Se trata de un acto sin precedentes en la historia de las relaciones institucionales entre la Policía Nacional y las universidades públicas que confirma los nuevos aires que se respiran en el país de cara a la superación del conflicto armado.
Ante un auditorio de unas 200 personas procedentes de diferentes municipios del Eje Cafetero y del Norte del Valle el alto oficial explicó los componentes del marco jurídico y la ley 62, y compartió los lineamientos que orientan la nueva dirección de la institución para conseguir una Policía más humana, integra, disciplinada e innovadora.
Además de poner de presente las relaciones con el Plan Nacional de Desarrollo, en su exposición, el Brigadier General resaltó los desafíos más relevantes de la institución una vez firmados los acuerdos de paz: consolidación territorial, nueva criminalidad, exploración ilícita de recursos naturales, movimientos sociales, delitos transnacionales, mutación de los delitos tradicionales, conflictos relacionados con la propiedad, uso y tenencia de tierras, violencia social, y cultura y percepción ciudadana.
Según el alto oficial, en esta región (norte del Valle y Eje Cafetero) se vive post conflicto desde 2010 y por tal motivo la institución se ha venido preparando con mayor rigor para asumir las 17 estrategias que ahora orientan su quehacer.
Al finalizar su exposición, el Birgadier General Bustamente tuvo oportunidad de contestar diversas preguntas formuladas por los participantes de la sesión que indagaron por temas como la doctrina de la seguridad nacional, la eventual vinculación de desmovilizados de la guerrilla a las filas de la Policía o los complejos asuntos de la minería como fuente de conflictos.
En su intervención, el rector de la Universidad Tecnológica de Pereira, Luis Fernando Gaviria Trujillo, resaltó la importancia del evento y expresó que han quedado abiertas las puertas para mantener una fluida y progresiva relación entre la academia y la Policía Nacional.