales para la presentación de la iniciativa; en el caso de Risaralda fueron la Universidad Tecnológica de Pereira, UTP y la Corporación Autónoma de Risaralda, Carder.

 

Esta se convierte entonces en una de las seis propuestas ganadoras de la convocatoria regional de investigación y será financiada por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (IDRC) y coordinada por la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA) y la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN).

 

La investigación

Inició el pasado 17 de octubre del 2016 con un taller en la ciudad de Quito (Ecuador) en el contexto de la reunión de Naciones Unidas HABITAT III y tendrá una duración de 15 meses.

 

Su objetivo es identificar y aplicar una metodología práctica, innovadora y participativa con las herramientas adecuadas que permita ayudar a los responsables políticos a desarrollar e integrar la reducción del riesgo de desastres (RRD), adaptación al cambio climático (CCA) y estrategias de construcción de resiliencia hacia un clima de desarrollo urbano.

 

Las tres ciudades (Dosquebradas, Santa Ana y San Tome) tienen muchas similitudes, entre ellas que son pequeñas o medianas y que han experimentado un rápido desarrollo en las últimas décadas.

 

Así por ejemplo Dosquebradas, actualmente con 200 mil habitantes, dobló su población entre 1985 a 2015; Santa Ana en Salvador, con 250 mil habitantes hoy también vio el aumento de su población del 61% en 1971 al 83% en 2007, crecimiento más rápido que otras ciudades de la región. Igual sucede en Santo Tomé en Argentina, que tiene 70 mil habitantes pero ha crecido un 12% (el doble de las tasas de crecimiento provinciales) entre 2001 y 2010.

Pero ellas también tienen diferentes problemas urbanos y son propensas a diferentes impactos del cambio climático que requieren estrategias de Reducción de Riesgos de Desastres RRD y Adaptación al Cambio Climático, CCA pero además una gran capacidad de resistencia.

 

La investigación abordará entonces tres aspectos:

 

1-   ¿Cómo podemos explorar e identificar oportunidades para el desarrollo urbano climático, capacidad de recuperación y crecimiento a través de un proceso participativo e inclusivo práctico, sobre todo uno que se acopla a marginados residentes urbanos y reducir las desigualdades urbanas?

 

2-   ¿Qué estrategias de resiliencia podemos utilizar para desarrollar las oportunidades identificadas?

 

3-   ¿Cómo pueden los decisores utilizar las estrategias identificadas desarrollando una práctica de la planificación y el desarrollo urbano de transformación para la reducción del riesgo actual y el crecimiento resistente al clima en las ciudades seleccionadas?

 

El trabajo será con metodología multidisciplinaria porque reunirá las ciencias sociales con una investigación antropológica y las ciencias naturales con el análisis del clima y la ciencia del riesgo pero también el diseño urbano y la planificación.

 

 

 

 

Otros datos de interés

  • A la convocatoria realizada en mayo pasado, en el marco de la Iniciativa Ciudades Resilientes al Clima en América Latina, se presentaron 189 expresiones de interés, de las cuales se preseleccionaron 22, a las que se les invitó a presentar propuestas completas; de estas, el Comité Directivo seleccionó finalmente seis proyectos para ser financiados.