Las voces de los personajes de esta obra son las voces de mujeres reales que contaron sus historias a un grupo de personas que estaban en el proceso de aprender a desarrollar el lenguaje dramatúrgico y que vivían la búsqueda de temas relevantes e inspiradores hace algunos años.
Ellas mismas fueron tejiendo sus vivencias y fueron encontrando puntos comunes que asombrosamente se constituyeron en una obra teatral que luego fue madurada a la luz de la reflexión en torno a la violencia como generadora de desplazamiento físico y psicológico y como manifestación de la situación relegada de los sectores sociales que son sometidos al fuego cruzado de diferentes bandos, enfrentados en una lucha por el poder que para el ser humano común y corriente poco representa, cuando en su cotidianidad lo único que puede percibir son pérdidas, abandonos y despedidas que los obligan a buscar estrategias para sobrevivir en ese medio hostil en que se convierte lo que antes era su casa o para huir buscando el lugar que les permita volver a encontrar aunque sea resquicios de su identidad. Es cuando surge el problema de género como un protagonista adicional que contribuye a acentuar las diferencias sociales y a victimizar con más ahínco a la mujer como objeto de violencia cotidiana, además de serlo de la violencia política y social en toda su extensión.
Todas las estadísticas confirman que las mujeres son las principales víctimas de la violencia doméstica y del desplazamiento forzado y que son el blanco preferido de la dominación en medio de la guerra, en la cual atacar, violar, poseer y hasta mutilar a las mujeres del bando contrario se constituye en un trofeo para exhibir como muestra de triunfo.
Las Ausentes es la historia de algunas de estas mujeres que han convivido con la violencia, que han luchado cotidianamente con sus efectos y que han buscado sus caminos y reconstruido sus vidas con la firme convicción de que siempre existe la esperanza de encontrar ese lugar al que puedan volver a pertenecer y en donde puedan sentirse arraigadas otra vez, para poder creer de nuevo en la interacción con lo masculino y volver a confiar en la posibilidad de construir proyectos de vida en conjunto. En homenaje a esos personajes anónimos, cuyas historias pululan en las noticias de todos los días en nuestro país, y que aquí tienen nombre y rostro, se hizo esta obra, cuyo título fue puesto por una de sus inspiradoras, cuando dijo, con la sabiduría que le dio una vida entera huyendo de aquellos a quienes, en sus propias palabras, ella no les había hecho nada: “Es que nosotras estamos siempre como ausentes, porque nos hicieron ir de nuestra casa y ahora no nos quieren dejar llegar a ninguna parte”.
Este montaje fue estrenado en agosto de 2007 y participó en el X Festival Nacional de Teatro Universitario ASCUN Cultura, en la ciudad de Cali, donde recibió el Premio al Mejor Talento Femenino y nominaciones a Mejor Vestuario, Mejor Maquillaje y Mejor Obra Original; esta obra participó en el III Encuentro de Mujeres en Escena Las Margaritas y La Guerra, realizado en la ciudad de Pereira en agosto de 2008 y ha recorrido diversos escenarios de Pereira y sus alrededores. Varias generaciones de actores y actrices han hecho parte de este montaje a lo largo de su historia.
Entrada libre. Cupo limitado.