A continuación se comparte el discurso que se compartió en la ceremonia.

Ceremonia de Entrega de Batas.

“Pasa en la vida, que un día de nuestra aventurera infancia o de nuestra hormonal adolescencia, asumimos un intrépido reto y elegimos la medicina como proyecto de vida; sabíamos muy poco de ella, desconocíamos cómo funcionaba, sus extenuantes horas de trabajo, sus enigmas sociales, su precaria condición laboral, sin mencionar el serpentiginoso y largo camino para conseguir graduarnos. Sin embargo, entramos decididos a convertirnos en algunos de los hitos que aprendimos en primer semestre, entramos seguros de poder ser los mejores, de ser elegidos para disecar el famoso cuerpo de anfiteatro, de ser los únicos en ganar el parcial de renal y juramos que nuestros cultivos de micro crecerán y que podremos responder las preguntas que los demás no saben. Pero eso hoy importa poco, porque ahora, justo ahora nos mueve un interés completamente diferente, justo ahora hay frente a mí, una generación de colombianos que asumieron el reto galénico de cambiar la realidad desde los consultorios, las salas de urgencia y los quirófanos, y hoy estamos más cerca de lograrlo.

 Ahora todo cambia, hoy salimos de los laboratorios, de las aulas de clase y del campus universitario, para enfrentarnos a esa realidad que tanto habíamos esperado, esa realidad tan mística y solemne que amerita su propio traje, su propia insignia, aquel lienzo blanco que marcará el inicio de la mejor etapa de nuestras carreras, aquel lienzo blanco cómo puente entre la vida y la muerte, en la que estaremos inmiscuidos, en aquel hospital que con las puertas abiertas, espera brindarnos en cada uno de sus espacios, una experiencia inolvidable para nuestra formación clínica.

Hoy se consuman algunos sueños, pero se forja el más grande reto de todos, portar el escudo de nuestra universidad de camilla en camilla, de servicio en servicio y de paciente en paciente, con la certeza de que en cada escenario y en cada persona, quedará impregnado un aroma de excelencia y un aliento de esperanza.

El camino aún es largo, tenemos aún mucho por aprender y algunas decepciones nos acecharán pero quiero que recordemos siempre el primer día de nuestras carreras y este momento, para que no olvidemos porque elegimos la Medicina y para que recordemos los buenos médicos que queremos ser.”

 

¡Bienvenidos a ciencias clínicas!

 Por: Paola Trujillo